Lo que leerán a continuación no es una investigación, sino un análisis de la situación política. Es visceral, militante, y equivocada o no, es lo que pienso desde mi más absoluta honestidad.
Como es de público y notorio conocimiento, el candidato elegido para la lista única con la que el Frente para la Victoria (FPV) peleará por la presidencia, es Daniel Scioli.
No pienso borrar ni uno solo de los posteos en los que hablo sobre él y su gestión. No pienso cambiar ni una coma, en lo que pienso sobre él y sobre quienes lo rodean y protegen.
Dicho esto, paso a aclarar algunos puntos de lo que ha ido pasando en la última semana, que por su tensión política, y su vehemencia, parece que hubiera pasado durante todo un mes.
La fórmula consagrada Scioli- Zannini dejó un tendal de heridos.
Por empezar, el otro precandidato Florencio Randazzo, que no pudo, no supo o no quiso manejar la situación con la cintura política necesaria en estos casos; lo que deja bastantes dudas respecto a su accionar y su intencionalidad.
Quienes me conocen, o quienes me leen habitualmente en Twitter, saben que entre los dos precandidatos, yo hubiera elegido a Randazzo. No porque me gustara él, sino porque no me gustaba, ni me gusta para nada Scioli.
Mi candidato ideal para profundizar este proyecto político, hubiera sido Máximo Kirchner o Axel Kicillof, porque ambos, indubitablemente están comprometidos con lo que se está haciendo. No cabe ninguna duda respecto a su pertenencia política. No hay manera de pensar que pudieran traicionar lo que vienen defendiendo.
Pero lo cierto, es que la política no es lo que a mí me gustaría, sino el arte de combinar lo posible con lo que conviene.
Es un juego de estrategia, donde cada pieza cumple un rol determinante con el fin de alcanzar un determinado objetivo.
En una jugada magistral, la Presidenta de la Nación, pero sobre todo, la jefa del peronismo, decidió una fórmula que contenga a los barones pejotistas y al más duro kirchnerismo.
Al principio, cuando recién se supo la noticia y no se conocía el armado electoral completo, la sensación era de espanto.
Sabemos que el vicepresidente no cogobierna.
Nuestro país es puramente presidencialista. Sin embargo, la figura de Zannini, que es como si estuviera Cristina Fernández de Kirchner, venía a poner un sello inconfundible de continuidad, pero en el Congreso.
Y aún así, no nos conformaba.
Con el correr de las horas, y una vez que se hubieron conocido los nombres de las listas para diputados y senadores, se despejaron las dudas: el proyecto continúa.
No desde la presidencia, sino desde el legislativo.
Quienes tememos a la lapicera de Daniel Scioli, y a su habilidad para firmar decretos, tenemos la garantía de que cualquier evento relacionado con deuda externa, buitres, nombramiento de jueces y fiscales, leyes laborales o de cualquier otra índole que pretendieran achicar el Estado, ya sea para desprenderse de bienes, o reformulación del mismo, debe pasar sí o sí, por el Congreso Nacional.
Y así, se pueden inferir cuáles son los pasos siguientes, y ya no quedan dudas, el proyecto continúa.
El armado electoral de todo el país, lista por lista, fue supervisado por Cristina. La renovación de bancas, se hará con diputados y senadores comprometidos con el proyecto político actual.
Si la fórmula gana con la suficiente cantidad de votos como para sumar legisladores a los ya existentes, el Congreso sería casi, casi, kirchnerista.
Por más que Scioli tuviera a Miguel Bein como ministro de economía, sería imposible que le aprobaran el pago a los buitres que dijo, pretende hacer. O sacar retenciones, o aumentar/agregar impuestos...
La ley enviada al Parlamento para garantizar el aumento semestral de la Asignación Universal por Hijo, y por Embarazo, con los índices que ya se aplican para aumentar las jubilaciones, asegura que no puedan dejar morir de inanición a estos recursos fundamentales de la justicia social.
Quienquiera que fuera el ministro de economía de Scioli, no podrá dar marcha atrás con los derechos adquiridos.
Lo que durante los 90 pudo hacerse con un parlamento obsecuente y en algunos casos, vendido al poder económico, la conformación actual, no lo permitiría.
Hay quienes se quejan porque las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) se habían hecho justamente para poder elegir al candidato.
Otros se quejan porque creían que Florencio Randazzo podía ser el presidente que garantizara la continuidad.
