Por: Claudio Fabian Guevara
La administración de Mauricio Macri introdujo
un cambio fundamental en el escrutinio que le permitiría manipular el recuento
provisional. Con la ayuda de los conglomerados mediáticos se podría construir
una realidad virtual muy difícil de desmontar. Qué opinan intelectuales,
historiadores y legisladores de la oposición.
En un segundo plano, detrás de la euforia
opositora por el lanzamiento de la fórmula Fernández-Fernández, muchas voces
advierten sobre el peligro de maniobras que adulteren la voluntad popular en
las próximas elecciones de octubre en Argentina.
La administración colonial de Mauricio Macri,
cuyo capital electoral se ha pulverizado con el colapso progresivo de la
economía y los escándalos político-judiciales, impulsa por decreto desde
principios de año una serie de cambios en los mecanismos electorales que
debilitan la transparencia del sistema.
El más grave es la contratación de un software
que centraliza la recepción de las actas del escrutinio provisorio, y permite
modificarlas y/o reemplazarlas. Al mismo tiempo se eliminan los telegramas, el
tradicional método para comunicar los resultados. Otras innovaciones que
permiten nuevas modalidades en el acto de emitir y/o contabilizar el voto son
impulsadas desde diferentes frentes.
Embestida contra el sistema electoral
Cambiemos, la coalición en el gobierno,
protagoniza desde hace años una embestida contra el sistema electoral
argentino. El jefe de Gabinete Marcos Peña considera una “verguenza nacional”
que en Argentina se siga votando con una boleta de papel (aunque ésta siga
siendo la base de los sistemas electorales más seguros del mundo).
El macrismo impulsa desde hace años la ley de
voto electrónico, que perdió estado parlamentario cuando la oposición mostró
que la boleta única electrónica era muy fácil de adulterar. Hasta ahora sólo
dos provincias -Salta y Neuquén- han establecido sistemas electrónicos el
sufragio ciudadano, y han registrado denuncias sobre aspectos inseguros y
fraudulentos.
El gobierno argentino entonces se centró en
introducir cambios subrepticios en el actual sistema electoral. En enero, con
tres decretos, el Gobierno cambió las condiciones en las que votarán los
argentinos residentes en el exterior, el personal de las fuerzas de seguridad y
de las
Fuerzas Armadas, y las personas privadas de su
libertad.
Para los argentinos residentes en el exterior
se creó un régimen de voto por correo postal. Para los presos y los agentes de
seguridad se dispuso un sistema de voto anticipado. El grupo más numeroso es el
de los residentes en el exterior: son más de 360.000 argentinos.
A comienzos de mayo la jueza federal Servini de
Cubría declaró inconstitucional el decreto que creó el sistema postal para los
argentinos que viven en el exterior. Accedió a la demanda de Jorge Landau,
apoderado del PJ. Este razonó que “si cualquiera que va a votar debe hacer
cola, y mostrar el documento a los fiscales y autoridades de mesa”, es “un
disparate” que 360 mil ciudadan@s sean autorizados a votar por correo, en
sobres no fiscalizados y sin controles de identidad.
Los cambios en el sistema electoral deben pasar
por el Congreso de la Nación
y no son potestad del Ejecutivo. Mucho menos en un año electoral tan decisivo.
Sin embargo, la administración de Macri fue más
allá e introdujo un cambio fundamental en los mecanismos del escrutinio, que le
permitiría manipular el recuento provisional.
Un software para “transformar y manipular la
información”
El gobierno argentino contrató un software
llamado Election 360 -de la empresa SmartMatic, denunciada por fraude y
manipulación en distintos escenarios internacionales- por el cual van a pasar
los resultados electorales que envíen las 15.000 escuelas distribuidas en todo
el país. El software en su ficha técnica admite que el comprador del software
tiene la potestad de “transformar y manipular la información”, advierte el
especialista Ariel Garbarz, ingeniero en electrónica y telecomunicaciones.
La firma SmartMatic cuenta con denuncias
públicas por manipulación de los datos. Registra escándalos internacionales en
Estados Unidos y Uganda. En 2012 fue cuestionada en Bélgica cuando ofreció el
sistema de voto electrónico en la región de Flandes por un contrato de 40
millones de euros. Recibió una multa de seis millones ya que el sistema
presentaba fallas técnicas. En las elecciones de 2017 para la Asamblea General
Constituyente de Venezuela se tuvo que retirar por anomalías. Fue contratada
por el Tribunal Supremo Electoral de Brasil (TSE) para realizar la transmisión
satelital de los datos, pero finalmente cuestionada por acusaciones de fraude
similar a las de Venezuela.
