Algunos comunicadores ante la norma sobre la información que deben remitir las compañías aéreas.
No vamos a descubrir nada nuevo. No se trata de ninguna
investigación especial que ponga en evidencia los manejos ocultos de la
información. No, nada de eso. Es tan evidente que la columna corre el
riesgo de ser un gastadero de tinta para remarcar una obviedad. Pero por
todo esto es necesario remarcar lo ocurrido.
Porque cuando se les cae la careta queda en evidencia la mueca tonta.
Cuando se ceban tanto, se van dando ánimos para seguir subiendo la
apuesta, queda tan en evidencia la operación periodística que terminan
quedando en ridículo.
Se convierten en una caricatura de sí mismos.
Lo que se cuenta a continuación los pone sobrepasando el límite de lo absurdo.
Todo comenzó el jueves último cuando en el Boletín Oficial se publicó la reglamentación de una norma internacional de control aéreo que determina la información que las compañías aéreas deberán remitir a distintos entes de regulación –Migraciones, la ANAC y AFIP–, sobre sus pasajeros. Esta norma había entrado en vigencia el día anterior en Estados Unidos, Brasil y Canadá, como parte del acuerdo del Comité de Transporte Aéreo de la Organización de la Aviación Civil Internacional, que se había firmado un año atrás. Lo que se persigue con este protocolo internacional es agilizar controles para detectar a tiempo posibles delitos como narcotráfico, terrorismo o trata de personas.
Hasta allí todo claro. Se reglamentó una norma que se comienza a aplicar en distintos países como parte de un protocolo internacional de aviación.
Los datos que deberán dar las aerolíneas son los mismos que el pasajero entrega al comprar un pasaje o dar sus datos en Migraciones –número de pasaporte, teléfono de contacto, número de vuelo–, sumados a otros que tienen que ver con información que manejan las compañías, como cantidad de asientos ocupados, lugar de facturación, y otros.
Todo claro. Clarísimo. El pasajero no debe hacer nada. Es un trabajo de las compañías aéreas dar esa información digitalizada.
Hasta que se pusieron la careta.
Y una reglamentación internacional que tienen que cumplir las aerolíneas se convirtió en una "persecución a los argentinos" para impedir que salgan del país.
¿Cómo? Pasen y lean.
Diálogo en Radio Mitre en el programa de Marcelo Longobardi:
Todo a partir de una reglamentación que se aplica en todo el mundo y que, quedaba claro, no cambiaba nada para los pasajeros. Durante ese jueves, los funcionarios consultados trataron de llevar calma a quienes pensaban viajar aclarando lo que ya estaba claro en el Boletín Oficial pero que estos medios se habían ocupado de dar vuelta.
Al día siguiente, pese a que ya estaba claro que los pasajeros no tenían que llenar ningún formulario extra y que todo lo hacían las compañías aéreas con los datos habituales, los diarios Clarín y La Nación insistieron con desinformar desde sus tapas.
Como título principal, Clarín puso: "Otro desaliento para el uso de dólares: Suman un insólito control para los que viajen al exterior". Y La Nación: "Obligan a responder un complicado cuestionario para volar fuera del país".
Estos fueron sus títulos de tapa. Vendían un "insólito control" y la "obligación a responder" para poder salir del país.
Lo peor de esta operación de los dos diarios desde los títulos de tapa es que, en las propias notas, se podía leer que son las aerolíneas las que deben dar la información, y que para los pasajeros no cambia nada. También se entiende que se aplica en los principales países del mundo y que se hace "con foco en la prevención del terrorismo", dicho por el propio periodista de La Nación.
Quizá conscientes del papelón, de lo evidente de la operación. No insistieron con el tema durante el fin de semana. Tampoco aclararon que fue planteado de manera errónea.
Existen situaciones en que quedan en claro las operaciones periodísticas. No se pretende informar, sino sumar confusión y generar alarma en una parte de la población sensibilizada por temas como el dólar y los viajes al exterior.
En este caso se les cayó la careta.
Pero no cambiarán. La van a levantar, le quitarán el polvo y la continuarán usando.
Publicado en:
http://www.infonews.com/2014/09/30/politica-164815-operacion-sin-careta.php
Se convierten en una caricatura de sí mismos.
Lo que se cuenta a continuación los pone sobrepasando el límite de lo absurdo.
Todo comenzó el jueves último cuando en el Boletín Oficial se publicó la reglamentación de una norma internacional de control aéreo que determina la información que las compañías aéreas deberán remitir a distintos entes de regulación –Migraciones, la ANAC y AFIP–, sobre sus pasajeros. Esta norma había entrado en vigencia el día anterior en Estados Unidos, Brasil y Canadá, como parte del acuerdo del Comité de Transporte Aéreo de la Organización de la Aviación Civil Internacional, que se había firmado un año atrás. Lo que se persigue con este protocolo internacional es agilizar controles para detectar a tiempo posibles delitos como narcotráfico, terrorismo o trata de personas.
