Guerreros digitales es de
esos libros que sirven como dato arqueológico: a través de él se puede percibir
un clima de época que lo hace indefectiblemente hijo de ese proceso de cambio
que atravesó la Argentina
en la primera década kirchnerista.
Por un lado se
hace eco de esta maravillosa moda que se ha instalado en Argentina desde la
discusión sobre la ley de medios. Me refiero a que el debate del modo en que
los medios de comunicación constituyen realidad ha salido de los claustros
universitarios para ser un tema cotidiano en el bar, el taxi o la verdulería.
De aquí que estos guerreros, las únicas armas que reivindiquen sean las semiológicas.
Pero, por otro
lado, también reconoce que hacer una lectura en clave tecnológica sería injusto
para con la especificidad de lo sucedido en la Argentina. En otras
palabras, revolución tecnológica ha habido en todo el mundo pero, en nuestro
país, estas transformaciones vinieron acompañadas de una manera distinta de
intervención pública. Así, las redes sociales, y antes los blogs, se
transformaron en espacios donde pululan insultos y argumentos de baja estofa
pero también han dado lugar a ciudadanos de a pie capaces de contribuir con
espíritu crítico a debates vedados en las grandes corporaciones.
Asimismo, el
ciberespacio no fue un ámbito colonizado por jóvenes sub 30 sino que muchos de
aquellos que tienen la edad de los padres de esos chicos, encontraron allí un
lugar donde poder volcar ese reverdecer militante que caracteriza esta época.
Por ello, no resulta casual que los autores de este libro, y que me perdonen,
por favor, cuenten ya con muchos más abriles de los que algunos imaginan. Todo
esto, a su vez, en el lustro en el que se está librando una disputa fenomenal
entre la democracia y las corporaciones económicas, algo que algunos reducen ingenua
o maliciosamente a una pelea entre kirchnerismo y el grupo Clarín.
Ahora bien, otro
dato del libro que muestra su marca temporal es el hecho de ser un libro
colectivo. Entiendo que esto responde a dos impulsos que confluyen en el mismo
lugar, porque existe un clima ideológico diferente de aquel que reivindicaba el
individualismo neoliberal y porque la lógica propia de las redes sociales ha
hecho de los autores diseminados rizomáticamente y de los trabajos mancomunados
que saltan las fronteras geográficas, un aspecto identitario.
Quizás por todo
esto es que el libro puede presentar aspectos que a primera vista resultan
paradójicos. El más saliente es el reivindicar una militancia cibernética en un
libro en papel, una suerte de ditirambo a la era digital en soporte analógico.
Pero la paradoja se difumina cuando entendemos que esos guerreros son
militantes que entienden que la actividad en el mundo de la web no viene a
suplantar ni al trabajo “a la vieja usanza” ni al “territorio”. Se trata, más
bien, de un complemento, hoy día, ineludible. Esto tiene que ver con que quizás
la cibermilitancia se vincule más con un tiempo que con un espacio, es decir,
se trata de una militancia que debe adecuarse a la velocidad, de aquí que
naturalmente este libro refleje un conjunto de reflexiones agrupadas en
temáticas pero en un formato de artículo periodístico más o menos corto, propio
del modelo blog.
Por último, los
matices entre los autores también muestran la complejidad de la construcción
kirchnerista. Así tenemos a “la perra intelectual”, por ejemplo,
reivindicándose anarquista y kirchnerista pero no peronista. No es un problema de
identidad individual sino la expresión de un sector que se ha acercado al gobierno
y que en buena medida se ve representado en este libro como también se ven
enfoques diversos entre los autores y hasta estilos muy distintos. Así, si se
desea una prosa más serena, Adrián Corbella podrá ser el preferido pero si se
busca una artillería de palabras directa al núcleo, Gustavo Rosa, será el
elegido. Ambos, claro, se diferencian de la mirada algo desprejuiciada y
sanamente libertina de “La perra”.
Sin dudas no es
el único libro en esta línea de trabajo ni en este formato pero volviendo a la
metáfora inicial, quizás, dentro de algunas centurias, algún hombre encuentre
este libro y gracias a ello entienda que existe allí un aporte para dar cuenta
de esa compleja relación que en la
Argentina de los primeros años del tercer milenio permitió
aunar militancia, crítica cultural y política con las nuevas tecnologías. Todo
dentro del contexto de un complejo proceso como el kirchnerista, proceso que se
puede abordar con diferentes valoraciones y que lo único que no permite es
permanecer indiferente.
por Dante Augusto Palma
Tomado de:
Perra Intelectual, Adrián Corbella, Gustavo Rosa: GUERREROS DIGITALES. CIBERMILITANCIA Y BATALLA CULTURAL, Buenos Aires, Dunken, 2013
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