11 marzo, 2021
Tomando como excusa lo que desde el universo macrista y los medios hegemónicos llamaron “vacunatorio VIP”, ahora desde Juntos por el Cambio decidieron poner el pie en el acelerador hacia lo que podría convertirse en la deseada privatización de las vacunas contra el coronavirus, por lo que, siendo fieles a su espíritu, lejos de preocuparse por la política sanitaria, están viendo la posibilidad de hacer negocios con las dosis.
En esta dirección, los diputados nacionales Alfredo Cornejo y Luis Petri presentaron un proyecto de ley que propone autorizar a los privados a importar y comercializar aquellas vacunas que hayan sido previamente reglamentadas.
La iniciativa autorizaría a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adquirir vacunas para, luego, destinarlas a los planes que rijan en cada distrito.
“Ante la ineptitud del Gobierno es fundamental que todos hagamos los máximos esfuerzos por avanzar en el plan de vacunación y, por ello, es imprescindible incluir tanto a las provincias como al sector privado, para ampliar y acelerar la vacunación en todo el país, respetando el orden de prioridades establecido por el Ministerio de Salud”, aseguró Petri, sin ahorrar críticas a la forma en que la administración del Frente de Todos implementa la estrategia de vacunación.
En el texto del proyecto se señala que “hay muchos ciudadanos que pueden hacer su parte, accediendo a las vacunas por sus propios medios, siempre dentro de la etapa que corresponda a su grupo de riesgo definido por el plan estratégico. Eso liberaría recursos y vacunas adquiridas por el Estado para que se orienten a quienes realmente las necesitan, con la garantía de que nadie que acceda a las vacunas a título privado estará saltándose el lugar que le corresponda por su grupo”.
Petri indicó que la incorporación de los privados “respetando las prioridades en la vacunación” va a permitir “descomprimir el sistema público, garantizando que las vacunas lleguen a los más necesitados”. El diputado consideró también que el porcentaje que los importadores privados estarán obligados a donar al Ministerio de Salud será una forma de “aumentar la cantidad de vacunas disponibles en el Estado”.
“Es necesario ir preparando el terreno para que el Estado no sea el único responsable en el futuro para las negociaciones, adquisiciones y aplicaciones”, advirtió por su parte Cornejo.
“Si bien el monopolio que ejerce la Nación para la compra de vacunas garantiza teóricamente la homogeneidad del producto a recibir y la posterior equidad a la hora de la distribución, es público y notorio que esto no está sucediendo. No hay equidad ni justicia en el reparto federal y quedó demostrado que, en parte de su administración, han primado criterios políticos antojadizos, inmorales y corruptos”, acusan desde Juntos por el Cambio.
Pero, sin lugar a dudas el planteo extremo en esa dirección estuvo dado por Patricia Bullrich, quien en las últimas horas exigió que permita la compra privada de vacunas y que “la compre quien pueda hacerlo”. Para suavizar sus dichos, también manifestó que el Estado debería darle un subsidio a los pobres para poder comprarla.
De esta manera, el orden de vacunación sería atendiendo a cuestiones económicas y no a la pertenencia de grupos de riesgo. Sin embargo, esta iniciativa es difícilmente realizable por cuestiones de logística, ya que las vacunas necesitan mantener la cadena de frío. Además, las negociaciones para la compra de vacunas se dan entre países y laboratorios.
“Si todos compraran vacunas, si se podría comprar cualquier tipo de vacunas, estaríamos mucho más… la gente pagaría las vacunas como paga la vacuna. Los que pueden comprarían y los que no irán a la obra social u obtendrían un subsidio del Estado”, señaló la titular del PRO, entrevistada por Luis Novaresio.
Publicado en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario