Javier Milei, nuestro enano fascista, acaba de sufrir la derrota política más contundente en su corta carrera política parlamentaria.
A pesar de su obstinada negativa en reconocerlo y su éxito transitorio y superficial contra la inflación, todos los indicadores económicos marchan hacia el desastre. La evidencia mayor son las monstruosidades cometidas contra jubilados, discapacitados y el sistema de Salud, cuyo paradigma es el Hospital Garraham.
De allí las derrotas con la participación de legisladores propios, con gobernadores que le soltaron la mano y con votaciones en contra que alcanzaron la unanimidad. Las rencillas internas cobran el nivel de agresividad y escándalo farandulezco que caracterizan al mileismo. Hasta burócratas sindicales con la arraigada costumbre de apoyar a los gobiernos de turno sin importar su signo político, como Andrés Rodríguez de UPCN, toman distancia de él aumentando su aislamiento.
Difícil decir hasta que punto lo apoyará el imperio norteamericano e Israel, sus mayores referentes. Pero el vendaval opositor se le aproxima y los test electorales de Setiembre y Octubre serán como dos encuestas a cielo abierto que marcarán el rumbo de los acontecimientos.Con Milei nada, con el pueblo todo.
Lido Iacomini -13 de Julio 2025
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