Caracas, Feb. 5 AVN (Por Hernán Mena Cifuentes)
A veces se dan a conocer hechos aparentemente aislados, pero que están directamente vinculados a eventos que, por lo siniestro de los fines que persiguen, pueden, de no ser neutralizados, desviar el curso de la historia de pueblos como el de América Latina y el Caribe, que siguiendo el ejemplo de la Revolución Bolivariana pusieron fin al secular dominio que EEUU ejerció sobre la región.
Tal es el caso de la denuncia hecha el viernes por el presidente Nicolás Maduro, al revelar detalles de una reunión privada entre el vicepresidente yanqui Joseph Biden con líderes de algunas islas del Caribe, quien al margen de la Cumbre de Seguridad Energética que hace una semana se celebraba en Washington, les dijo que “abandonaran Petrocaribe ya que en Venezuela habría un golpe de Estado.”
“Los presidentes con los que me reuní, -expresó el el mandatario venezolano- me dijeron que los planes vienen de los EEUU. Quieren derrocarme y acabar con la revolución.”
“Lo que hizo el vicepresidente de EEUU no tiene nombre. El 26 de enero, a las 10.33 a.m. se reunió con los presidentes del Caribe y a todos los dijo que el gobierno de Venezuela iba a ser derrocado. Que Petrocaribe iba a desaparecer; que era el momento de que dejaran sola a Venezuela, pero ellos rechazaron la idea. El Caribe se paró firme en defensa de Venezuela”, expresó el mandatario.
La denuncia puso al desnudo los verdaderos fines de la cita, supuestamente convocada para analizar y buscar soluciones al problema de la caída de los precios del petróleo, ya que tenía como propósito, utilizarla para que Biden se reuniera a puerta cerrada con los primeros ministros de Jamaica, Barbados, Santa Lucía y Trinidad-Tobago urgiéndoles a abandonar Petrocaribe ante la inminencia de un coup d’etat en Venezuela.
Llama hecho que la vincula con los planes desestablizadores contra Venezuela, es el hecho de que a la misma, no fueran invitados otros países caribeños, pero sí, España, el FMI y el Banco Mundial, país y organismos financieros a los que nada les importa los pueblos del Caribe, ya que, todo lo contrario, históricamente se han dedicado a subyugar sus pueblos a explotar sus recursos naturales.
Y es que, ¿desde cuando a EEUU le preocupa la seguridad energética de unas islas que por décadas vivieron sometidas al olvido y a la usura y codicia de sus transnacionales que les vendían a precios prohibitivos el combustible indispensable para el desarrollo y bienestar social de sus pueblos, hasta que llegó en su rescate Petrocaribe, genial proyecto humanitario de Chávez.?
Y ¿desde cuando también, al gobierno el español y a esos entes financieros les preocupa los problemas energéticos de esas diminutas islas, cuando, precisamente se distinguen, el primero en haber empeorado la solución de su propia crisis, a el FMI y el BM por arruinar con sus recetas privatizadoras a los pueblos de América Latina y el Caribe, como lo hicieron en la Década perdida.?
A esos hechos de evidente carácter desestabilizador, se sumó otro, que confirma la existencia del golpe de Estado en marcha denunciado por Maduro cuando, este miércoles, Vincent Stewart, director de Inteligencia del State Department manifestó que “el gobierno de Nicolás Maduro enfrentará masivas protestas en los meses previos a las elecciones parlamentarias de 2015.”
El general de 3 estrellas, en cínico y falso tono paternalista, dijo que “estamos un poco preocupados por las elecciones parlamentarias y lo que eso podría significar en términos de violencia y de violaciones a los DDHH por parte del gobierno venezolano, obviando el hecho de que es EEUU y no Venezuela, su principal violador, no solo en su país, sino también en el resto del mundo.
Lo que en realidad deja ese cúmulo de evidencias, es que, detrás de los planes para derrocar a Maduro y destruir la Revolución Bolivariana, esta en marcha la más brutal y gigantesca de todas las conspiraciones que exhibe el amplio prontuario delictivo del imperio como desestabilizador de gobiernos democráticos en América Latina, el Caribe, África, Asia Europa y Oceanía.
Y es que la asonada contra Venezuela, es apenas la punta del iceberg de una monumental conspiración puesta en marcha por EEUU para destruir a la CELAC, el sueño de integración regional que hace 2 siglos tuvo Bolívar, hecho realidad por iniciativa e impulso de Chávez, tras su creación en febrero de 2010 en México y su nacimiento oficial en diciembre de 2011 en Caracas.
