Sos gorila, y qué.
Eso. Y qué.
¿Te creés que porque sos gorila (¿y qué?) voy a dejar de
hacer paro, comprarme un auto o tomarme vacaciones? ¿O que voy a dejar de
estudiar, o de amar, o de morfar porque vos sos gorila? Sos gorila ¿y qué?
Sos gorila ¿y qué? Igual la escuela primaria es gratuita, y
la circulación dentro del país es libre, y puedo ir al mismo cine que vos, que
sos gorila ¿y qué?.
No importa que hoy seas gorila, y mañana, cuando te flamee
el culo del miedo, con tu jarrito de aluminio golpeando las puertas de los
bancos grites “piquete y cacerola, la lucha es una sola”. Porque sos gorila ¿y
qué? No podés, ni nunca pudiste detener ni cambiar la Historia: ni la que te
favorece ni la que te perjudica. Sólo sos gorila ¿y qué?
Es mentira que con la cacerola sacaste un gobierno, y es
mentira que golpeaste la puerta de los cuarteles -vos no-, como es mentira que
querías a Illia, o a Frondizi. Esas cosas te sucedieron mientras te dedicabas a
ser gorila, y qué. No querías a Illia, ni a Frondizi, ni a Perón ni a Isabel,
ni a los milicos, ni a Alfonsín, porque -como te queda cómodo- sos gorila, y
qué. La historia te sucede, no la protagonizás, porque cada vez que se fueron
los que vos puteabas, no quisiste, no pudiste, no elegiste ponerte al frente.
Que pase el que sigue, y a putearlo. Puteaste a los milicos -no mientas,
con la 1050 los puteaste- como puteaste a Perón, a De la Rúa y a Alfonsín. Como puteás
ahora a los Kirchner. Y a la hora del recambio… no figurás ni a placé.
No ponés el cuerpo. No generás el cambio. Lo tuyo es la
queja, y está bien, si sos gorila ¿y qué?
Eso ¿y qué? Si nunca participaste en el cambio ¿por qué
pensás que lo vas a hacer ahora? No vas a sacar a la yegua -a menos que los que
sí participan lo decidan, y vos no estás en la lista- como no sacaste al turco,
ni a los milicos ni a Illia ni a Frondizi ni a Alfonsín. Ni los pusiste.
Mirá qué curioso, tan diferentes y vos los puteaste a todos por igual.
Vos nunca te interesaste por la política: sos gorila (¿y
qué?)
Pase lo que pase, aplaudirás un tiempo, y a los dos años
putearás. Seguí puteando. La
Historia se acostumbró a no contar con vos y es difícil
cambiar los hábitos. Tendrás hijos gorilas, y qué. Se casarán con gorilas y te
darán nietos gorilas, o no. Y qué. Sos lo dado: tan natural y salvaje como tu
apodo. Correte que pasa la
Historia.
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