Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 31 de Diciembre de 2011
Por Abraham Gak Profesor honorario de la UBA y la USAL.
Para sostener un proceso de crecimiento con equidad y enfrentar las consecuencias de la crisis externa, debemos mantener y aun mejorar los índices centrales que nos distinguen frente a aquellos países que recibirán plenamente las secuelas de la crisis. Esas variables son las del empleo, las políticas sociales hasta ahora implementadas y las tasas de crecimiento para lo cual el nivel de inversiones es esencial.
El nivel de empleo, que parece haber entrado en una meseta, debe ser revitalizado. Para ello, las paritarias deberían ser iniciadas con la premisa de consolidar el incremento de la participación de los asalariados en el producto bruto, de modo de sostener un mercado interno activo. Deben reducirse los niveles actuales de personal no registrado.
Respecto de las políticas sociales, deben ser reformuladas para acentuar su impacto en los sectores más desprotegidos, en particular en los deciles I y II que requieren reajustes urgentes. La Asignación Universal por Hijo y el programa Argentina Trabaja deben ser aumentados en remuneración y beneficiarios. Todas estas cuestiones podrían resumirse en lo que llamamos provisión de bienes públicos, que contribuye a mejorar el nivel de ingresos para el sector asalariado.
Es imposible imaginar una mejora sustantiva si no median dos reformas legales imprescindibles: la ley de entidades financieras y la reforma de la carta orgánica del Banco Central. Hábida cuenta de la rentabilidad actual del sector empresario, estarían dadas las condiciones para sostener las inversiones que garanticen un desarrollo equitativo en la distribución del ingreso, a la vez que un crecimiento a tasas elevadas.
Si bien los niveles de crecimiento de los precios no parecen haber afectado la demanda agregada, estos deben seguir siendo monitoreados para evitar un impacto en los salarios y la rentabilidad de las pequeñas y medianas empresas, motores de la incorporación de tecnología y empleo. Un aspecto central para enfrentar la crisis externa es continuar con la política de integración regional, el Unasur, para lograr que la población regional sea nuestro gran mercado interno.
Finalmente, es probable que resignemos crecimiento como consecuencia natural de una disminución de nuestras exportaciones tanto en volumen como en precios, tanto primarias como industriales, pero si continuamos con este desafío exitoso al pensamiento único, podremos sostener y aún mejorar las condiciones de vida de nuestra comunidad. ¡Feliz, activo y optimista año 2012!
Publicado en :
http://tiempo.infonews.com/notas/feliz-ano-2012
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