Miradas al Sur. Año 5. Edición número 212. Domingo 10 de junio de 2012
Por
Diego M. Vidal. Periodista
internacional@miradasalsur.com
El país heleno puede convertirse en el primer Estado de la euro-zona que rompa con las políticas de ajuste y austeridad.
El próximo domingo, de cumplirse los pronósticos de las encuestadoras de opinión, Grecia alumbrará un gobierno encabezado por la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza, en su acrónimo griego) y puede convertirse en el primer país de la Comunidad Europea que rompa con las políticas de ajuste y austeridad extrema que imponen la Troika más aborrecida en esa parte de la Península Balcánica: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Nacida al calor de las protestas y movilizaciones contra el neoliberalismo, la acentuación de la crisis económica que provocó la baja de salarios y el aumento de la desocupación (cerca del 35%), donde la mitad de los jóvenes se encuentra sin empleo, Syriza aparece por primera vez en el escenario político heleno en el 2004 con la confluencia de distintos partidos de izquierda (incluso troskistas y maoístas), ecologistas y organizaciones sociales (entre ellos, feministas e Indignados de la Plaza Syntagma, sede del Parlamento). La alianza entre el Synaspismos (Coalición de izquierda y progreso), proveniente del eurocomunismo pos Urss (de las purgas del Comité Central del Partido Comunista Griego –KKE–), y estas agrupaciones radicales tuvo su primer antecedente en el 2001, con lo que se denominó Espacio de Diálogo para la Unidad y Acción Común de la Izquierda donde también participaba el KKE hoy autoexcluido de la Unión. En ese año ganaron las calles acompañando las protestas de Génova contra la reunión del G-8 y en el 2003 fue determinante la participación del Espacio en la concreción del Foro Social Griego.
En las pasadas elecciones del 6 de mayo, Syriza alcanzó el 16,6% de los votos, instalándose (del magro 4,5% logrado en el 2009) como una de las dos mayoritarias fuerzas políticas con representación parlamentaria junto a los conservadores de Nueva Democracia (ND) y por encima del histórico Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), que en su paso por el gobierno rubricó el “memorando de rescate” por el cual Grecia aceptaba las condiciones de los organismos financieros de Europa, con la presión de Alemania y Francia, que derivó en el desastre económico en que se encuentra hoy el país que fue la cuna de la democracia occidental.
“A países como Grecia, Hungría, Letonia, Rumania o Irlanda, los préstamos concedidos por el FMI se han combinado con condiciones que constituyen una violación de los derechos económicos y sociales de las poblaciones. Con el agravante de que esas condiciones, una vez más, favorecen a los banqueros y a las demás instituciones financieras. Les conviene recurrir a una moratoria unilateral del reembolso de la deuda pública”, aconseja el politólogo francés y presidente del Comité para la anulación de la Deuda del Tercer Mundo, Éric Toussaint. Consejo que parece haber tenido eco en Syriza y su líder Alexis Tsipras, un ingeniero de 38 años que se ha tornado en el terror de la canciller alemana Ángela Merkel y la banca europea. Tsipras le da motivos a ese pavor cuando declara que “el primer acto del gobierno de la izquierda será la abolición del memorando y de las leyes a él vinculadas”, como las que redujeron sueldos y pensiones, suprimieron los convenios colectivos y crearon mayores impuestos.
El fantasma de que se concreten estos anuncios y Tsipras cumpla el programa de propuestas de Syriza, tiene irritada a la derecha griega y, sobre todo, a Merkel porque además la izquierda propone auditar el origen de la deuda externa, con las consecuencias de denuncias por corrupción y malversación que eso puede acarrear. Entonces, afloran las amenazas de expulsar a Grecia de la Unión Europea y condenarla casi al destino de paria que les reservan a quienes se rebelen. Ese miedo que azuzan los defensores del salvataje bancario con dineros públicos y de honrar las deudas con el sacrificio de las mayorías, a costa de su empobrecimiento, es rebatido por quienes se vislumbran como vencedores en los comicios del 17 de junio venidero. Para Vera Koronaki, del Partido Verde Griego, el castigo por ser soberanos no puede “servir como instrumento de chantaje ante opciones de cambio. Al igual que Estados Unidos no expulsa del dólar a un estado federado cuando quiebra –como fue el caso de California–, Europa tampoco lo tendría que hacer con uno de sus Estados miembro”. Del mismo modo, aclara que para auditar la deuda se conformará una comisión independiente de notables “recordando el antecedente de la falsificación de cuentas de Goldman Sachs para que entrara Grecia en el euro (en España, Goldman Sachs es la encargada de revisar las cuentas de Bankia)”, y que garantice poder discernir los compromisos legítimos de los que no lo son, producto incluso de negociados en el ámbito castrense griego, dado que Atenas es el quinto comprador de armas del mundo “y adquiere más de la mitad de su arsenal a Francia y Alemania, ¡los mismos que le han pedido recortes sociales y ajustes estructurales!”, denuncia Koronaki. Además, “si sumas todas las deudas de Europa, estas coinciden con el superávit de la economía alemana”, agrega Kostas Isychos, responsable de política exterior de Syriza. Una batería de argumentos que intenta rebatir la campaña de miedo que buscan instalar tanto desde la derechista ND y del Pasok, sobre los compatriotas del célebre y comprometido compositor Mikis Theodorakis.
La descalificación de Syrizas, va de tildarlos de “aventureros que llevarán el país y a sus empresas al colapso”, según Yannis Mijelakis, portavoz de ND, hasta que si gana Syriza “convertirá el país en otra Bolivia”, como asegura con un cierto sesgo xenófobo, la ex Ministra de Cultura y de Relaciones Exteriores Dora Bakoyannis. Tal vez esta afirmación esté abonada porque los líderes de la Coalición de la Izquierda Radical ven en “la experiencia de la Argentina y Ecuador –ambos países declararon parte de su deuda ilegal– el espejo en el que quieren mirarse”, como apunta el periodista Iván Gil del portal español El Confidencial, tras entrevistar a Isychos para quien “el 75% de la deuda es ilegal”. La posibilidad de que un cambio profundo se instale en el Consejo de los Helenos y ponga freno al trance socioeconómico que ha llevado al suicidio de una gran cantidad de hombres y mujeres desesperados, parece ser la gran esperanza de otras sociedades de la eurozona. Si bien la cruzada mediática y política de desprestigio no han mellado la preferencia en lo sondeos publicados, los miembros de Syriza enfocan el enemigo a derrotar en la Troika del capitalismo financiero europeo. Al interior, refuerzan sus apoyos con ex componentes del Pasok al lado de Alexis Tsipras y con la presencia emblemática de Manolis Glezo, un resistente antinazi que en mayo de 1941 trepó la Acrópolis ateniense para arrancar la bandera con la esvástica que deshonraba al Partenón.
Publicado en :
http://sur.infonews.com/notas/un-presente-griego-para-europa
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