Miradas al Sur. Año 4. Edición número 159. Domingo 12 de junio de 2011
Por
Emiliano Guido
eguido@miradasalsur.com
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Emiliano Guido
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El presidente electo de Perú sabe lo necesario sobre las leyes de la guerra para comprender que el desplome de la Bolsa de Valores de Lima, a sólo 24 horas de su triunfo, fue una demostración de fuerza importante de los poderes fácticos del país andino.
La primera bomba del enemigo explotó antes de lo previsto, calcula el presidente electo de Perú Ollanta Humala. Ex Teniente Coronel con tropas a cargo en el irregular terreno amazónico, el nuevo Jefe de Estado andino sabe leer el movimiento de los batallones adversarios y entiende que el brutal desplome de la Bolsa de Valores de Lima a sólo 24 horas de su triunfo electoral fue una demostración de fuerza importante de los poderes fácticos del país.“El lunes negro de Lima fue un mensaje mafioso, una especie de golpe de mercado preventivo y un recordatorio de lo que podría llegar a pasarle a Ollanta Humala en caso de que optara por abandonar el camino trazado por sus predecesores”, apunta el politólogo argentino Atilio Boron. Es lógico, por otra parte, que la cabecera del principal pool periodístico del país utilice la portada del diario El Comercio para extorsionar a Humala al “exigirle un gobierno de concertación”, o que la poderosa Confiep (Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas, gremio que agrupa a las principales empresas del país) le reclame que oficialice ya mismo el nombre de su futuro ministro de Economía. El hombre que prometió en campaña cerrar el largo ciclo neoliberal andino entiende que primero deberá decapitar a una hidra de varias cabezas para poder concretar su programa de cambio social. Su país posee una economía, principalmente minera y cocalera, muy vulnerable a los centros de poder mundial, y a más de un tercio de sus compatriotas no le ha llegado ni una gota del famoso derrame del crecimiento económico peruano. Por lo tanto, mientras recorre la región en gira diplomática –en dos días se entrevistará con la presidenta Cristina Fernández en la Casa Rosada– y su equipo técnico encargado de monitorear la transición presidencial toma notas de la herencia que dejará Alan García en el Palacio Pizarro, Ollanta Humala toma un prismático y observa la línea enemiga. Demasiado arsenal concentrado en una sola mano. Todavía es hora de estar en retaguardia, razona.“Todavía no hay humo blanco con la gente de Alejandro Toledo. Estamos negociando con ellos una agenda de trabajo que nos permita contar con una mayoría parlamentaria propia”, advierte desde Lima a Miradas al Sur Ricardo Soberón, asesor en política antinarcóticos de Humala y número puesto a presidir el Sedronar peruano. El dato de Soberon es importante porque, sin el apoyo táctico del ex presidente Toledo, a Humala le quedaría todo el arco político partidario en la vereda de enfrente. En ese sentido, los asesores de Humala intentarán de aquí hasta al 28 de julio –día de la asunción presidencial– convencer al toledismo de hacer factible esa vieja frase del líder chino Mao Tse Tung: “Golpear juntos y marchar separados”.¿Y en qué batallas pueden converger ambos mariscales políticos? Para Soberón, hay varios denominadores comunes: “El país está partido al medio. Humala ganó, y por mucho, en 16 de las 22 regiones de la nación. Hay que federalizar al Perú, el interior de la sierra y la selva no puede perder más tiempo. Después, tenemos 236 conflictos medioambientales producto de la minería a cielo abierto y a las zonas del Vrae (valles selváticos) en guerra por los carteles de la droga. Hay que trasladar el desarrollo de Lima hacia el resto del país”. Finalmente, el tira y afloje entre el futuro oficialismo y la bancada de Toledo podría llegar a un final feliz según el reconocido periodista peruano Gustavo Gorriti, quien en un artículo titulado “El fin del fujimorismo” vaticinó lo siguiente: “La amenaza planteada por la posible victoria de Keiko llevó de hecho a una coalición, sobre una plataforma de defensa de la democracia, entre el ex presidente y Ollanta Humala. Ambas bancadas parlamentarias hacen mayoría y podrían permitir a Humala gobernar con una cierta tranquilidad”.Mientras tanto, el Jefe de Estado electo otorga entrevistas, dialoga con presidentes, pone en calor la musculatura política que le exigirá su nuevo puesto de comando. Y al hablar Humala otorga pistas y confirma que el mito del oficial radical chavista es puro humo mediático. “La prioridad será la agenda social. Vamos a crear el programa Cuna Más –guarderías gratuitas para niños menores de tres años con alimentación y estimulación temprana– en los 600 distritos más pobres del país y a implementar gradualmente el programa Pensión 65 –una asignación de unos 90 dólares para los mayores de 65 años que no tienen una pensión–”, enfatiza Ollanta y elogia por centésima vez al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva. A su lado, no importa el lugar, escucha y aprueba el asesor Luis Favre –hermano del dirigente trotskista argentino Jorge Altamira–, importante cuadro del PT brasileño y maestro de ceremonias en el actual romance que viven el lulismo y el nacionalismo peruano. Por supuesto, el eje Brasil-Perú no es un culebrón sino un fino ensayo de geopolítica, donde el Palacio Planalto especula conectar la producción de la burguesía paulista hacia el mercado chino utilizando los puertos peruanos y Perú pretende, por supuesto, compensar la supuesta retirada de fondos especulativos con sólidos líneas crediticias de la principal potencia latinoamericana.Los cholos, los indios y campesinos que se reflejan en el rostro cobrizo de Ollanta Humala presidente, también están tan impacientes como los caciques de la pirámide social y le exigen al nuevo primer mandatario que demuestre más pronto que tarde quién manda ahora en el país. Pero, viejo zorro en el teatro de la guerra, Humala presidente deja entrever a sus asesores que comenzará a revertir la relación de fuerzas desfavorable con la derecha local de forma paulatina y con paciencia china. Retomando las enseñanzas de los grandes teóricos Sun Tzu y Karl Von Clausewitz, el ex Teniente Coronel Ollanta Humala Tasso advierte a sus compañeros que sólo hay que librar las batallas que se pueden ganar. Y que ya habrá tiempo para cantar victoria.
Publicado en :
http://sur.elargentino.com/notas/las-proximas-batallas-de-humala
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