Un trabajo de hormiga para construir consensos que choca con los sectores dialoguistas
Ya existen nueve proyectos de casi todos los sectores de la oposición, de Máximo Kirchner a Julio Cobos y Romina del Plá. Aún así la iniciativa colisiona con los dialoguistas embarcados en la Ley Bases y con las comisiones manejadas por aliados del gobierno. "Lo vamos a dejar morir", reconocen.
Por María Cafferata
4 de abril de 2024
Este jueves, la Confederación de los Trabajadores de la Educación (Ctera) realizará un paro docente en todo el país. El reclamo principal, aparte de la recomposición salarial, es la restitución del Fonid: ese fondo de incentivo docente que todos los gobiernos nacionales han transferido a las provincias de manera ininterrumpida desde 1998 y que Javier Milei, sin embargo, decidió suspender. Los gremios docentes no están solos en esto: los gobernadores vienen reclamándole a Milei la restitución del fondo en el marco de las negociaciones por la Ley Ómnibus, pero el Presidente no quiere saber nada. La Libertad Avanza está dispuesta a negociar un paquete fiscal, pero no el Fonid y, frente a este panorama, los sindicatos analizan alternativas y dirigen su mirada al Congreso. Quieren una ley que prorrogue el Fonid y ya hay unos nueve proyectos presentados, pero para ello necesitan el acompañamiento de una oposición dialoguista que, por estas horas, sólo puede pensar en la Ley Ómnibus.
Los votos para reponer el Fonid, en la teoría, están. Están desde que Milei decidió pisar las partidas que le correspondían a las provincias para los meses de noviembre, diciembre y enero, y están desde que decidió no prorrogar el fondo y suspenderlo oficialmente vía decreto la semana pasada. La Cámara de Diputados presentó unos seis proyectos que prorrogan estos fondos que llevan las firmas de casi todos los sectores de la oposición: desde Máximo Kirchner hasta Margarita Stolbizer, Julio Cobos y Romina del Plá. Hacemos Coalición Federal, incluso, amagó un pedido de sesión especial a pedido de Stolbizer a mitad de marzo y, sin embargo, terminó dándola de baja luego de que no pudiera alcanzar el quórum en una sesión especial por jubilaciones.
El poroteo para todos es el mismo: están los 99 diputados de Unión por la Patria; los 5 del FIT; unos 9 seguros de HCF (con la Coalición Cívica, el socialismo santafesino y Natalia de la Sota) con la posibilidad de llegar hasta 20 si Martín Llaryora acompaña; y al menos una docena de diputados radicales. Están, a su vez, los diputados que responden a los gobernadores de Salta, Río Negro, Misiones, Santa Cruz y Neuquén. La mayoría de ellos, en privado, confirmaron a las autoridades de Ctera - que vienen haciendo un trabajo de lobby de hormiga para sumar voluntades- que estaban en contra del recorte y que respaldarían el proyecto. El problema es que, como gusta repetir un diputado peronista, "del dicho al hecho de poner la cola en la silla hay un trecho".
"Todos dicen que van a votar, pero después por algún motivo no bajan. Están negociando otras cosas", se quejan en Ctera, que viene trabajando articuladamente con UxP y la izquierda pero tiene contacto con todos los bloques. La mirada está puesta en dos bloques: la UCR y HCF, los dos fieles de la balanza de la Cámara de Diputados. "Se mueven de acuerdo a donde sople el viento", mascullan desde UxP, donde marcaron su distancia de la estrategia de Ctera para evitar espantar a opositores que no quieren quedar pegados "al kirchnerismo".
El temor de la izquierda y el peronismo con el Fonid es el mismo que con las jubilaciones: que el radicalismo y HCF lo utilicen como moneda de cambio para negociar el paquete fiscal y la Ley Ómnibus. En la UCR y el pichettismo, mientras tanto, reconocen que quieren esperar a ver qué ofrece Milei antes de salir a imponer a la fuerza una ley que significa más recursos para las provincias (aunque con destino específico al sueldo docente). "Hay voluntad de avanzar, pero hay que generar el marco para que todos los bloques se sienten", deslizan en el radicalismo más crítico a Milei, que observan que sus compañeros de bancada acompañarían una prórroga del Fonid pero recién cuando se termine el debate de la Ley Ómnibus (o, de mínima, fracasen las conversaciones con el gobierno).
El otro problema, mientras tanto, es que las dos comisiones que deberían tratar y dictaminar el proyecto para llevarlo al recinto están siendo presididas por diputados que responden a las directivas de Casa Rosada: José Luis Espert (Presupuesto) y Alejandro Finocchiaro (Educación). Y ambos recibieron la indicación del gobierno de no convocar a tratar el tema. "Lo vamos a dejar morir", reconocen.
Para LLA y el PRO, que viene funcionando de sostén político y estratégico del oficialismo, la discusión sobre una nueva ley que prorrogue el Fonid no tiene sentido. "Es plata y los gobernadores van a negociar un monto y lo licuarán ahí", analiza un importante dirigente. Este es el punto que, precisamente, temen los sindicatos: que los gobernadores -y, junto a ellos, los diputados que les responden- terminen negociando un monto en el marco del debate por la Ley Ómnibus que vuelva abstracto el reclamo por el Fondo.
El debate por la Ley Ómnibus representa, por lo tanto, un obstáculo: monopoliza la discusión y cierra la puerta a tejer alianzas con sectores de la oposición más cercanos al oficialismo. Es por este motivo que, en los últimos días, la Ctera pasó a centrar su atención en el Senado: allí ya hay tres proyectos de prórroga del Fonid presentados y los sindicatos confían en que podrán encontrar un terreno más fértil para impulsar el reclamo. En el mientras tanto, UxP ensaya estrategias alternativas: convocar gremios y estudiantes, meter presión e incomodar a radicales y pichettistas, exponerlos para que adopten una posición. "Durante las dos semanas que se debata la Ley Ómnibus nosotros vamos a estar ahí moviéndoles la mesa donde quieren escribir", adelantó un diputado de UxP.
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https://www.pagina12.com.ar/726400-los-gremios-docentes-se-acercan-al-numero-para-reponer-el-fo
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