Otros, porque de ninguna manera se sienten representados por Daniel Scioli.
Y todas son razones muy atendibles. Y comprendo la bronca de todos y cada uno porque es igual a la que siento yo.
Más que un sapo, es un escuerzo.
Pero esto, es lo que hay.
Porque nos guste o no, hay que garantizar la continuidad con la mayor cantidad de gente adentro que sea posible.
Nos guste o no el batracio, hay que garantizar ganar en 1º vuelta para que no queden dudas de que esto continúa.
Mauricio Macri que es el que figura como oposición, está financiado por los buitres. Hay gente que lo votaría sólo porque es opositor, sin pensar qué intereses tiene detrás.
A esos, los caceroludos de la primera hora, no los vas a convencer de no votarlo. No les importa la política, les interesa la antipolítica. Les subleva pensar que todos podamos tener los mismos derechos o un país más inclusivo. Les disgusta la soberanía, y son los que aún lloran porque creen que fue una mala idea expulsar a los ingleses en 1806.
Ese 30% del electorado, repartido en distintas fórmulas, que terminarían uniéndose tras la figura del empresario Mauricio que siempre fue y será Macri, votan la antítesis de este proyecto político, sea cual fuera.
Y por supuesto, no hay que olvidar la conformación del armado regional:
Brasil con una Dilma Roussef que cada vez más se ve obligada a conceder posiciones a la derecha.
Uruguay, con Tabaré Vázquez, que gana con la izquierda, pero maneja con la derecha.
Chile, con una Bachelet que no es ni chicha ni limonada y trata de navegar hacia la izquierda,sin conseguirlo, porque la conformación política de las clases dirigentes chilenas, son de derecha.
Paraguay con su gobierno de derecha afianzado luego de la destitución de Lugo, y ahora refrendado por los comicios.
Al igual que Perú y Colombia, estos últimos países, tienen la tendencia a mirar al Tío Sam con demasiado cariño.
Quedan Venezuela, Ecuador y Bolivia, resistiendo los embates norteamericanos, con políticas de soberanía y de justicia social bien definidas.
Estados Unidos tuvo elecciones legislativas, y ganó por amplia mayoría el republicanismo. Es decir los chicos de Bush.
Tan así es, que dentro de los candidatos a disputar las próximas elecciones en ese país, están Jeb Bush, el hermano de George; y Donald Trump, el ejecutivo millonario que se propone despuntar el vicio del neoliberalismo y capitalismo a ultranza.
Los Buitres, financian a Jeb. Así que ya sabemos quién ganará.
Argentina, en estas circunstancias, no puede darse el lujo de entregarle la banda presidencial a Macri.
Los buitres, ya hablaron clarito a través de la carta enviada a Presidencia : quieren Vaca Muerta. Es el 2º yacimiento de shale oil del mundo. El 3º de gas.
Hay además exploraciones que indicarían una cuenca petrolífera importante bajo el acuífero guaraní.
Casualmente, Chaco y Formosa eran las provincias "inviables" según Domingo Cavallo, y que había que venderlas a extranjeros con ganas de invertir y trabajar allí.
Casualmente, la patagonia era la que querían comprar en 2002 a cambio de parte de la deuda externa. Es decir, por moneditas.
Esa misma patagonia que hoy descubre yacimientos de petróleo en Chubut, o Río Negro.
En el siguiente mapa, pueden ver todo lo que aún queda por explotar en petróleo. Y si se fijan bien, pueden observar la cuenca de Malvinas que hoy está en manos de los ingleses, que tienen instalada una gran base militar que le protege los intereses a las petroleras.
Y pueden ver también, que, casualmente, la cuenca del NEA incluye la Triple Frontera, de la cual vienen hablando desde los años 90 como un punto conflictivo en el que siempre quisieron instalarnos una base militar yankee.
Quien maneja la energía, maneja el mundo.
Porque además del petróleo, tenés el gas para la industria, y los derivados para todas las demás actividades: desde los solventes, pasando por los plásticos y terminando en cosas tan alejadas del pozo petrolero como los fertilizantes.
Además, tenemos la 2º mina de litio del mundo.
Todo lo que conocés de electrónica, que lleve batería, lleva litio.
Tenemos una de las mejores calidades de silicio para hacer las celdas solares en la provincia de San Juan.
Nuestro país es además, estratégico por su ubicación, pero sobre todo por sus recursos naturales, y su producción de alimentos.
