Ya estamos en mayo. Faltan menos de seis meses para las elecciones. Y el panorama se va aclarando.
Por el lado opositor, muchos se van definiendo. Aquellos cuyas intenciones de voto son patéticamente bajas se reacomodan en lugares que parecen prometerles, como diría Daniel Filmus, un premio consuelo.
Por el lado de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas ya tiene decidido bajar sus pretensiones e ir como candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La decisión, que generó algunos chispazos con Claudio Lozano, el anterior candidato del partido, deja al espacio listo para aliarse a nivel nacional con otras fuerzas, quizás con el Socialismo santafesino y el GEN… Quizás …
Pino especula con hacer una buena elección en Capital y llegar al ballotage … Tal vez lo consiga… Tal vez…
El evanescente Peronismo Federal parece ir camino a su extinción. Primero fue el misterioso señor Reutemann quien anunció que continuará con su meditación eterna (¿Será budista?). Luego Felipe Solá descubrió que ya no era “el mejor”, y comenzó a buscar un palenque donde rascarse… ¿Terminará con una boina, aliado a Alfonsín Jr.?...
De Das Neves mejor ni hablar … Se perdió adentro de una de sus urnas vacías, y no sabe si alguna vez logrará salir de allí…
Duhalde y Rodríguez Saá protagonizaron una bochornosa interna para finalmente terminar anunciando que suspendían ese comicio y que cada uno iría como candidato por las suyas. Duhalde aparece como muy confundido, y probablemente ni él sabe que hará en estos meses. Paradójicamente, “El Alberto”, el polémico dirigente puntano, aparece como el más serio y principista : no acepta alianzas impresentables y quiere ir como candidato de su espacio, aunque sus posibilidades sean escasísimas…
El PRO está empantanado en las dudas de su jefe. Pero parece claro que Macri irá por la reelección en la ciudad y se “guardará” para el 2015 … o para Boca …
De Narváez está solo y abandonado, y, como Solá, busca donde arrimarse. Cada vez está más convencido de que el pompón rojo de la boina radical hace juego con su pelo colorado…
Elisa Carrió, que hace poco dijo que iba a ganar en primera vuelta aunque su intención de voto a nivel nacional ronda el 5%, sigue viviendo en su mundo, en su propia realidad, en la cual Lucifer se escribe con K y ella es una heroína amada y admirada por todos aquellos que desean el Bien.
El socialismo tiene sus propios problemas, entre un Binner que no está dispuesto a sumarse a cualquier cosa y un Giustiniani más omnívoro… El tiempo dirá que tendencia triunfa en las internas, y dónde se ubica el centenario partido, si en una alianza de “centroizquierda” con el GEN, lo que quede de Proyecto Sur, y quizás los radicales , o en una alianza, desbalanceada hacia la derecha, del Grupo Ajismo.
Nos quedan los radicales. Cobos ha cosechado los frutos de su voto No-Positivo … Y es que nadie confía en los traidores… Por eso sus aspiraciones presidenciales son cosa del pasado, y ahora se conforma con encabezar alguna lista de diputados.
Ernesto Sanz también se ha bajado (¿Estaba subido a algún lado?)…
Y entonces queda firme la candidatura de Ricardo Alfonsín, al que los radicales llaman “Ricardito”, no se sabe bien si porque le tienen cariño o porque ha logrado la increíble performance de llevar treinta años en la política sin haber hecho absolutamente nada … Y esa es su principal virtud : aunque tiene casi 60 años y es militante radical desde hace mucho tiempo, no tiene pasado.
Alfonsin va quedando como casi único candidato opositor con alguna vaga esperanza de competir con el oficialismo. La tarea no será fácil.
“Ricardito” tiene por delante una pesada labor. Sus votos no le alcanzan. Y, lo que es peor, su partido no le alcanza. La UCR no es lo que era en sus tiempos de gloria. Conserva algo así como una estructura a nivel nacional, pero en algunos lugares es un sello de goma. Las recientes elecciones lo han demostrado. Los radicales perdieron en Catamarca, aunque hicieron una buena faena, superando el 40% de los votos. Pero en lugares como Salta y Chubut están semidesaparecidos. Y no son los únicos lugares : la precandidata radical en Capital , Silvana Giúdici, tiene según todas las encuestas entre un 1 y un 3% de la intención de votos. En la poderosa provincia de Buenos Aires simplemente no tienen candidato, y por eso están pensando en sumar a De Narváez, empresario desorientado que bascula entre el PRO, el fantasmagórico peronismo federal y la UCR.
