lunes, 4 de octubre de 2010
LOCADEMIA DE POLICIAS, por Florencia Peña (para "Tiempo Argentino" del 03-10-10)
Crónicas a Flor de Piel
Por Florencia Peña
Actriz
"La mentira mediática, la realidad distorsionada parace ser la manera que han encontrado para llevar a cabo los golpes. Ya que no pueden usar balas para conseguir lo que se proponen, lo intentan con los medios de comunicación. Nos cuentan realidades virtuales, porque cuentan con muchos recursos."
“Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.”
Eduardo Galeano
Ecuador sufrió una rebelión policial. No se confundan. Tener 12 horas secuestrado al presidente en el hospital no es un intento de golpe. Repetimos: no es golpismo intentar tomar el poder con las fuerzas policiales, y no con las urnas. No es golpismo que el abogado de Lucio Gutiérrez, expresidente de Ecuador, junto con una serie de opositores, intenten tomar las instalaciones de la agencia de noticias y del canal que no pertenecen a grupos monopólicos: la cadena pública ECTV. ¡En nombre de la libertad de expresión! Como tampoco fue golpismo la “crisis del campo”: tomar las rutas para desabastecer al pueblo, tirar litros de leche al asfalto, perseguir a los que intentaban circular, pinchar gomas y pedir que se vaya un gobierno con respaldo popular. No fue ni será más que un acto democrático... de los que tenían amenazados sus bolsillos millonarios, y sus 4x4. Porque, seamos honestos, yo no creo que este tipo de episodios sean indicios de que el avance de gobiernos como el de Evo, Lula, Cristina, Correa o Chávez pueden perturbar a ciertos intereses. Los grupos económicos concentrados no están molestos con las políticas sociales... Están histéricos. Nublados de un odio que se propaga por las tierras sureñas, que de a poco van cercando las “ínfulas de poder desmedido”, “poniendo límite a tanta impunidad”.
El gobierno de Lula, que tanto han alabado los opositores y detractores de nuestra Argentina, está sufriendo la peor embestida mediática desde que asumió, sin olvidar cuánto lo han cascoteado en sus comienzos. Ahora que se plantea poner un freno al poder mediático concentrado, pensando en una ley como la que se votó en nuestro país, le tiran con artillería pesada para voltear a su candidata. Los que alaban a Lula no hablan de lo que pasa en Brasil con los medios. Eso se lo callan. Para frenar el avance del grupo de “locos revolucionarios” que integran la Unasur.
La mentira mediática, la realidad distorsionada, el foco puesto en desestabilizar y debilitar a estos gobiernos, parece ser la nueva manera que han encontrado para llevar a cabo sus golpes. Ya que no pueden usar balas para conseguir lo que se proponen, lo intentan con los medios de comunicación. Nos crean realidades virtuales porque cuentan con muchos recursos. Como en el caso del Grupo Clarín, con más de 300 medios para repetir mentiras que muchos insisten en creer. ¿Se pusieron a pensar por qué están tan nerviosos los multimedios más poderosos de América Latina? Están perdiendo poder. Están siendo juzgados. Esos medios cómplices de las dictaduras, cómplices de los horrores más grandes que ha sufrido nuestro continente, hoy se encuentran en el banquillo de los acusados. Hoy son mirados con desconfianza. Hoy gozan de mala salud. Porque el mundo comienza a comprender que las noticias son un negocio, y un medio de dominación. Y que cuando las noticias atentan contra su libertad de empresa, hay que invisibilizarlas. Hay que distorsionarlas, o simplemente censurarlas.
Por eso se vuelve necesaria la marcha del otro día. Por eso una multitud se convoca frente a Tribunales para pedir la aplicación de la ley. Y por eso los medios afectados sólo hablaron de Hebe. Se centraron en criticar sus palabras. Pero, ¿por qué no se fijaron en las miles de personas que de manera pacífica pedían que se terminen los amparos relámpago que, da la casualidad, siempre benefician a los poderosos? Y perdonen, amigos de la derecha mediática, pero nosotros creemos en la justicia. Y los que allí estuvimos, creemos en la justicia democrática. No la que resuelve sólo a favor de los Ma-gnetto. Claro que la justicia la imparten los hombres. Y los hombres somos imperfectos. Y hay hombres a los que el poder los obnubila. Pero hagan mea culpa, muchachos. La justicia está haciendo cosas raras por estos días. Todavía quedan muchos resabios de la dictadura en el sistema judicial. Rascás un poco y aparecen los que participaron encubriendo y ahora nos venden sus fallos judiciales como hombres éticos, amantes de la verdad. Pero, mal que les pese, la gente se está despertando. Y muchos medios pierden credibilidad, o sea, poder. Y si pierden poder pierden plata, y si pierden plata, enloquecen. Porque el virus venenoso del capitalismo nos ha enfermado a todos. Pero a ellos los está matando. “El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente. Pero para eso hace falta ser humildes”, decía Mahatma Gandhi. Qué bien les vendría a estos infames aprender un poco sobre humildad, ¿no? Son capaces de cualquier cosa con tal de no perder el poder. Son capaces de ser cómplices de las matanzas más atroces con tal de no ceder terreno. Pero la historia los va a condenar, a cada uno de estos siniestros personajes. Y también a quienes los patrocinan. Como es el caso en nuestro país de Lilita, de Cobos, de Patricia Bullrich, de Silvana Giudici, de Macri y tantos otros.
