Palestinos caminan entre la destrucción dejada por la ofensiva aérea y terrestre israelí en la Franja de Gaza cerca del Hospital Shifa en la ciudad de Gaza, el lunes 1 de abril de 2024. [AP Photo/Mohammed Hajjar]
por Andre Damon
El jueves, el New York Times publicó un informe detallado de la existencia de documentos militares israelíes autorizando el asesinato de 20 no combatientes por cada ataque “preventivo” contra un solo presunto simpatizante de Hamás, a veces alcanzando una taza de 100 a 1.
El informe deja claro que Israel ha librado su guerra contra Gaza como una guerra de exterminio, matando a la población civil a través de bombardeos aéreos como un objetivo equivalente a la masacre de aquellos que han tomado las armas contra la ocupación israelí.
El Times informó que, a las pocas horas del comienzo del ataque del 7 de octubre, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) emitieron una orden sin precedentes que autorizaba el bombardeo efectivamente sin restricciones de áreas civiles de Gaza.
“En cada ataque, decía la orden, los oficiales tenían la autorización de arriesgarse a matar hasta 20 civiles”, escribió el Times.
La orden autorizaba a las FDI a atacar a figuras vagamente asociadas con Hamás mientras estaban en casa con sus familias, creando las condiciones para la masacre sistemática y deliberada de hogares enteros. “Significaba, por ejemplo, que los militares podían atacar a militantes de base mientras estaban en casa rodeados de familiares y vecinos”.
El Times agregó que “los comandantes superiores aprobaron ataques contra líderes de Hamás que sabían que pondrían en peligro a más de 100 no combatientes, cruzando un umbral extraordinario para un ejército occidental contemporáneo”.
Lo que queda claro en el relato del Times es que el “sistema” y las “reglas de enfrentamiento” utilizadas en los “ataques preventivos” contra presuntos simpatizantes de Hamás no eran más que una tapadera para un bombardeo masivo de Gaza con bombas destructoras de edificios, destinadas a matar a la mayor cantidad de personas posible y destruir Gaza lo más posible.
El objetivo de esta masacre era limpiar étnicamente Gaza, para ser anexada, ocupada y colonizada permanentemente por Israel, como parte de lo que el primer ministro israelí Netanyahu llamó el “nuevo Oriente Próximo”, bajo la hegemonía directa y el dominio de las potencias imperialistas a través de su Estado vasallo israelí.
El hecho de que esta campaña de exterminio masivo continúe hasta el día de hoy quedó demostrado por el asesinato el jueves de cinco periodistas en un ataque aéreo, llevando a 201 el número total de periodistas asesinados en Gaza desde octubre de 2023.
Hasta la fecha, 45.361 palestinos han muerto en el asalto de Israel a Gaza que comenzó el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud de Gaza. Pero esta cifra no incluye el gran número de personas que han muerto por la hambruna provocada deliberadamente contra la población de Gaza por parte de Israel ni la destrucción de su sistema de salud. El total podría ser de 186.000 o más, según un reporte de The Lancet en julio.
El informe del Times constituye un reconocimiento semioficial por parte del Gobierno de los Estados Unidos de la existencia de la orden de exterminio, principalmente desde el punto de vista de control de daños. En gran parte la noticia fue informada anteriormente por +972 Magazine, una publicación independiente israelí-palestina, pero el informe del Times es la primera vez que uno de los mayores medios de comunicación estadounidenses afirma haber visto el documento que autoriza el asesinato de 20 civiles por cada combatiente.
Los ataques israelíes se llevaron a cabo sin advertencias, a menudo sobre la base de un sistema llamado “Lavanda” que utilizaba inteligencia artificial para atacar edificios de apartamentos enteros y sus residentes para su destrucción sin previo aviso y, en algunos casos, sin supervisión humana.
La orden emitida el 7 de octubre fue seguida por otra, emitida el 8 de octubre, que, según el Times, declaró: “Se permitió que los ataques contra objetivos militares en Gaza ... pusieran en peligro acumulativamente hasta 500 civiles cada día”.
En un pasaje extraordinario, el Times escribió que “Un erudito de West Point consultado por el Times, el profesor Michael N. Schmitt, dijo que se corría el riesgo de que esto fuera interpretado por oficiales de rango medio como una cuota que tenían que alcanzar”. En cualquier caso, escribió el Times, la “cuota” se eliminó pocos días después, y hubo varios días en los que se informaron más de 500 muertes en Gaza.
