Me acordaba el otro día del francés Michel Foucault, cuando en su texto de 1966 recurre a La Meninas, del maestro del barroco español Diego Velázquez, a su complejo juego de miradas, con disimulos y embozos, con ocultamientos y apariciones, para cerciorarse que todos los discursos (y gloso: los políticos también) se modifican con el tiempo, a veces en forma repentina, a veces no tanto, puesto que a cada momento histórico le corresponden ciertas condiciones o sentidos de verdad. Y permítanme entonces un intento de explicación a partir y respecto de una afirmación enarbolada por siempre desde el peronismo: primero la patria, luego el movimiento y después los hombres; a la que muy bien podríamos sintetizar o resemantizar como: "objetivo - la patria" sobre el cual actuar (el conjunto multifacético de quienes vivimos en este país); "instrumento político – el movimiento", herramienta en función de una estrategia económica, social y cultural que apunte a la felicidad de todos, o al menos de las grandes mayorías; y por último "los actores individuales y grupales – los hombres", que le dan vida a ese instrumento en términos de militancia y conducción, para que se replieguen vanidades, puesto que quizás por ahí pase, y como episteme de la política como construcción colectiva si quiere ser liberadora, la línea divisoria entre proyecto nacional, popular y democrático y programa liberal burgués, publica Tiempo Argentino.
"Scioli reconoce que las intervenciones de Mariotto modificaron el tablero político".
Desde esa perspectiva, el desafío peronista para este 2015 consiste en que "la patria" se represente con una victoria del FPV en las urnas de octubre; que "el movimiento" quede expresado en la candidatura de Daniel Scioli, porque la aritmética y la geometría política así lo recomiendan, dejando lo que vendrá a disposición de las prácticas también colectivas y reconocedoras de la vieja dialéctica, de la propia dinámica histórica del tumulto plebeyo; y "los hombres" visualizados como militantes y sin veleidades alrededor de aquellos objetivos; tal cual lo expresara el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, el miércoles pasado durante una entrevista emitida por Radio Cooperativa:
"La política es compleja porque uno de los males que nos atacan es el egocentrismo, que atenta contra la construcción colectiva (…). Tiempo y espacio son las dos variables de la vida y por supuesto de la política. El espacio es el lugar en la lista y el tiempo es el objetivo de transformación. Si yo me encapricho con un lugar personal, pierdo dimensión del tiempo y aparte me pongo en el centro de una escena imaginaria abortando la construcción colectiva (…). Estaré donde digan los compañeros, ya sea en el lugar más llano de la militancia o en alguna responsabilidad, pero lo haré con la misma vocación (…). Soy el vicegobernador de Daniel Scioli y me parece que está formado y preparado para ser candidato a presidente (…). Es que el camino que marcaron Néstor y Cristina y es el que va a seguir Daniel. Él lo pone en palabras cuando ve a Lula o a Dilma, cuando habla con Evo o con Correa, cuando referencia a Mujica y a Tabaré, cuando habla de Maduro; hasta de Fidel Castro está subrayando cosas. Todo esto en un contexto donde el Papa Francisco habla de América Latina. Yo aspiro a que gane Daniel porque creo que es el precandidato mejor posicionado y que también junta votos de espacios a los que nosotros no llegamos. Tenemos que ganar porque el bloque continental necesita consolidarse con una Argentina que siga aportando a esa Patria Grande. No podemos volver atrás. Una sola medida de orden neoliberal nos puede transformar en esa foto sepia de la angustia que ya conocimos y que hoy conoce la periferia europea. La construcción es lenta, la destrucción se produce en un instante."
Expresiones esas del titular del Senado de la provincia de Buenos Aires que resumen lo que viene registrándose como dato nuevo e insoslayable en el contexto del FPV - del peronismo -, a partir del apoyo explícito que él le diera a la precandidatura de Scioli, y que algunos ya comenzaron a denominar "efecto Mariotto". En los propios diálogos con sus colaboradores más estrechos, el gobernador y aspirante mejor posicionado a ocupar el Ejecutivo nacional a partir de diciembre reconoce que las intervenciones de su vice modificaron el tablero político, que consolidaron su posicionamiento y que, vistas desde las necesidades y posibilidades del FPV, aquellas significaron un antes y un después; que llevaron incluso a corregir la miopía que se manifestaba en los ojos de algunos personajes encumbrados del oficialismo.
En tanto, dos periodistas platenses dieron cuenta en las últimas horas de ciertos datos que deberían terminar por ordenar al FPV como lo que debe ser, un instrumento político para las mayorías, en las antípodas de las formas que el liberalismo oligárquico pretende para esas herramientas, y alineándolo detrás de su mejor candidato. En la agencia bonaerense AgePeBA, Germán Celesia informó ayer acerca de una dicotomía que acaba por exhibir lo que, ya lo mencioné, algunos califican como "efecto Mariotto": mientras Clarín y La Nación, asustados, casi exigen que "el círculo rojo" banque con sus dinares a una entente entre Mauricio Macri y Sergio Massa, otros medios, como el portal Infocielo, ya consignan el obrar del vicegobernador en el ensanchamiento del FPV, en el reagrupamiento del peronismo con Scioli. Y también en AgePeBA, Lucía Pires propone este mismo sábado un resumen de lo que sostienen algunas encuestadoras (entre ellas CEOP, de Roberto Bacman; Circuitos, de Pablo Romá; Analogías, de Analía Del Franco; Poliarquía; y Rouvier y Asociados) en torno de las tendencias de cara a la PASO y a los comicios de octubre, confirmando que la marcha de Scioli hacia la Rosada, hoy por hoy parece inexorable.
¿No sería oportuno entonces que en las cumbres del kirchnerismo se tomara nota de quienes están poniendo en serio el cuerpo por Néstor, el mismo que en 2003 relanzó al peronismo?
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http://www.infonews.com/nota/225632/las-palabras-y-las-cosas-o-el-factor-mariotto
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