Tanta vergüenza tengo como argentina de que esa gente se llene la boca hablando de nuestro país. De este país, que si fuera por ellos estaría trabajando para los poderosos, para que se sigan llenando los bolsillos. Para que Biolcati y la Mesa de Enlace estén contentos. Para que los pobres se caguen. O terminen en cuarteles, para que no jodan. Para que no se vean. Muchos de ellos que con sus políticas pasadas contribuyeron a la exclusión de estos jóvenes, ahora los quieren militarizar. Ya tiene media sanción en el Congreso la Ley de “Servicio Cívico Voluntario”. Claro que en esta medida, que se quiere disfrazar de medida educativa, se vislumbra que su esencia está ligada con las políticas de seguridad, y fue tratada junto a las leyes de salideras bancarias y desaparición forzada de personas. Está emparentada con los que quieren entrenar a niños policías. ¿Y las escuelas públicas? ¿No es ese el espacio donde los jóvenes que no tienen recursos deberían estudiar? ¿Cómo es que la oposición aprueba una ley tan fascista? Arre, arre, a reclutar en los cuarteles a jóvenes entre 14 y 24 años. Quedé consternada. Ausencia de patitos en fila, diría Aníbal Fernández. Pero, ¿por qué no se arman otros proyectos más adecuados para poder darle inclusión a los muchos jóvenes que no pueden asistir a la escuela?, ¿por qué los estigmatizan haciéndolos pasar por delincuentes? Hay mucha gente que hace mucho por aquellos que están en situación de calle o no están escolarizados. Muchos que creen que las políticas sociales son el comienzo de la construcción de una realidad más justa.
El proyecto de ley propone que los jóvenes en situación de riesgo tengan una oportunidad de concluir sus estudios nada menos que en cuarteles militares, salteando las instituciones educativas públicas existentes. El ejército entonces debería ser el espacio que los albergue... ¡¡¡Ajá!!! ¡Qué mentes brillantes acechan el Congreso! Me hago una pregunta: cuando hablan de riesgo, ¿hablan del riesgo que corren los chicos, o del que podríamos correr nosotros si no los encierran en los cuarteles? Algo que llama poderosamente la atención es que este proyecto “educativo” no fue girado a la Comisión de Educación, fue tratado por las comisiones de Asuntos Penales y de Seguridad. Un bachillerato para pobres. ¡Qué idea progresista, che! Y adivinen: ¿quién la promueve? El radical Ernesto Sanz. El mismo que habló en contra de la Asignación Universal por Hijo, porque era fomentar la droga y el juego. El Ejército está chocho... ¡Ja, ja! Ya rechazó el proyecto explicando que no es parte de sus funciones dedicarse a este tipo de actividad docente.
Un proyecto similar al de Sanz ya se aplicó en Mendoza de la mano de nuestro “amigo” Julio Cobos, y... no funcionó. Yo creo que a esta gente no le importa los marginados. Lo único que quieren es sacarse de encima el problema. Y quedar bien con Clarín para poder aspirar a ser gobierno en 2011, y trabar lo más posible cualquier cosa que no salga de sus filas. Pero tengan cuidado, aprendices del desastre, porque la única verdad es la realidad, y un intento de golpe es un intento de golpe. Y una ley represiva, es una ley represiva. Y por más que se disfracen y se pinten, lo único que van a lograr es verse ridículos. No nos tomen por estúpidos. La Argentina está fuerte. Latinoamérica está fuerte. Y aunque sangren por la herida, tarde o temprano tendrán que reconocerlo: este momento histórico figurará en los libros, y a ustedes la historia los va a condenar
por Florencia Peña
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1 comentario:
Excelente nota. No me imaginé que esta mina fuera tan reflexiva.
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