En este mundo en
donde las personas piensan primero en sus propias necesidades, nos encontramos
con un gobierno que antepone las necesidades y sueños de los más desposeídos,
por encima de los intereses de las clases dominantes.
Esta postura que
irrita a gran parte de los sectores conservadores, ya que piensan que los
únicos que deben beneficiarse con las
arcas de Estado son ellos, las elites cuyas grandes fortunas han sido amasadas durante la última dictadura, o luego
durante el gobierno de Carlos Menen.
Muchos son los
beneficios que el estado les ha otorgado a las elites, que les permiten poder
acceder a los créditos del estado, y a
su vez ejercer el control social sobre las clases mas desprotegidas -que son
sus empleados-. También se cuentan entre las “dádivas” de este Estado a
sectores que no son pobres la universidad pública, la mayoría de cuyos profesionales
surgieron de las clases más acomodadas de la República, así como los
colegios secundarios de capital federal dependientes
de la UBA, como
el Nacional Buenos Aires, que imparten educación pública de elite.
Estas clases
sociales, a las que solo les interesa poder comprar unos pocos dólares para
hacer la supuesta “diferencia”, sin importar lo que le sucede a los otros
miembros del país, ni siquiera pueden
reconocer los aciertos económicos de este gobierno, que les son muy favorables.
Analizando otros
logros de éstos años, el eje de la
reflexión va hacia otro lado , hacia el
placer que puede tener un chico de 14, 15 o más años en recibir de parte del
estado una hermosa computadora personal. Este instrumento que hace solo apenas
5 años era un elemento que solo lo poseían algunos privilegiados y gente de las
clases altas, era todo un fetiche de mercadería que con poseerlo ya se
entendía, a que mundo se pertenecía, que reflejaba junto con los celulares, un
artículo de distinción. .
Nuestro estado lo
masificó, lo convirtió en una herramienta de la educación secundaria, como la
tiza y el borrador, sin importar si estos alumnos y maestros tenían los saberes necesarios o mínimos para el
mayor aprovechamiento posible de estos equipos.
Los docentes que
indignados reclaman que las máquinas son un gasto innecesario de parte del Estado o que los alumnos las usan para el Facebook,
o que tienen que venir a la escuela a capacitarlos en su lugar de trabajo, o
que mejor que pongan los techos o vidrios en las escuelas en vez de las
computadoras.
Tendrían su cuota
de razón si el gobierno dejara librados
al azar el uso y la suerte de las
netbooks (computadoras personaesl) y las
net serían simple campaña política, sin ningún peso social, si no formaran
parte de un programa general de transformación social.
El estado entregó más de 3 millones de máquinas: un incentivo para
los estudiantes y docentes ávidos de conocimientos, en búsquedas de nuevas
razones y experiencias educativas.
Estas máquinas representan una inversión del estado en educación
mirando hacia el futuro y no en una búsqueda de beneficios mezquinos del
presente, porque dentro de unos años,
nuestros jóvenes serán capaces de
desarrollar tecnologías de punta, mucho tendrá que ver esta masificación
de la tecnologías, porque no es solo el
plan de las net fortaleciendo las TIC (Técnicas de la Información y la Comunicación), es
Tecnópolis, es el cuidado de las escuelas industriales, es el desarrollo de
planes para que vuelvan los científicos
al país-ya son más de 1000-
Cuando dentro de 30 años se hable del actual período se hablará del
salto en la brecha digital provocado por este plan, juntos con otros procesos
que incorporan a los jóvenes y su tecnologías al mundo de los adultos.
Desde lo personal hoy me ha tocado el beneficio y la responsabilidad
de poseer una de las computadoras del Estado, para potenciar y mejorar la
educación pública desde mi lugar que es la docencia.
Los alumnos por momentos entienden que es un beneficio, y a la vez
una responsabilidad ya que las computadoras son una herramienta más del proceso
de enseñanza-aprendizaje que se realiza de forma constante dentro de las
distintas escuelas del país, pero gracias a nuestro esfuerzo como nación y
compromiso con el futuro, hoy gran parte de nuestros alumnos aún tienen tiempo
para soñar con un mejor mañana, por una patria grande igualitaria y democrática
desde la escuela y con la computadora como herramienta imprescindible del
presente y el futuro.
Sergio Galateo, octubre de 2013
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