Arriba: Cristina Fernández de Kirchner en la ONU
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La Presidenta pronunció un encendido y duro discurso ante la Asamblea General de la ONU. Acusó a EE.UU. de complicidad con la usura financiera internacional. Reclamó la reforma del Consejo de Seguridad y llevó el mensaje de paz del papa Francisco.
"Los que desestabilizan la economía de un país y provocan hambre y miseria son terroristas económicos y financieros”, afirmó la presidenta Cristina Fernández durante su discurso ante la 69ª Asamblea General de Naciones Unidas.
Ese fue uno de los pasajes más fuertes del mensaje presidencial en la
ONU, ya que la afirmación apuntó directo al corazón de la administración
de Barack Obama y de la Corte Suprema de Estados Unidos,
que decidió no estudiar el fallo del juez Thomas Griesa a favor de los
fondos buitre. “Hoy la Argentina, con la complicidad de este país
(Estados Unidos), está siendo acosada por estos fondos buitre”, precisó
para que no quedaran dudas sobre el destinatario del mensaje, según
destaca revista Veintitrés.
En un discurso contundente, en el que abundaron las críticas contra
Estados Unidos y contra la hegemonía del Consejo de Seguridad por sobre
la voluntad de los países miembros de ese organismo, la mandataria
celebró y agradeció que “la Asamblea haya tomado el toro por las
astas” al decidir elaborar un marco regulatorio que permita proteger
las reestructuraciones de deudas soberanas como las que llevó a
cabo la Argentina en 2005 y 2010. El objetivo es que en el futuro “a
ningún otro país le pase lo que le pasó a la Argentina, que tiene
voluntad de pago, va a seguir pagando y está siendo hostigada por estos
fondos buitre”, precisó.
Aunque es improbable que ese marco regulatorio destrabe el conflicto con los buitres e impacte en la decisión de Griesa, que 124 países miembro de Naciones Unidas hayan apoyado esa moción, propuesta por el G77+China por iniciativa de la Argentina, permitió que las palabras de Cristina Fernández en Nueva York tuvieran otra resonancia en el escenario mundial. Además, el reclamo millonario de los fondos buitre que pone en riesgo las dos reestructuraciones de la deuda argentina (2005-2010) es una señal de alerta para otros países que renegociaron o planean renegociar deuda eligiendo como lugar de pago Estados Unidos u otra plaza del mundo.
La pregunta es si un grupo de especuladores con lazos políticos y
jurídicos y con capacidad de lobby a nivel mundial pueden poner en
riesgo la economía y la soberanía de una nación ante los ojos de un
mundo que no acciona en su contra. En ese marco, 11 naciones
votaron en contra del tratado de regulación de deudas soberanas, entre
ellos Estados Unidos, Alemania e Inglaterra (los tres miembros del
Consejo de Seguridad de la ONU). En tanto, otros 41 países, varios de la
Unión Europea, se abstuvieron. Aunque la abstención aparece a
simple vista como una posición negativa, para la diplomacia argentina es
un logro. El punto es que este conflicto es un caso testigo que puede
permitirle a la Argentina hacer un aporte a las reglas de convivencia
internacionales.
Además, CFK aprovechó para recordar que el reclamo de los fondos especulativos implica el reconocimiento de una tasa de ganancia del 1.608 por ciento en cinco años. “¿Hay alguna empresa que logre esa rentabilidad en apenas cinco años?”, preguntó. Luego reiteró que “la Argentina va a pagar su deuda pese al acoso de los fondos buitre”, y denunció que se trata de grupos poderosos que “provocan desestabilizar” con “calumnias”. Y subrayó que son “una especie de terrorismo económico y financiero”.
Al cierre de esta edición, un par de horas después del mensaje de Cristina Fernández en Naciones Unidas, el juez Griesa intimó al gobierno argentino a explicar cuáles son los argumentos por los cuales “no debería ser declarado en desacato” por incumplir el fallo a favor de los buitres y amenazó con aplicar “sanciones por 50.000 dólares diarios”. El magistrado de Nueva York convocó a los abogados argentinos a una audiencia para el lunes próximo, 29 de septiembre, tras la insistencia de NML Capital, cuyo titular es Paul Singer, uno de los fondos buitre litigantes.
Si bien el punto más alto del discurso de CFK en la ONU, tal como estaba previsto, fue la denuncia contra los fondos buitre, la Presidenta hizo maravillas al lograr incluir en apenas 35 minutos todos los temas de agenda previstos. “Mi país es un triple leading case, en materia económica financiera, de terrorismo y de fuerza e integridad territorial”, dijo Cristina. En torno de ese eje organizó su exposición: Buitres, Malvinas y atentados terroristas fueron los “leading case” que abordó la mandataria. Con respecto al reclamo de soberanía de las Islas Malvinas, dijo que aún “está pendiente el reclamo para que el Reino Unido se siente a dialogar”. CFK denunció que “mientras valga más el voto de los cinco países que integran el Consejo de Seguridad”, todos con derecho a veto, “nada se va a solucionar”. Y exhortó: “Esta Asamblea debe retomar los poderes que ha delegado” porque, según explicó, “es esta Asamblea la soberana, la verdadera democracia global”.
