23 de octubre ·
Confesión
Nunca había sido oficialista más que unos pocos meses.
Nunca había votado dos veces a la misma persona.
Nunca me había enamorado de una Presidenta.
Nunca lloré ni me reí tanto por tantas cosas.
Nunca lamenté una muerte – fuera de mi familia – como la de Néstor.
Nunca el Estado se había ocupado de mí en un sentido positivo.
Nunca me había ido tan bien económicamente.
Nunca mi madre fue mejor atendida.
Nunca me asusté tanto por la salud de una Presidenta.
Nunca me sentí tan cercano a los Ministros de un Gobierno.
Nunca había visto un Ministro de Economía andar por la calle con el carrito de las compras y que los vecinos lo saluden con afecto.
Nunca disfruté tanto los triunfos deportivos internacionales.
Nunca había imaginado chicos de seis años agrandados, sacando pecho, bien alimentados, vacunados, con una netbook en la mano.
Nunca había visto Ministro de Ciencia y Tecnología ni Ministra de Cultura.
Nunca me hubiera imaginado que un general bajara ese cuadro.
Nunca me imaginé una generala.
Nunca me imaginé que un Presidente argentino lo sacara cagando a Bush.
Nunca me reí tanto de los gorilas.
Nunca vi tanto odio.
Nunca había cantado el himno de ese modo.
Nunca tendré consuelo, porque me dirán lo que quieran pero usted se va y nosotros debemos aceptarlo y la veremos subir al auto y mirarnos y aun en ese momento seguiremos pensando si no habrá algo que se pueda hacer porque cuando nos salude como hace usted, sonriendo y con la mano en alto, algo adentro nuestro volverá a ser ese pibe desorientado que no quiere que lo dejen solo y algo, sin duda, nos dolerá mucho.
Sépalo: la vamos a extrañar de verdad, como nunca extrañamos a nadie.
Compañera querida.
Publicado en:
https://www.facebook.com/ricardo.arriagada.16/posts/1148548261841308
No hay comentarios:
Publicar un comentario