Arriba : ¿El fin del "Spanish dream"?
"Rajoy explica sus planes en inglés porque la banca anglo-franco-germana no habla español. ¡Qué importa la ciudadanía hispano-parlante, si no es responsable ni beneficiaria del ajuste!"
Por:
Federico Bernal
Tres días atrás, el Congreso de los Diputados español remachó las mismas cadenas que vienen oprimiendo al pueblo español desde hace centurias. En nuestra columna del 29 de mayo de 2011 titulada “De Indignados a Indagadores”, analizamos brevemente las causas estructurales del atraso español, así como la única disyuntiva (histórica) y presente en juego: España “negra” o España popular, democrática y moderna. Por desgracia, la balanza se vuelca pesadamente hacia la primera. Zapatero a su zapato, toca el turno ahora al terrorismo financiero y especulador corporativo encaramados ya en la mismísima Moncloa. El brutal ajuste sólo es equiparado por la desvergüenza y el cinismo de los propios ajustadores: en su editorial del 17 de julio, el diario.
El País se quejaba no ya del horroroso fundamentalismo de mercado del señor Rajoy, sino de lo mal que el Gobierno explica sus políticas económicas a la pauperizada y flagelada plebe. “[Las previsiones del FMI en materia de recortes han sido] explicadas de forma lamentable a los ciudadanos. […] Hay, además, más factores que deterioran la confianza”. Se preguntará el lector cuáles factores y la confianza de quién o quiénes es la maltratada. Sigamos. “Uno de ellos [de los factores] es la pésima gestión de la información, que se traduce en una pérdida de credibilidad en la capacidad del Gobierno. […] La vicepresidenta y los ministros económicos no aclararon detalles tan importantes como la posibilidad de retirar la prestación a los parados en caso de `indicios´ de fraude […]. Estos detalles fueron revelados después en la página web del ministerio, redactada en inglés, para información de inversores extranjeros”. O sea, el problema para El País no pasa por la descomunal política socioeconómica que viene a continuar, remozados a los tiempos que corren, los lineamientos del franquismo, los de la España “negra” y la eternamente sometida a Londres, París y Berlín. No señor. El problema es la mala comunicación oficial. El diario El País levanta las banderas del nacionalismo falangista en defensa del idioma oriundo de Castilla. Pero Rajoy explica sus planes en inglés porque la banca anglo-franco-germana no habla el español. ¡Qué corno importa la ciudadanía hispano-parlante, si no es ella la operadora ni la beneficiaria del ajuste!
EL DIARIO EL PAÍS A FAVOR DE LA SEMICOLONIA.
Vayamos ahora al asunto de la supuesta confianza afectada. ¿A la confianza de quién o quiénes se refiere? Uno debiera suponer, luego de leer lo anterior, que alude a la poca o nula confianza que los gobernantes (mal comunicadores) despiertan en la población. Pues no, nada de eso. Dice la editorial: “Economía y Hacienda tienen que dar más explicaciones sobre asuntos decisivos para la confianza de los inversores. El ajuste necesario para cumplir con el objetivo de déficit en 2014 es muy superior a los 54.400 millones que dice el Gobierno que conseguirá con las disposiciones anunciadas el viernes. […] Con vaguedades no se recupera la confianza de los mercados”. ¡El ajuste es IN-SU-FI-CIEN-TE! Cada día que pasa, España atrasa por décadas. Paga muy caro su incompleta revolución burguesa. España se ha transformado hoy en feudo de la gran banca franco-anglo-germana y sus sectores industriales y corporativos. Cual gran señorío feudal, dispensa a su pueblo el típico trato que sus antecesores propinaban al campesinado explotado y excluido de antaño: tributos y más tributos a la turba hambrienta y empobrecida. El diario El País confirma la lamentable realidad: “El veredicto del Fondo incluye una recomendación explícita: que el BCE compre deuda de los países afectados por las tensiones financieras y acabar con la enorme brecha, en financiación y crecimiento, que se aprecia entre el núcleo económico franco-alemán y los países periféricos”. España es feudo pero feudo periférico. Ahora bien, ¿cómo se explica que pueda aplicársele a España similares niveles de intervencionismo y sojuzgamiento a los padecidos, por ejemplo, por los pueblos latinoamericanos a lo largo de su historia?
