La máquina de fabricar canallas .... El camino a milei...- La mamá imantada. - El tráfico de extranjeros inyectables. - El ex combatiente de Malvinas de 18 años. - La conspiración mundial. - Soros. Los reptilianos. - La vacuna venenosa. - Los chips en el ADN. - Sobre las cartas la mesa.
El fascismo ha llegado a la fase superior del atontamiento. Siempre reclutó canallas y amontonó gente embrutecida, desorientada, capaz de sentir la opresión sin ver jamás la mano del evidente opresor que paradójicamente, convierte en líder.
Pero el ascenso de un nuevo actor social en estos tiempos, es ya demasiado inquietante: el desquiciado político. Con él, un fantasma recorre el mundo: el de una turba cada vez más numerosa de seres incapaces de elaborar un razonamiento coherente, se lo comparta o no, pero coherente al menos en sus propios términos.
Su compulsión al ridículo, no es más que la temeraria incapacidad de autopercibir sus limitaciones, montadas en fantasías mesiánicas desencajadas de todo. No se trata de pensar distinto. Se trata de una categoría de otro orden: el desquicio social.
Un señor sale de su casa, con su bandera, listo para la lucha contra el gobierno opresor, al grito de "mi mamá quedó imantada por la rusa". Y como él, en cada explosión de estas marchas digitadas por los verdaderos titiriteros, pero actuadas por estos grupos absolutamente encapsulados en su realidad paralela, aparece algún personaje como él.
La enajenación siempre fue un fenómeno masivo en las clases sometidas. Pero actualmente, el nivel de alienación social es tan descomunal, que podemos convivir con argumentos lisérgicos sin provocar demasiado asombro.
Del primero al último de nosotros, está aturdido, atormentado, preso de una furiosa catarata de estímulos que nos fragmentan y nos aíslan. En ciertas personas, eso detona en hipótesis descabelladas para el más mínimo rigor lógico. Sin embargo, como todo actor político, cumple una función para el poder. Los titiriteros instalan a través de ellos, cuestiones que eran imposibles de imaginar siquiera, poco tiempo antes.
Por ejemplo, allá por los ochenta, nadie podía pensar que un mendigo, podía ser quemado mientras dormía tirado en la calle, por ciudadanos decentes, pagadores de impuestos y devotos asistentes a misa. Pero "Limpia Madrid" vino a poner en evidencia de forma desmesurada, la tesis sobre la que flota toda la derecha española, desde Isabel la Católica para acá: lo "moro", se elimina o se somete.
Sobre esa tesis flota, en realidad, toda la derecha mundial. No es Guaidos, ni Macri, ni Piñera, ni Fox, ni Le Pen, ni Fujimori, ni Duque, ni Bolsonaro, ni ninguno en particular. Es medio planeta convencido de que la otra mitad, debe desaparecer. Y la otra mitad, se define andando. Todos los enajenados creen no pertenecer a esa categoría engualichada. Un día serán los originarios, otro día los comunistas, otro día los gauchos, otro día los cabecitas negras, otro día el pibe fierita, otro día el senegalés, otro día los judíos, otro día los peronistas, otro día los K, otro día La Cámpora. Y así se va conduciendo el delirio enajenado de millones, con rumbo desconocido.
El problema no son los titiriteros, sino los títeres perturbados que se reproducen de a millones desde que las comunicaciones se enredaron de esta manera, y cualquiera con acceso a internet cree haber llegado a algún lugar privilegiado de la historia. A esta altura ya no desvela descifrar porque manda el que manda, sino porque obedece el que obedece, y en este caso, por qué además, es capaz de elaborar teorías de tal nivel de distorsión mental, para sostener al amo.
por Eugenia Torres
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