Alfonsín Jr. deberá hacer alianzas : a la izquierda de su partido mira con simpatía al Socialismo, el GEN y Proyecto Sur, y a su derecha a De Narváez, al PRO, y a lo que quede en pie del Peronismo Federal (¿Felipe Solá?). Pero parece difícil compatibilizar , por ejemplo, al Socialismo y el GEN con el PRO, por lo que probablemente perderá por izquierda o por derecha, y , si logra tejer una alianza que los incluya a todos, será una alianza pegada con saliva, siempre lista a estallar.
Cuesta imaginar que una alianza semejante pueda ganar. Y más aún que pueda gobernar. Un eventual presidente Alfonsín tendría minoría en ambas cámaras, una mayoría de provincias opositoras y aliados tan complicados para compatibilizar como los socialistas en Santa Fe , De Narváez en Buenos Aires y Macri en Capital… ¿Más Duhalde?...
Si Alfonsín lograra organizar y llevar a la victoria a esta suerte de nueva Unión Democrática, una alianza "grupoajista" residual, probablemente ese extraño entramado político se le deshiciera en las manos el mismo día del triunfo, en cuanto el aglutinante externo (el odio al actual oficialismo) dejara de tener sentido por la propia victoria.
Por el lado opositor, muchos se van definiendo. Aquellos cuyas intenciones de voto son patéticamente bajas se reacomodan en lugares que parecen prometerles, como diría Daniel Filmus, un premio consuelo.
Por el lado de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas ya tiene decidido bajar sus pretensiones e ir como candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La decisión, que generó algunos chispazos con Claudio Lozano, el anterior candidato del partido, deja al espacio listo para aliarse a nivel nacional con otras fuerzas, quizás con el Socialismo santafesino y el GEN… Quizás …
Pino especula con hacer una buena elección en Capital y llegar al ballotage … Tal vez lo consiga… Tal vez…
El evanescente Peronismo Federal parece ir camino a su extinción. Primero fue el misterioso señor Reutemann quien anunció que continuará con su meditación eterna (¿Será budista?). Luego Felipe Solá descubrió que ya no era “el mejor”, y comenzó a buscar un palenque donde rascarse… ¿Terminará con una boina, aliado a Alfonsín Jr.?...
De Das Neves mejor ni hablar … Se perdió adentro de una de sus urnas vacías, y no sabe si alguna vez logrará salir de allí…
Duhalde y Rodríguez Saá protagonizaron una bochornosa interna para finalmente terminar anunciando que suspendían ese comicio y que cada uno iría como candidato por las suyas. Duhalde aparece como muy confundido, y probablemente ni él sabe que hará en estos meses. Paradójicamente, “El Alberto”, el polémico dirigente puntano, aparece como el más serio y principista : no acepta alianzas impresentables y quiere ir como candidato de su espacio, aunque sus posibilidades sean escasísimas…
El PRO está empantanado en las dudas de su jefe. Pero parece claro que Macri irá por la reelección en la ciudad y se “guardará” para el 2015 … o para Boca …
De Narváez está solo y abandonado, y, como Solá, busca donde arrimarse. Cada vez está más convencido de que el pompón rojo de la boina radical hace juego con su pelo colorado…
Elisa Carrió, que hace poco dijo que iba a ganar en primera vuelta aunque su intención de voto a nivel nacional ronda el 5%, sigue viviendo en su mundo, en su propia realidad, en la cual Lucifer se escribe con K y ella es una heroína amada y admirada por todos aquellos que desean el Bien.
El socialismo tiene sus propios problemas, entre un Binner que no está dispuesto a sumarse a cualquier cosa y un Giustiniani más omnívoro… El tiempo dirá que tendencia triunfa en las internas, y dónde se ubica el centenario partido, si en una alianza de “centroizquierda” con el GEN, lo que quede de Proyecto Sur, y quizás los radicales , o en una alianza, desbalanceada hacia la derecha, del Grupo Ajismo.
Nos quedan los radicales. Cobos ha cosechado los frutos de su voto No-Positivo … Y es que nadie confía en los traidores… Por eso sus aspiraciones presidenciales son cosa del pasado, y ahora se conforma con encabezar alguna lista de diputados.
Ernesto Sanz también se ha bajado (¿Estaba subido a algún lado?)…
Y entonces queda firme la candidatura de Ricardo Alfonsín, al que los radicales llaman “Ricardito”, no se sabe bien si porque le tienen cariño o porque ha logrado la increíble performance de llevar treinta años en la política sin haber hecho absolutamente nada … Y esa es su principal virtud : aunque tiene casi 60 años y es militante radical desde hace mucho tiempo, no tiene pasado.
