Somos sociedad civil.
Llevamos 3 semanas haciendo campaña incansablemente, y por todos los medios. En las redes, en el territorio. Hace 3 semanas que no dormimos, que comemos mal, que nos estresamos, que vivimos en los teléfonos, que abandonamos otras obligaciones, que nuestra vida está en suspenso esperando lo peor.
La catástrofe estaba prevista. Las encuestas daban en contra nuestra. La mayoría de los medios estaban contra nosotrxs. Teníamos que perder, estaba escrito de antemano.
A menos que.
Anoche lloramos, pero fueron lágrimas de alegría y alivio.
Porque la política no es inevitable, no es algo abstracto que esté más allá de nosotros. Nos pertenece.
Algunxs ya estábamos haciendo campaña. Otros se atrevieron a involucrarse por primera vez. Nuestra movilización fue masiva y sin precedentes.
Macron quería “lanzar una granada”, sembrar el caos y erigirse en un salvador. En cambio, logró la unidad de la izquierda y un despertar político global.
Por mi parte, siempre he sido un izquierdista sucio, pero ahora más que nunca.
Gracias a @perrineam y @chtam, que pudieron reunir a más de 209 creadores de contenidos de los 4 rincones de Francia en torno a una misma causa, me encontré en el centro de una dinámica increíble. Creamos juntos, nos ayudamos, nos apoyamos. Aprendí mucho, mucho.
Por supuesto, esto es sólo el comienzo. Todavía queda mucho por hacer, pero sé que no estoy sola y he visto de lo que somos capaces.
Somos sociedad civil.
Nuestra conciencia política está despierta.
Tomamos conciencia de nuestro poder colectivo, de nuestro impacto, de nuestra fuerza; y no habrá vuelta atrás.
Nos negamos a aguantar pasivamente, a dejar que prescindan de nosotros, a resignarnos. Políticos, nos necesitan y tendran Uds que aprender a escucharnos.
El peligro fascista es más real que nunca.
Nada se gana, pero todo es posible.
Vamos, sigamos."
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