por Jorge Rachid
No es casual que los enemigos de la Patria, de adentro y de afuera, a lo largo de la historia hayan embestido sobre las expresiones nacionales más auténticas, en defensa de la Patria y el Pueblo.
“Civilización y barbarie” fue una construcción dicotómica de los vencedores de Caseros. Fueron de la mano de Mitre quienes enterraron la historia de la Patria Grande de nuestros Padres Fundadores: San Martín, Bolívar y Artigas, quienes jamás lucharon por una América Latina fragmentada, balcanizada y enfrentada entre sí. La Liberación Nacional del siglo XlX sigue siendo una demanda pendiente de los pueblos, que hoy pretende ser ahogada por la fuerza, en función de los intereses estratégicos del Imperio dominante en la región que es EEUU.
La historia de éste país del norte, desde sus inicios fue expansionista, copiando el modelo imperial anglosajón de su colonización inglesa. Así fue ocupando militarmente casi la mitad de México, a sangre y fuego cayeron San Francisco, California y Texas, provocando la tragedia de los cadetes de Chapultepec en el Distrito Federal, que se suicidaron en masa, envueltos en la bandera mexicana, arrojándose al vacío.
Pero siguió EEUU con su intromisión en la lucha cubana por su liberación de España, entrando en guerra y construyendo en Cuba ya libre de colonialismo español, una isla de la fantasía de casinos, cabarets y prostíbulos, con los primeros tres presidentes norteamericanos. Les duró poco, en 1959, la Revolución Cubana terminó con esa situación degradante.
Pero no se privó EEUU de ocupar militarmente Colombia, Santo Domingo, Guyana, Haití, Panamá, Dominicana, Puerto Rico. Tampoco de asesinar líderes como Eliecer Gaitan, Sandino, Jacobo Arbenz, Salvador Allende, propiciar el suicidio de Getulio Vargas, y provocar golpes de estado sobre todos los países bajo la Doctrina de Seguridad Nacional, “de ellos”, enarbolando la Doctrina Monroe de “América “nosotros”, para los americanos “ellos”.
Así combatieron en el siglo XX cualquier intento emancipador latinoamericano, a sangre y fuego como contra el peronismo, brutal, sanguinario, inhumano, arrasando derechos sociales y cooptando libertades políticas, proscribiendo y encarcelando, fusilando y exiliando a los militantes del campo nacional y popular, como hoy en Bolivia.
Frente a las dictaduras y enfrentando hoy las políticas neoliberales, los pueblos se rebelan , Chile, Ecuador, Colombia , Argentina y Venezuela resistiendo, son catalogados de elementos peligrosos para la seguridad nacional de EEUU.
Identificando al terrorismo, auspiciado por EEUU y sus socios como el reino Unido, Israel y Arabia Saudita, sumado al narcotráfico cuyo negocio preservan con la DEA, ejes que han permitido al Imperio, cortar las libertades individuales del mundo con cárceles clandestinas, a lo cual ahora agregan como enemigos “los Populismos”, peyorativo de lo popular, como objetivo a combatir.
Entonces el patriotismo, la defensa de la dignidad nacional y su soberanía, la militancia política, la ampliación de derechos, la distribución de las riquezas, la preservación de los recursos naturales para los intereses nacionales, constituyen en su conjunto una supuesta agresión al Imperio dominante. Es en esta situación, donde se erige la más alta estatura moral de un pueblo, como es la defensa de su patrimonio cultural y económico.
Sin embargo los enemigos de la Patria, los cipayos, sumisos cooptados por el coloniaje cultural del neoliberalismo dominante, verdaderos saqueadores patrimoniales de la Nación, quieren apropiarse de una falsa moral cívica, defendiendo según ellos institucionalmente la República. Los mismos que empujaron los golpes de estado, aquellos que avasallaron instituciones como los servicios de Justicia, limitaron la libertad de prensa, persiguieron opositores encarcelando sin juicio, agitaron el odio, son quienes hoy intentan erigirse en los supuestos dueños de la moral pública.
Son quienes atacan la militancia política, porque quieren derrotar las ideologías, a las cuales demonizan desde Fukijama en adelante. Son los embanderados de una supuesta lucha contra la corrupción, propiciada por comunicadores y jueces venales, en causas armadas por servicios de inteligencia nacionales y extranjeros, los cuales además tienen el control del seguimiento de opositores. Una verdadera estrategia de dominación colonial, con disciplinamiento social intenso, represión y cooptación del espacio simbólico del conjunto del pueblo.
Pero la memoria histórica de la conciencia colectiva del pueblo, como lo demostraron los años de resistencia peronista, la reacción de los pueblos que hasta hace pocos años habían logrado reconstruir la Patria Grande, la militancia política juvenil y la fortaleza de las organizaciones sindicales y de los movimientos sociales, como así también la organización de los pueblos originarios en la región, le han puesto un freno al diseño estratégico de EEUU para nuestra región. Han debido recurrir a su imagen más odiada de las FFAA en el caso de Bolivia, con un golpe sucio, improvisado y desprolijo, frente al avance de los pueblos en su lucha por una libertad y soberanía negada.
Esa lucha además de una épica, que en nuestro país fue en paz y con democracia, por un peronismo vigente y una Líder indiscutida como Cristina Fernández, es la expresión de los valores, códigos, compromisos, abnegación que recrean lo mejor de la historia regada de sangre por nuestros mártires de los siglos XlX y XX, que por miles dieron la vida por la Patria. Esa moral la expresan en su máxima imagen, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a la memoria de nuestros compañeros desaparecidos y el estoicismo de hoy de nuestros presos políticos del régimen.
Será entonces la hora de dar la batalla cultural a fondo, desterrando civilización y barbarie, eliminando el racismo, resignificando la historia y recuperando para el conjunto del pueblo la matriz americana, morena, profunda, mestiza, criolla en pleno proceso de reafirmación de identidad soberana. Patria o Colonia sigue siendo una consigna, Liberación Nacional un objetivo.
Jorge Rachid
PRIMERO LA PATRIA
www.lapatriaestaprimero.org
CABA, 28 de noviembre de 2019
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