La peor semana de Vidal alteró los nervios en la Gobernación, por "info135" del 07-05-18

7 mayo, 2018 

Caras largas, gritos, broncas. Ministros aterrados ante la mirada fulminante de la gobernadora María Eugenia Vidal que vivió la peor semana desde que asumió en diciembre de 2015. Inundaciones en la provincia luego del temporal, toma de comisarias a los tiros, creciente inseguridad en las calles del Gran Buenos Aires, cárceles hacinadas, sumado a un tarifazo que es rechazado pro el 82% de los bonaerenses que, además afirman que no lo pueden pagar. Todo eso sumado a un dólar que se fue por las nubes, con lo cual traerá mayor inactividad en las empresas y la parálisis de la obra pública en más de 30.000 millones que anunció el ministro  Nicolás Dujovne.

Vidal, entiende poco de economía, por lo cual llamó varias veces al presidente y a Marcos Peña para que le expliquen como sus “amigos” del mundo de las finanzas le soltaron la mano al gobierno y se llevaron sus dólares del país.

Las encuestas que le acerca Federico Salvai, su jefe de Gabinete, muestran  que cae su imagen en todas las consultoras, aunque no tanto como el presidente que está en su peor momento. No hace falta mirar encuestas, en su recorrida por Arrecifes y Olavarría se percibe la bronca de los vecinos, ya no aparece la sonrisa y la ‘buena onda’ del bonaerense con las tarifas exorbitantes que llegaron, además de una inflación que no se detiene.

La gobernadora, como el presidente, no culpó a la política económica del descalabro de la semana anterior donde se perdieron más de 5.000 millones de dólares de reserva en manos de especuladores, sino que la bronca es contra el peronismo amigable y los intendentes.

“Se siente traicionada  por Sergio Massa –tantas veces se reunieron en privado- y con el peronismo  que siempre dialogaba con nosotros”, dijo un encumbrado legislador de la mesa chica de la gobernadora. La mandataria  está muy molesta que el peronismo se junte en la Legislatura y saque proyectos que ella deberá vetar.  “No entiendo al peronismo si esto termina como en el 2001 vuelve Cristina y ustedes –por los peronistas dialoguistas- no tendrán lugar en ese espacio”, dice Vidal. Y rápidamente reitera lo mismo que Macri: no hay plata para reducir las tarifas.

La bronca de Vidal se acrecienta con los intendentes peronistas, a los que soñaba con destronar en el 2019. El ministro Lacunza le acerca numeros donde el intendente Jorge Ferraresi de Avellaneda avisó que ellos usan uno de cada diez pesos en las boletas de luz para obras de los vecinos, especialmente en reparación y cambios de luminarias.

La gobernadora insiste que perdió 3.000 millones por sacar los impuestos provinciales por pedido de Macri. Claro, ni Macri ni Vidal entienden que  Caputo, Mindlin y Pagano ganaron durante el 2017 más de 11.000 millones de pesos. Hacia allí deberían apuntar y no hacia los jefes comunales.

La mayor bronca de Vidal se produjo el viernes cuando la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, logró sumando sus ediles y los de Frente Renovador aprobar la “Emergencia tarifaria” para todos los vecinos, con lo cual le producirá dolores de cabeza a la Gobernación y al gobierno nacional.

Mientras tanto, la gobernadora mantiene el conflicto docente abierto. Cada día es más irreal defender una paritaria del 15% en dos o tres veces, cuando ya todas las consultoras amigas del gobierno reconocen que estará en un 25%, siempre que el dólar no vuelva a subir. “Suben el dólar, las tarifas, los precios y las tasas de interés, ¿todavía queda alguien que piense que podemos aceptar una paritaria del 15%?”, dijo en las redes sociales  hace unas horas el titular de SUTEBA, Roberto Baradel.

La provincia al rojo vivo.


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