En enero, el Gobierno habilitó la compra del
software de SmartMatic por decreto, lo que viola el artículo 103 del Código
Nacional Electoral, y eliminó los tradicionales telegramas firmados por las
autoridades de mesa que se enviaban al Correo. La Cámara Nacional
Electoral avaló esta decisión en su última acordada del 28 de marzo, donde
ordena mantener el recuento en papel, pero dice que no va a intervenir en el
comicio provisorio.
Así, el tribunal permitió "la
incorporación de innovaciones tecnológicas que permitirán la digitalización y
transmisión” de resultados desde los propios establecimientos de votación.
Conteo provisional: un golpe de efecto
mediático
Con este fallo salomónico y el software de
SmartMatic, la administración de Mauricio Macri podría manipular a su antojo
los resultados del escrutinio provisorio. Con la ayuda de los conglomerados
mediáticos, estrechamente asociados con el gobierno, se podría construir una
realidad virtual muy difícil de desmontar.
Para los argentinos está fresco el recuerdo de
las elecciones de 2017, donde el gobierno escenificó una “victoria” en las
pantallas televisivas a través de un recuento provisional que le daba una gran
ventaja al candidato del oficialismo. Sin embargo, la victoria en el recuento
definitivo se la llevó la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner… Aunque
muchos argentinos no se enteraron!
¿Qué puede pasar si el gobierno ensaya una
maniobra similar en las elecciones presidenciales?
Para el escritor y activista Mempo Giardinelli,
“el 27 de octubre el fraude será tecnológico y no necesariamente se hará en el
centro de cómputos del Correo Central, sino adulterando los patrones de
imágenes de las actas de escrutinio de cada urna escaneada... Los datos
fraguados se transmitirán no por telegrama como siempre se hizo, sino a un
servidor capacitado para cambiar cifras y desde ahí retransmitirlas al Correo”.
Giardinelli anticipa que “se va a detectar el
fraude y será denunciado, pero cuando la Justicia actúe, mucho después del carnaval
televisivo de las 9 de la noche, ya será tarde. Ninguna elección se anula
tiempo después, por más denuncias y reclamos que se hagan”.
El fraude electoral, una tradición argentina
La historiadora Araceli Bellotta escribió un
artículo titulado “La sombra del fraude electoral cubre las próximaselecciones”. Allí recuerda que cuando eran oposición, integrantes del
interbloque parlamentario de Cambiemos, presentaron un documento titulado
Acuerdo Interpartidario para la Transparencia Electoral ,
con “exigencias para evitar irregularidades”. Bellota se pregunta “¿Qué es lo
que cambió en apenas cuatro años para que hoy propongan eliminar los telegramas
que entonces tanto cuidaban?”, y a la vez responde: “Es simple. Ahora son
gobierno y tienen el control del acto electoral. Por otra parte, las encuestas
no los favorecen...”
Bellota concluye sosteniendo que “si el
oficialismo pierde estaría dispuesto a hacer fraude, vieja práctica electoral
en la República
Argentina ”.
Para el historiador Carlos Ciappina, el actual
gobierno de Cambiemos es heredero de las tradiciones proscriptivas,
fraudulentas y golpistas de la historia política argentina. Por eso la cuestión
debe ponerse en perspectiva: “Entre agosto y octubre de 2019 se producirá en
nuestro país un hecho inédito en toda su historia: la élite oligárquica
argentina deberá garantizar por primera vez en su historia elecciones nacionales
universales, limpias y transparentes”.
Ciappina observa que “por primera vez en toda
nuestra historia como Nación gobierna el capital sin mediación política. Los
CEO y dueños de empresas y latifundios están a cargo del Estado nacional”.
Y se pregunta: “¿Podemos esperar elecciones
transparentes sin fraude? ¿Podemos creer que no habrá proscripciones ni
exclusiones? ¿Esperamos que dueños de conglomerados (…) que han hecho fortunas
incalculables en estos tres años y medio por tener en sus manos el Estado lo entreguen
porque perdieron las elecciones?”.
Gira por Europa buscando veedores
Argentina lleva 36 años de vida democrática sin
sobresaltos en materia de respeto a la ley electoral. Tal vez por eso, la
mayoría de la dirigencia opositora se muestra ajena al debate en torno a las
garantías de las elecciones generales de este año.
Una excepción fue la gira que el ex canciller
Jorge Taiana y un grupo de legisladores de Unidad Ciudadana llevaron adelante
por Europa en procura de veedores que controlen los comicios y contra cualquier
probabilidad de fraude.
¿Hay sospechas de una maniobra fraudulenta en
proceso? Taiana y los legisladores señalaron el “fuerte debilitamiento de la
democracia argentina” y advirtieron que “desde el oficialismo hay una voluntad
de perpetuarse y de hacer modificaciones en pleno año electoral de todo el
sistema electivo, que difícilmente se condice con la existencia de elecciones
libres”.
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