Un institución de auténtica y pura identidad regional que acabó con el predominio y dominación política, que el Imperio mantuvo sobre la Patria Grande durante más de 60 años, a través de ese engendro suyo, la OEA, desde la cual EEUU sojuzgó a pueblos y gobiernos democráticos perpetrando invasiones militares, golpes de Estado y otras perversidades que frenaron su desarrollo económico y social.
Desde ese foro fundado en 1948, “ministerio de colonias de EEUU”, como acertadamente lo bautizó el canciller cubano Raúl Roa, el imperio yanqui logró aprobar todas sus resoluciones a favor de sus perversos intereses , mientras los representantes de las dictaduras y gobiernos pseudo democráticos, allí representados, se limitaban a alzar los brazos en señal de sumisa obediencia a su amo.
Pero esa época de humillación, de ausencia de dignidad y soberanía para los hijos de la Patria Grande, llegaría a su fin tras la emergencia de Hugo Chávez Frías en el escenario político de Venezuela y su triunfo electoral en los comicios presidenciales de diciembre de 1998, punto de partida de la Revolución Bolivariana.
El ejemplo del pueblo venezolano lo siguió el resto de los pueblos de la Patria Grande, al darle sus votos a un grupo de líderes progresistas y revolucionarios en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay y otros países, que al igual que Chávez, iniciaron las transformaciones que modificaron el mapa político, económico y social de la región que terminó liberándose de las garras del Imperio
Fue el punto de partida de un proyecto que con el apoyo de Cuba, llevaría a la creación una serie de instituciones, mecanismos de integración regional como el Alba, Petrocaribe, Unasur, hasta llegar a la Celac, que excluyó a EEUU de su seno, y que, junto con Mercosur, previamente creada, llegarían a consolidar la monolítica unidad de una región que dejó de ser el Patio trasero del Imperio.
Ese acto de rebeldiá que condujo a su liberación es lo que ha llevado a EEUU que, cansado del fracaso de sus lacayos de la oposición golpista en la misión que le encargara, de derrocar al gobierno de Venezuela, fase inicial de su conjura, decidiera hacerlo por cuenta propia.
Piensan sus planificadores que solo así, aplicando la vasta experiencia y tradicional accionar conspirativo de EEUU como desestabilizador de oficio, podrán alcanzar su objetivo final, que es la destrucción de la Celac y así poder recuperar los espacios de poder perdidos en una región a cuyo pueblo sojuzgó y saqueo durante un siglo sus ingentes recursos naturales
De allí el odio y enfermizo deseo de venganza que EEUU alberga contra la Revolución Bolivariana, responsable de la debacle que lo llevó a perder la hegemonía que ejerció sobre la región, cuyo inexorable final comenzó con el triunfo de la Revolución Cubana liderada por Fidel y terminó desapareciendo con el ejemplo que a sus pueblos dio la victoria del proceso liderado por Chávez.
Fue la miseria humana que corroe las mentes de sus gobernantes, lo que llevó a EEUU a poner en marcha, en complicidad con apátridas traidores, el fracasado golpe de Estado continuado que desde hace 15 años adelanta contra Venezuela, genocidio que ha cobrado la vida de centenares de inocentes y provocado cuantiosos daños materiales estimados en miles de millones de dólares.
Un fracaso tan costoso, que ha llevado a EEUUU a diseñar este nuevo plan, sin la violencia propia los tradicionales golpes de Estado, sino enmarcado en la mas reciente de sus tácticas, la del Golpe suave, maquiavélica conjura, como la denunciada ahora por Maduro, que busca acabar con el sueño libertario de unos pueblos que han despertado del secular letargo en que los sumió el Imperio.
Y es allí, bajo el cielo del Caribe, donde comenzó a sangre y fuego hace poco más de un siglo su carrera de conquista, invadiendo pueblos con sus cañoneras repletas de marines, que EEUU sobrevuela como buitre hambriento, buscando al dominar al mundo, pero antes deberá destruir antes a una CELAC que se interpone como piedra en el zapato, en su camino de conquista.
