Rusia nunca ha querido un alto el fuego en Ucrania, quería una solución omnicomprensiva con EEUU, incluso con las relaciones con Europa, pero Ignacio García Valdecasas, embajador de España retirado, siempre ha insistido en que Rusia haría malabarismos para decir no a la tregua.
"Putin ya ha hecho sus cálculos y sabe hasta dónde puede llegar con la guerra". En una reunión con la cúpula del empresariado ruso, Putin envío un mensaje claro: las sanciones de Occidente continuarán, es decir, "asume el fracaso de las negociaciones de paz y que la guerra se decidirá en el frente de batalla". Y por su parte, los servicios secretos ucranianos reconocen que sin la ayuda de EEUU no llegan a junio. Ahora el papel es de Trump: o escala el conflicto enviando tropas o deja la cosa como va y "la victoria de Rusia es inevitable".
Trump es un maestro en atribuir responsabilidades, culpando a Putin y Zelensky y salvándose en que si le hubieran dejado a él, la guerra habría terminado. A Zelensky le castiga sin enviar tropas, pero a Putin no puede ponerle más sanciones. Ahora ha amenazado a Repsol por comprar petróleo a Venezuela. "EEUU se está poniendo en estado de guerra con más de la mitad del planeta". Esto ya no es un paso de la hipocresía al cinismo, esto es ya una realidad imperial, defiende Valdecasas.
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