Hasta allí todo claro. Se reglamentó una norma que se comienza a aplicar en distintos países como parte de un protocolo internacional de aviación.
Los datos que deberán dar las aerolíneas son los mismos que el pasajero entrega al comprar un pasaje o dar sus datos en Migraciones –número de pasaporte, teléfono de contacto, número de vuelo–, sumados a otros que tienen que ver con información que manejan las compañías, como cantidad de asientos ocupados, lugar de facturación, y otros.
Todo claro. Clarísimo. El pasajero no debe hacer nada. Es un trabajo de las compañías aéreas dar esa información digitalizada.
Hasta que se pusieron la careta.
Y una reglamentación internacional que tienen que cumplir las aerolíneas se convirtió en una "persecución a los argentinos" para impedir que salgan del país.
¿Cómo? Pasen y lean.
Diálogo en Radio Mitre en el programa de Marcelo Longobardi:
M.L: –Tener que someter a los ciudadanos de tu país a esto, ¿no?Y en la misma pantalla, un ex directivo de la asociación de agencias de viajes, Tomás Ryan, aseguraba que "Venezuela nos está quedando chiquita". Pero dejaba un "mensaje esperanzador": "Lo único que me alegra es que cada día faltan menos días." Obvio, para que termine este gobierno.
Locutor: –Pobres argentinos ¿no?
M.L.: –Ponerte en ese rol policial…
Locutor: –Pobres nosotros, ¿no?
M.L.: –…para perseguir a los argentinos con 32 datos.
Locutor: –En un país libre, ¿no?
M.L.: –Hay que estar ensañado, eh. Muestra un grado de ensañamiento con la gente de tu país muy importante.
Locutor: –Y lo que falta todavía.
Hay más, en el mismo programa Willy Kohan agrega más nafta al fuego: "Todavía no estamos, gracias a Dios, como Estado Islámico, pero el gobierno está avanzando cada vez más en prácticas de regímenes totalitarios (…) La verdad es que ni en la época de los gobiernos militares teníamos esta situación."
Para cerrar, en el pase de programa a Jorge Lanata se produjo este diálogo:
Longobardi: –Este tramiterío que se agrega hoy, que es una provocación de carácter local, obviamente, para poder viajar. ¿Viste eso?
Lanata: –Sí, ¿entra ya en vigencia?
Longobardi: –No sé, falta la implementación…
Columnista: –¿Cuándo viajás Jorge vos?
Lanata: –El lunes.
Columnista: –Entonces todavía vas a poder viajar.
Dentro del mismo Grupo Clarín, en la pantalla de TN sus periodistas hacían los siguientes comentarios al aire:
–Y, llegan las vacaciones, mucha gente va a viajar al exterior y hay que tratar de retenerlos.
–Todo es para complicar la salida del país. Dentro de poco van a decir que si querés viajar vas a tener que pasar la noche anterior en el aeropuerto de Ezeiza”.
–Viste todas las preguntas que te hacen, si no tenés que presentar ADN es porque ya no hay reactivos.
Todo a partir de una reglamentación que se aplica en todo el mundo y que, quedaba claro, no cambiaba nada para los pasajeros. Durante ese jueves, los funcionarios consultados trataron de llevar calma a quienes pensaban viajar aclarando lo que ya estaba claro en el Boletín Oficial pero que estos medios se habían ocupado de dar vuelta.
Al día siguiente, pese a que ya estaba claro que los pasajeros no tenían que llenar ningún formulario extra y que todo lo hacían las compañías aéreas con los datos habituales, los diarios Clarín y La Nación insistieron con desinformar desde sus tapas.
Como título principal, Clarín puso: "Otro desaliento para el uso de dólares: Suman un insólito control para los que viajen al exterior". Y La Nación: "Obligan a responder un complicado cuestionario para volar fuera del país".
Estos fueron sus títulos de tapa. Vendían un "insólito control" y la "obligación a responder" para poder salir del país.
Lo peor de esta operación de los dos diarios desde los títulos de tapa es que, en las propias notas, se podía leer que son las aerolíneas las que deben dar la información, y que para los pasajeros no cambia nada. También se entiende que se aplica en los principales países del mundo y que se hace "con foco en la prevención del terrorismo", dicho por el propio periodista de La Nación.
Quizá conscientes del papelón, de lo evidente de la operación. No insistieron con el tema durante el fin de semana. Tampoco aclararon que fue planteado de manera errónea.
Existen situaciones en que quedan en claro las operaciones periodísticas. No se pretende informar, sino sumar confusión y generar alarma en una parte de la población sensibilizada por temas como el dólar y los viajes al exterior.
En este caso se les cayó la careta.
Pero no cambiarán. La van a levantar, le quitarán el polvo y la continuarán usando.
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http://www.infonews.com/2014/09/30/politica-164815-operacion-sin-careta.php
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