Cristina Fernández de Kirchner volvió a ocupar el centro de la escena política. Luego de presentarse a declarar en la causa por el dólar futuro que impulsa Bonadío, protagonizó, con los tribunales como escenografía, un multitudinario y contundente acto, como ningún otro político argentino vivo podría hacerlo.
Por Gonzalo Navarro
“Cuando los dirigentes no respondan por ustedes, tomen las banderas y marchen, no esperen salvadores y mesías”. Debajo del escenario, hombres y mujeres llegados desde los lugares más lejanos del conurbano bonaerense y el interior del país, ovacionaron la llegada de CFK, y le dieron cuerpo a la reaparición política de la ex Presidenta.
La avenida Comodoro Py no le alcanzó a la gente de pie, que inundó toda la zona de Retiro para expresar su respaldo a CFK. Mientras tanto, en el cuarto piso de los tribunales, Cristina se presentó ante Claudio Bonadío con un contundente descargo que manifestó en forma oral. Luego, el magistrado le consultó si iba a contestar preguntas, a lo que la ex mandataria respondió que no, presentó un escrito y recusó al juez. Afuera, miles aguantaron el frío, la lluvia y la inflación: 60$ el chori tribunalicio. Sólo unos pocos privilegiados pudieron degustarlo.
En el escrito presentado al Juez, y difundido minutos antes por las redes sociales, Cristina se despachó duramente, tanto contra el carácter político de su imputación, como contra los atropellos del nuevo Gobierno.
CFK y BonadioLuego del trámite judicial, salió y se dirigió al público, sobre un escenario montado frente a los tribunales Federales. Con esa atípica escenografía como plataforma de lanzamiento, la ex Presidenta no se refirió tanto
a su situación judicial y a los desequilibrios del magistrado que le tocó en suerte, como al proceso de destrucción y retrocesos que sufren los sectores medios y bajos de la sociedad argentina desde la asunción de Macri. Dedicó gran parte de su discurso al aumento del precio de los alimentos, el aumento de las tarifas de los servicios de energía eléctrica y gas, y los aumentos en los medios de transporte, los despidos en el sector público y en el privado, las limitaciones a la libertad de expresión como consecuencia de la derogación de la ley de medios, entre muchas otras de las decisiones de la actual administración. “No se preocupen por mi”, aseguró CFK.
Tampoco evitó mencionar la privación de la libertad de Milagro Sala: “No quiero que dirigentes sociales como Milagro Sala estén encarceladas. ¿De qué se la acusa?”, se preguntó.
El escándalo que protagoniza el elenco gobernante a partir de la filtración de datos provenientes de paraísos fiscales se llevó buena parte de la atención. Desde temprano, la muchedumbre llegó cantando “hay que saltar, hay que saltar, el que no salta tiene cuenta en Panamá”. Cristina, se refirió a este tema, pero también hizo historia en el origen de la riqueza del clan Macri, sus negocios con el Estado, y la absolución que el actual mandatario obtuvo en última instancia por la mayoría automática de la Corte menemista, en un caso de contrabando.
El Frente Ciudadano
El llamado a indagatoria impulsado por el juez Bonadío contra la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la causa por el “dólar futuro”, resultó en la plataforma de lanzamiento de un frente opositor.
Así como Néstor kirchner evocó una frase de Mao para abrir el juego dentro del peronismo cuando pidió “que florezcan mil flores”; y CFK, una vez que ya habían florecido, convocó en 2011 a que la cosecha se encolumne detrás de la conducción de La Cámpora en Unidos y Organizados; ahora Cristina llamó a abrir el juego nuevamente: pidió que los militantes se aboquen a la construcción de “un frente ciudadano”, amplio y plural.
“El frente ciudadano debe agruparse y reclamar a sus representantes” dijo, y agregó que “cuando los dirigentes no respondan por ustedes, tomen las banderas y marchen, no esperen salvadores y mesías”. “Intuyo en el aire que las cosas no están bien. Se trata de ustedes”, dijo.
Publicado en:
http://infosiberia.com/2016/04/13/volvio/
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