Somos pocos habitantes y exportamos muchos granos sin procesar.
Es el paraíso para los buitres.
Como ven, no podemos darnos el lujo de encapricharnos en que no nos gusta Scioli.
Nos lo tenemos que tragar, y estar sumamente alertas. Porque puedo asegurarles, sin miedo a equivocarme, que si ganara Macri, nos gustaría mucho menos a mediano plazo; pero sería una catástrofe para el país y para la región en el largo plazo.
Tendremos preservado el Congreso, si ganamos con la amplia mayoría de votos.
Y es por eso, que , detestándolo, odiándolo, con todos los reparos que tengo hacia su persona, yo te tengo que pedir que lo votes.
Me duele en el alma, porque este anodino, esta suerte de Gardiner menemista, que siempre dice lo que el otro quiere escuchar, este Zelig de la política, no es ni por asomo, lo que me hubiera gustado elegir.
Pero muchachada, del otro lado, lo que hay, es la muerte. No sólo para el proyecto político que venimos defendiendo desde hace 12 años; sino también de quienes aún no han logrado ascender a la clase media. Es la muerte por desnutrición, es la muerte por la represión.
Sabemos muy bien quiénes son los Kigel, los Melconián, los Sturzenegger y los Daniel Marx que están trabajando para la campaña de Mauricio Macri.
Ya sabemos quién es Patricia Bullrich, y qué intereses defiende su marido Guillermo Yanco.
Conocemos a Paul Singer y lo que pretende.
Y esta monstruosidad, es la que tenemos enfrente. Ese proyecto es la entrega total y absoluta del país a los extranjeros. Y si ganan, vienen sin filtro.
Vienen con los medios y la Corte a favor.
Si ganan, la lucha en el Congreso será feroz. No hay allí, nada ni nadie con quien negociar.
Algunos compañeros se enojan porque dicen que la dicotomía entre Macri y Scioli es falsa, que fue instalada por los medios y que ambos son lo mismo.
Y tienen razón en parte. Porque uno viene solo y con los buitres. El otro, viene acompañado de Zannini, del Congreso Nacional, y de miles de militantes en todo el país, que no dudarán en señalar cada duda o cada intento de salirse del proyecto.
A Macri, le estaríamos dando la llave del país.
A Scioli, lo tendríamos de invitado.
Y no está mal que le tengamos miedo. Porque el miedo nos mantendrá alertas.
Tampoco es bueno ser obsecuente "porque lo eligió Cristina".
He leído a varios, compararlo con el Néstor Kirchner del 2003, que terminó sorprendiendo a todos.
Cálmense muchachos. Nadie les exige tanto.
El Néstor de 2003, venía de oponerse a las políticas neoliberales, de haber gobernado la provincia de Santa Cruz desendeudándola, durante la época en que todas las demás provincias se endeudaban y hundían; venía de generar empleo, y de pilotear la crisis más aguda que se tenga memoria, sin dejar morir de hambre a ninguno de sus comprovincianos. Tenía además una esposa militante, política y legisladora nacional a la que habíamos visto oponerse en absoluta soledad a los embates neoliberales dentro del Congreso.
Cuando Néstor Kirchner asumió, venía de dejar uno de los 5 distritos sin cuasimonedas de todo el país. Y los maestros santacruceños cobraban sus sueldos religiosamente.
Así que , bajen un cambio. No se parecen en absolutamente nada.
Mantener la mirada crítica sobre cada uno de los movimientos que pudiera hacer, nos hará más fuertes. No va a ser mintiendo y mintiéndonos que logremos detectar cualquier viso de incoherencia con el proyecto político.
No se puede ceder ni un tranco de pollo. No se puede justificar ningún retroceso.
El mismo Daniel Scioli asegura hoy por hoy que no piensa retroceder en nada.
Sus palabras de hoy, serán la garantía que haremos valer si no la cumple.
Por todo lo expuesto, sabiendo quién es Daniel Scioli, conociendo lo que hay del otro lado, es que les tengo que pedir que lo votemos.
Si Cristina, pudo hacer los sacrificios que hizo, y aún así, tomar esta decisión, nosotros no tenemos por qué cuestionar nada. Se hace lo que se debe hacer.
Y si tienen dudas respecto de esta decisión, pueden ir a ver lo que escriben La Nación y Clarín, cómo reaccionaron "los mercados". Con eso solo, ya se sabe de qué lado pararse.
Bon appetit!
Publicado en:
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