Alfonsin va quedando como casi único candidato opositor con alguna vaga esperanza de competir con el oficialismo. La tarea no será fácil.
“Ricardito” tiene por delante una pesada labor. Sus votos no le alcanzan. Y, lo que es peor, su partido no le alcanza. La UCR no es lo que era en sus tiempos de gloria. Conserva algo así como una estructura a nivel nacional, pero en algunos lugares es un sello de goma. Las recientes elecciones lo han demostrado. Los radicales perdieron en Catamarca, aunque hicieron una buena faena, superando el 40% de los votos. Pero en lugares como Salta y Chubut están semidesaparecidos. Y no son los únicos lugares : la precandidata radical en Capital , Silvana Giúdici, tiene según todas las encuestas entre un 1 y un 3% de la intención de votos. En la poderosa provincia de Buenos Aires simplemente no tienen candidato, y por eso están pensando en sumar a De Narváez, empresario desorientado que bascula entre el PRO, el fantasmagórico peronismo federal y la UCR.
Alfonsín Jr. deberá hacer alianzas : a la izquierda de su partido mira con simpatía al Socialismo, el GEN y Proyecto Sur, y a su derecha a De Narváez, al PRO, y a lo que quede en pie del Peronismo Federal (¿Felipe Solá?). Pero parece difícil compatibilizar , por ejemplo, al Socialismo y el GEN con el PRO, por lo que probablemente perderá por izquierda o por derecha, y , si logra tejer una alianza que los incluya a todos, será una alianza pegada con saliva, siempre lista a estallar.
Cuesta imaginar que una alianza semejante pueda ganar. Y más aún que pueda gobernar. Un eventual presidente Alfonsín tendría minoría en ambas cámaras, una mayoría de provincias opositoras y aliados tan complicados para compatibilizar como los socialistas en Santa Fe , De Narváez en Buenos Aires y Macri en Capital… ¿Más Duhalde?...
Si Alfonsín lograra organizar y llevar a la victoria a esta suerte de nueva Unión Democrática, una alianza "grupoajista" residual, probablemente ese extraño entramado político se le deshiciera en las manos el mismo día del triunfo, en cuanto el aglutinante externo (el odio al actual oficialismo) dejara de tener sentido por la propia victoria.
Ricardo Alfonsín necesita por ende no uno sino tres milagros : el primero es poder armar una gran alianza del baqueteado Grupo A ; el segundo es llevar semejante mamarracho a la victoria ; y el tercero es mantenerlo unido para poder gobernar luego de un eventual triunfo.
Del otro lado, del lado oficialista, las cosas son mucho más claras. Cristina Fernández no ha anunciado oficialmente su candidatura. Y no lo ha hecho porque no es necesario. Sin ser candidata va primera cómoda en todas las encuestas, y la incertidumbre le agrega confusión a una oposición que se pierde adentro de un vaso…
Pero Cristina se está comportando como candidata, y todo indica que eventualmente hará el anuncio oficial. Y, seguramente, cuando lo haga anunciará la fórmula completa, habiendo ya tomado la decisión referente al vicepresidente. Esto evitará especulaciones e internismos, fortaleciendo el frente interno. Y será un salto hacia delante, ya que es muy posible que el vicepresidente de la fórmula del 2011 sea el candidato a Presidente del FpV en 2015…
Los argentinos nos enfrentamos a una elección histórica. A una elección en la que no da igual que gane uno o el otro, porque ambos bandos muestran proyectos muy distintos.
Cristina Fernández de Kirchner unificará en su persona a dos votantes de perfil diverso : por un lado, un ciudadano peronista-progresista , o tan sólo progresista, comprometido con un modelo que se ha desarrollado por varios años, que quiere defender lo conseguido y profundizar las transformaciones. Un votante que cree en el “Nunca Menos”.
Pero Cristina recibirá también muchos votos de otro sector, más conservador, no tan fervientemente oficialista, o incluso moderadamente opositor, que verá en la continuidad del kirchnerismo el mantenimiento de un gobierno previsible, conocido, de capacidad probada y con un proyecto definido. Es decir, recibirá los votos de un sector que preferirá la continuidad del actual oficialismo antes que optar por un virtual “salto al vacío” …
Adrián Corbella, 1 de mayo de 2011.
Publicado con consentimiento del autor en :
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