Durante los dos primeros días de la guerra, el Times informó en un artículo anterior que “el 90 por ciento de las municiones que Israel arrojó en Gaza eran bombas guiadas por satélite de entre 1.000 y 2.000 libras”.
Varios funcionarios estadounidenses han declarado en repetidas ocasiones que han alentado a los líderes israelíes a usar municiones de menor potencia. Pero estas declaraciones públicas son desmentidas por el hecho de que, según un informe de julio de Reuters, Estados Unidos envió a Israel 14.000 bombas de 2.000 libras entre octubre y julio, más que cualquier otro tipo de munición.
Pirámide demográfica por edad de personas asesinadas en edificios residenciales en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 verificadas por la ACNUDH [Photo: United Nations Human Rights Office]
La existencia de esta orden ayuda a explicar los hallazgos de un informe de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas publicado en noviembre que concluyó que el 70 por ciento de las muertes de civiles en Gaza desde octubre fueron mujeres y niños, y que los niños menores de 18 años representan, con mucho, la mayor parte de las muertes.
A lo largo del genocidio, la administración Biden ha tratado de promover la afirmación de que Israel, a pesar de ser a veces demasiado entusiasta en el uso de armas, no tiene la intención de exterminar a la población de Gaza ni de desplazarla por la fuerza.
Sin embargo, la realidad es que los documentos que el New York Times ha verificado habrían estado disponibles de inmediato para las agencias de inteligencia de los Estados Unidos en cuestión de días a partir de su circulación. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, habría sido informado sobre ellos antes de su viaje a Israel en octubre de 2023, donde prometió el apoyo total del Gobierno de los Estados Unidos al genocidio.
Personas asesinadas en edificios residenciales verificadas por la ACNUDH, por número de bajas por incidente [Photo: United Nations Human Rights Office]
Si bien la ofensiva israelí contra Gaza establece una marca para el exterminio rápido de una población que no tiene precedentes en una guerra patrocinada por Estados Unidos del siglo XXI, Estados Unidos ha estado librando una guerra en todo Oriente Próximo desde la proclamación de la “guerra contra el terrorismo”, utilizando muchos de los métodos utilizados por Israel. En 2013, un estudio publicado en la revista médica PLOS Medicin e concluyó que la invasión estadounidense de Irak provocó la muerte de medio millón de personas o más entre 2003 y 2011, incluyendo un 70 por ciento de muertos en ataques violentos.
Desde 2001, Estados Unidos ha llevado a cabo la asombrosa cifra de 100.000 ataques aéreos en todo el mundo, incluidos Irak, Afganistán, Pakistán, Libia, Siria, Yemen y Somalia. Durante el Gobierno de Obama, los asesinatos con aviones no tripulados estadounidenses se volvieron sumamente regulares al organizarse en reuniones “martes del terror” del presidente, en las que seleccionaba personalmente los blancos de asesinatos ilegales, elegidos de una “matriz de disposición” orwelliana de objetivos.
No se ha realizado un estudio actualizado comparable sobre el número de muertos en estas guerras, pero si los métodos aplicados a Irak en 2013 se utilizaran en estos países, es probable que el número de muertos sea de millones.
El uso sistemático de asesinatos extrajudiciales durante el último cuarto de siglo por parte de los Estados Unidos es la respuesta a las afirmaciones de la Casa Blanca de que está instando a Israel a mostrar “moderación”.
Más bien, Israel, utilizando armas e inteligencia provistas por los Estados Unidos, solo está perfeccionando e institucionalizando los métodos utilizados por los Estados Unidos durante la “guerra contra el terrorismo”. Y los crímenes de Israel solo sentarán el precedente para el uso adicional de asesinatos masivos contra áreas urbanas densamente pobladas, tanto en todo el mundo como dentro de los propios Estados Unidos.
La complicidad de las potencias imperialistas en el genocidio de Gaza se erige como una acusación contra todo el sistema capitalista, que está normalizando sistemáticamente el genocidio, la forma máxima de barbarie social, en defensa de los intereses de la oligarquía financiera capitalista parasitaria.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de diciembre de 2024)
Publicado en:
https://www.wsws.org/es/articles/2024/12/28/pers-d28.html
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