En este punto, vale destacar la sintonía entre el discurso de Cristina y el de su par de Brasil, Dilma Rousseff, quien afirmó que “es necesaria una verdadera reforma del Consejo de Seguridad” e hizo un llamamiento al relanzamiento de la economía mundial. Para Rousseff, es “inaceptable” la composición actual de Consejo de Seguridad porque resta participación a los países emergentes y pidió que al cumplirse los 70 años de la ONU se propicie un cambio. También coincidió con CFK al asegurar que “el uso desproporcionado de la fuerza es incapaz de eliminar las causas profundas de los conflictos, como la cuestión israelí-palestina, la masacre del pueblo sirio, la desestructuración de Irak, en la reciente inseguridad en Libia y en los conflictos en Ucrania”. Por su parte, la presidenta argentina reclamó “la incorporación del Estado de Palestina como integrante pleno” de la ONU y respaldó, una vez más, su derecho a existir como un Estado independiente, al igual que Israel, como condición para alcanzar la paz en Medio Oriente. En ese punto, citó al papa Francisco, con quien se entrevistó el fin de semana pasado, al afirmar que “si queremos combatir el terrorismo, trabajemos por la paz”.
La Presidenta también hizo referencia a los dos atentados terroristas que golpearon a la Argentina, el perpetrado contra la embajada de Israel (1992) y el lanzado contra la AMIA (1994). Recordó que el ex presidente Néstor Kirchner relevó datos, creó una unidad de investigación y “se atrevió a proponer y a pedir a Irán que colaborara con la investigación”. Desde 2007 en adelante, el gobierno argentino trabajó, dijo CFK, para que Irán accediera a una reunión bilateral que derivó, finalmente, en la firma de un memorándum de entendimiento para que los sospechosos iraníes puedan declarar. Sin embargo, aun cuando la intención es llegar a la verdad, “se desataron los demonios”, expresó, en alusión al rechazó que suscitó el memorando en parte de la comunidad judía. “Nos acusaron de complicidad”, dijo, y recordó que este último domingo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se reunió en Nueva York con el canciller iraní, Mohamed Javad Sharif, antes de la Asamblea General de la ONU. Tras el encuentro, Kerry señaló que hay progreso en las conversaciones sobre el programa nuclear iraní y anticipó que se reunirá con su par de Irán cuando sea necesario. En ese marco, CFK se preguntó, a la luz de este acercamiento entre Estados Unidos e Irán, “qué dirán hoy, cuando el año pasado nos acusaban de terroristas”.
Luego, la mandataria pasó revista de cómo van cambiando año a año las amenazas terroristas a nivel global. “Primero fue Al Qaeda, después la Primavera Árabe y ahora es ISIS”. Y preguntó: “¿Pero cómo y desde dónde consiguen armas estos grupos peligrosos? En ese contexto, la Presidenta difundió el mensaje del papa Francisco a favor de la paz mundial. Cristina contó: “Antes de venir aquí me estuve entrevistando con el Papa, que hoy ocupa un lugar de fuerte liderazgo. Quiere creer en el mensaje de paz. Si queremos combatir el terrorismo, trabajemos por la paz”. El encuentro con Francisco, el cuarto que comparten desde que Bergoglio asumió al frente de la Iglesia de San Pedro, excedió lo protocolar. Acompañada por una nutrida delegación de La Cámpora, la foto de la Presidenta y el Papa fue la antesala ideal para el planteo global contra los fondos buitre en la ONU. A cambio, el Papa hizo escuchar su voz y su reclamo de paz en ese foro mundial. Pero la presencia del ala militante joven del kirchnerismo en el Vaticano, que dejó declaraciones y fotos distendidas con Francisco que poblaron los medios locales, también le sirvió a CFK para enviar un mensaje hacia adentro de cara a las elecciones de 2015. Todo indica que el kirchnerismo está dispuesto a dar la pelea electoral el año que viene y que la foto con el Papa suma en pos de ese objetivo. Por otro lado, la elección de la comitiva, por descarte, obliga a reflexionar sobre los dirigentes que acompañan en el día a día la marcha del Gobierno pero no lograron subir al avión.
"Los que desestabilizan la economía de un país y provocan hambre y miseria son terroristas económicos y financieros”, dijo Cristina.
Además de contar con el aval del papa Francisco, de representantes del sindicalismo internacional y del magnate húngaro George Soros, la Presidenta llegó este año a la Asamblea General de la ONU empoderada por las declaraciones de varios premios Nobel, líderes políticos y empresarios, el G77+China, la Unasur y el Mercosur. No es poco.
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