Esta semana el socialista Binner nos dio una clase de republicanismo que será muy difícil de olvidar. Dijo que si Carrió lo acusa de narcotraficante es muy bueno porque ese es el ejercicio de la República, y que la valora como una persona muy valiente por acusarlo de traficar estupefacientes. Y realmente, uno esperaba la desmentida de Binner, o la indignación de Binner. Sin embargo habrá que resignarse a aceptar que Binner será lo que diga Carrió, o que por lo menos el hombre anda pegando cosas no muy legales que no le hacen bien. O que le hacen tan bien que ya no le importa nada. Si el gobierno siguiera su criterio debería condecorar a Bonadio –yo le digo como le dicen en A dos voces– y por qué no, hasta proponerlo para la Corte Suprema por la valentía y el republicanismo guevarista que viene demostrando. Llevando este razonamiento al extremo, el "fuck you" del gordito del trece debería ser el símbolo de la República perdida.
La lógica que usa TN al medir con iguales parámetros la noticia del narcosocialismo de Binner y la chica come-esponjas es inquietante.
El republicanismo –que nunca supe bien de qué se trataba– ahora me queda claro: es poder decirles a unos que son narcos, imbéciles, o que no juntan un balde de bosta, y a otros que son unos chorros, corruptos, unos mercenarios, y unos hijos de puta. Siempre que uno lo diga desde radio Mitre, TN, o Clarín. Si esas cosas se dijeran en otros medios ya no sería republicanismo, sino ataques populistas de esos a los que nos tiene acostumbrados esta dictadura vietnamita (una pena que a vietnamita no se le puede poner una K. Vietnamitak es lo único que se me ocurre). Pero el republicanismo es un arte extraño y sutil. Japonés. El hecho de que hayamos mostrado a Binner en 6,7,8 diciendo estas cosas, seguramente no será interpretado como que promovimos el republicanismo. Es más, si alguno de nosotros hubiera dicho –como dijo él– que Carrió estuvo muy bien al acusarlo de narco, nos hubieran acusado de linchadores. Bueno, el Cuervo Larroque en octubre de 2012 dijo en el Congreso que Santa Fe era un narcoestado. Y aquella vez Ricardo Alfonsín le dijo fascista, en lugar de republicano, y el 92% de los lectores de la noticia en el sitio de TN votó por "me indigna". Porque ellos tienen un idiotómetro que pregunta "¿Qué sentís?" (sic) al final de una noticia. Y entre las opciones a elegir aparece: me importa, me gusta, me aburre, me da igual, me indigna (todo sic). Como primera observación: no hay mayor diferencia entre "me aburre" y "me da igual".
Era mejor ofrecer un neurótico "no me da igual" o mejor "¡no me da igual!". Y definitivamente no se sabe qué mide el "me gusta", cuando por ejemplo la policía agarra un camión lleno de marihuana. Si al tipo "le gusta" que la policía detenga a los narcotraficantes, si "le gusta" que TN se lo cuente, si "le gusta" que la marihuana viaje en camión, o si "le gusta" fumarse un porro del tamaño de un sifón Drago. Ahora mismo usted puede entrar al sitio de TN donde informan sobre alguien que se come dos esponjas de baño por semana. (No se trata de Binner sino de una chica inglesa.) Al final entre el "me importa, me gusta, me aburre, me da igual, me indigna" gana el "me aburre" un 34%, seguido de cerca por el "me da igual", el 20%, el biasatiano "me indigna" tiene un 17%, y empatan en sendos 14% el "me importa" y "me gusta". Ambos suman un 38% de bolastristes que suponemos les parece importante la ingesta de esponjas de baño, y otros que parecen gustar de este platillo suave. Pero más preocupante es ese 17% que se indigna porque alguien se desayune con una esponja. Dejeló, mientras no sea la esponja con la que usted pensaba bañarse, ¿qué le hace? Y habrá que reconocer que los impávidos del "me aburre" y el "me da igual" –los nihilistas de la esponja– son los más razonables entre esta pobre gente.
La lógica que usa TN al medir con iguales parámetros la noticia del narcosocialismo de Binner y la chica come-esponjas es inquietante. Porque llegado el caso uno no sabría qué votar. Es cierto que Binner en principio es una gran usina de aburrimiento, pero puede resultar más divertido que masticar una esponja cuando llama republicano a alguien que claramente pretende calumniarlo. De todas formas en el sitio de TN el "me indigna" es voto cantado en algunos temas. El Cuervo Larroque, por seguir el caso, indignará a todos hasta por haber pedido la cuenta del café que se tomó en un bar. Habrá "me indigna" porque el corrupto va a pagar con plata de las bóvedas secretas, habrá "me indigna" porque ese gesto de "yo me pago lo mío" es típico del patotero autoritario, habrá "me indigna" porque él toma café mientras explotan a las masas campesinas en los cafetales, y habrá "me indigna" porque si tanto se hace el de la justicia social, ¿por qué no pagó lo que consumieron todos los que estaban en el bar con propinas incluidas? Pero Larroque tiene eso. Es un tipo al que medio país defenestró por haber organizado la ayuda para miles de personas que se habían inundado.
Así son los republicanos, gente insatisfecha, rara, a veces agresiva, a veces mentirosa, te dicen narco, te dicen juntabosta, te mandan un juez con pistola, y después lloran porque les ponés un "me aburre". Y creo que este es el fin de la columna.
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http://www.infonews.com/2014/11/30/politica-174722-binner-no-come-esponjas.php