Y es que sus pretensiones de conquistador regional y planetario se han visto frenadas inesperadamente, ya que individualmente, los países que conforman la Celac como la misma institución, se ha unido a esos dos gigantes, que son China y Rusia, firmando decenas de acuerdos políticos, económicos, financieros y de asistencia militar, que les permite resistir con éxito todos los embates del Imperio en su contra.
Para asegurar la integridad de la Revolución Bolivariana y de la CELAC, hoy bajo la brutal emboscada del Imperio, el pueblo venezolano y del resto de la Patria Grande, se inspiran en las palabras con que José Félix Ribas arengó a sus soldados y a los 85 imberbes seminaristas y estudiantes universitarios el 12 de febrero de 1814 ante la inminencia de la Batalla de La Victoria, diciéndoles:
“En esta jornada que será memorable, optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer¡. Viva la República”, dijo al finalizar su arenga “El vencedor de los Tiranos”, título que le otorgó El Libertador al enterarse de su triunfo sobre las huestes realistas.
Y Nicolás Maduro alcanzó esta semana una victoria tan importante como aquella, en el marco de la lucha que libra contra el Imperio yanqui, al denunciar ante el mundo la cobarde y vil conjura que este despliega para destruir la Revolución Bolivariana, objetivo inicial del macabro plan orientado a aniquilar a la Celac, el sueño de Bolívar hecho realidad bajo el impulso del supremo y eterno comandante.
“Presidente Obama, detenga esa locura, para que no se meta en un callejón sin salida”, le dijo el martes al mandatario yanqui, el Premio Nobel de la Paz que hace la guerra, pero lamentablemente, Obama, no puede escucharlo, ya que no está en sus manos hacerlo, porque la decisión pertenece a otros, los que quieren la guerra, los que ocultos tras la sombra, manejan los hilos del poder en la Casa Blanca.
Pero Maduro no esta solo, lo acompañan en su duro batallar todas las instituciones regionales hijas del proceso integrador que hoy rige en la Patria Grande, como el Alba, Unasur, Petrocaribe, Mercosur y la Celac, cuyo secretario general, Ernesto Samper, tras recibir de manos de Maduro las pruebas que dan cuenta de la conspiración que EEUU adelanta contra Venezuela, dijo:
“Quiero reiterar públicamente que la posición de Unasur que está en su Carta Constitutiva y ha sido refrendada en el Tratado de Clásula Democrática, es absolutamente clara y contundente al señalar que cualquier intento de desestabilización que se produzca en una democracia o intento de desestabilizar un gobierno, contará con el rechazo unánime de los países del Sur”,(UNASUR).Fueron sus declaraciones otro demoledor golpe asestado a los planes desestabilizadote contra el gobierno de Maduro por parte de EEUU.
Ya el 26 de enero, el Imperio había acusado otro golpe devastador por parte de Unasur, que emitió un Comunicado en rechazo a las ilegales e ilegítimas sanciones unilitares acordadas por Washington contra varios funcionarios del gobierno de Caracas, en flagrante violación del Derecho internacional, decisión que provocó el repudio y rechazo de otros organismos y líderes mundiales.
De allí la soberbia y prepotencia con que Washington respondió a través de un vocero del Departamento de Estado, desestimando la posición de Samper, lo mismo que una eventual participación de Unasur como mediador en un diálogo entre Washington y Caracas.
Sin embargo, su soberbia y prepotencia están por recibir otro demoledor golpe, aún mas devastador que los recibidos en los últimos días, cuando, la próxima semana Unasur celebre la reunión extraordinaria convocada para analizar las pruebas presentadas por Venezuela a su secretario general sobre el plan desestabilizador que Washington adelanta contra la Revolución Bolivariana.
Y aun cuando solo se trate de una sanción moral y ética la que seguramente Unasur aplicará a EEUU, será la primera de una serie penalizaciones similares que le seguirán, cuando sus hermanas del Alba, Petrocaribe, Mercosur y la Celac hagan lo mismo en los días venideros.
Y es que solo así podrá frenarse la marcha de la demencial conjura desatada contra la Revolución Bolivariana, fase inicial de la conspiración aún mayor y más siniestra que pretende acabar con la Celac, la que puso fin a la secular dominación que EEUU ejerció sobre el Abya-Yala, el continente del futuro y salvación de un planeta amenazado de extinción por la usura y codicia de un imperio.
Publicado en:
http://www.nos-comunicamos.com.ar/content/eeuu-adelanta-golpe-contra-america-latina-y-caribe
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