28 marzo, 2019
En una jornada con la economía al rojo vivo, con un dólar que llegó a casi $ 45, con la suba del Riesgo País, un nivel de pobreza que ya afecta a 13 millones de personas y una remarcación descontrolada de precios en las últimas horas, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, lanzó el más que sorprendente y poco creíble mensaje de que “esta vez sí estamos saliendo de la crisis”, y que “vamos resolviendo los problemas estructurales”.
“El mercado no duda de nuestra capacidad de pago, duda de la voluntad de pago. Hay sectores que agitan soluciones mágicas, esto nos aumenta el Riesgo País a lo largo de este año electoral”, dijo el funcionario, para disparar contra la oposición, y apuntó contra las “recetas” de las últimas décadas que, a su entender, no funcionaron y que contrastó con el enfoque que tiene la gestión de Cambiemos.
Con un aire de soberbia y un discurso alejado de la realidad, Peña tuvo un áspero paso por el Senado, en lo que fue su primer informe de gestión del año, en un recinto raleado por la ausencia de muchos senadores y toda la bancada kirchnerista –que se negó a escuchar al ministro tras recibir respuestas insatisfactorias a sus preguntas anticipadas–, el peronismo federal embistió contra “el relato” del oficialismo.
Según Peña, “estamos sobre tierra más firme, más allá de los síntomas dolorosos. Hoy no hay controles de cambios, estamos recorriendo el camino de la baja de los impuestos, tenemos tipo de cambio competitivo, el Banco Central ya no financia el Tesoro, y hemos dado vuelta la situación energética”.
“Cuénteme en que país vive, ustedes como que llegaron de un ovni ayer, paren de poner excusas, el pueblo está de rodillas”, arremetió el peronista fueguino Julio Catalán Magni. En tanto, el formoseño José Mayans puso el foco en el nivel de endeudamiento: “Esta es la campaña más cara de la historia, porque el FMI pone 9.500 millones de dólares para sostener el gobierno de Macri”.
Tal como era de esperarse, la advertencia sobre el crecimiento de la pobreza y la inflación, fue un denominador común de los senadores opositores.
A Mayans, además, quien le había manifestado sus dudas sobre una serie de reformas electorales que hizo el Gobierno, Peña le respondió indignado: “El Gobierno no prepara ningún fraude electoral, esa es una chicana berreta”.
En otro pasaje de su discurso, el jefe de Gabinete insitió con la necesidad de mejorar la “competitividad laboral”, clásico eufemismo utilizado para atacar las condiciones de los trabajadores para favorecer a los empresarios.
“El Gobierno se puso como objetivo reducir los costos del empleo bajando la litigiosidad laboral, que encarece el empleo, a través de las alícuotas de las ART, al incluir cláusulas de productividad en los convenios colectivos y bajar los impuestos a los salarios más bajos”, dijo. Y dejó planteado que el Gobierno busca profundizar este camino: “En las tres cosas hemos avanzado, también en mesas de diálogo sectoriales y permanentes con las centrales sindicales. Esperamos seguir haciéndolo”.
Su relato no coincide con la realidad. La sociedad sufre esta situación. No hay avances sino deterioro. Solo avances de mayor pobreza, desempleo, caída del país, mayor inflación. Hay un deterioro profundo de la calidad de vida de millones de argentinos”, replicó el chubutense Mario Pais.
Por su parte, la catamarqueña Inés Blas sostuvo que “hay angustia y preocupación de los argentinos para afrontar las tarifas que tiene que abonar en electricidad y gas. Nuestra gente no la puede pagar y la situación es insostenible”.
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