LA POTENCIA MERCANTIL SIN MONEDA.
Entre el siglo XV y fines del XVIII, España fue claudicando a su industrialización, convirtiéndose en satélite de sus vecinos al norte y noreste que, justamente por completar su ciclo revolucionario burgués, se colocaron a la vanguardia del desarrollo capitalista y la industrialización europea y planetaria. Fue una pieza clave del dispar acontecer lo ocurrido con el oro y la plata provenientes de las Indias. Según datos del notable investigador Alexander von Humboldt, entre 1492 y 1803, ingresaron a Europa de América Latina unos 5445 millones de pesos, de los cuales 4746 lo habían hecho previamente a España. Pero las riquezas metálicas lejos de quedar en la península, partían rumbo a otros destinos. El magistral economista e historiador español Manuel Colmeiro lo pone en estos términos: “Pasaban [desde España] los metales nobles a Italia, hábil en la fabricación de géneros de seda; a Francia, que nos surtía de lienzos y cosas de buhonería; a los Países Bajos, incluyendo Hamburgo, y a Inglaterra, que nos suministraban los tejidos delicados de lana y lino. […] Con esto llegó a formarse la opinión que España era la potencia mercantil más escasa de moneda [de la época]”. En fin, España era desangrada en beneficio de los Estados europeos vecinos, florecientes en su industria y comercio. Ocurría que el atraso general de su agricultura, sus artes mecánicas y la baja población no invitaba a la retención (circulación) de moneda fronteras adentro. Humboldt calcula el numerario circulante para fines del siglo XVIII así: Francia con 2500 millones de libras tornesas, Gran Bretaña 950 millones y España 450. Estaba todo dicho y la suerte echada. España firmaba su rol de colonia y mercado consumidor de manufacturas en el contrato europeo de la división del trabajo.
DE LOS PIRINEOS A LOS ANDES.
Hoy día, tal contrato no ha variado sino que por el contrario, viene a renovarse, esta vez bajo nuevas cláusulas leoninas impuestas por los mismos centros de poder (reemplácese los Países Bajos y Hamburgo por Alemania). El flamante ajuste de 65.000 millones de euros en dos años es más de lo mismo. Es decir y como sucediera un par de siglos atrás, una ingente masa de recursos y riquezas dejarán España para terminar en las arcas de las metrópolis colindantes (¿acaso buena parte de esas riquezas no vinieron/vienen de América Latina?). Como los habsburgos y borbones que, casi sin excepción, tejieron alianzas de conveniencia y supervivencia con otros reinos pero siempre a espaldas y en perjuicio de la población local, el gobierno de Rajoy tiene de aliados a la Italia de Monti y a la Alemania de Merkel. Franco obtuvo el apoyo de las mismas fuerzas opresoras. En este sentido, las fuerzas progresistas y revolucionarias españolas no tienen otra opción, ni más fiel aliado que los pueblos y gobiernos nacionales y populares de América Latina. Sólo entendiendo que la España soberana, popular, democrática y moderna se extiende entre los Pirineos y los Andes, es como el pueblo español tendrá la fuerza y el respaldo suficiente para hacerse del poder y vencer, de ahí en más, al ultra-conservadurismo local y europeo que tanto daño le ha infligido. El oro y la plata de las Indias profundizó la reacción en España. Por eso, que la Unasur venga revirtiendo la sangría de riquezas y recursos en manos de empresas españolas es, en realidad y en función de la historia, lo mejor que le puede pasar a la España popular y moderna.
Publicado en :
No hay comentarios:
Publicar un comentario