Despertemos, que el sueño terminó. Hoy Larreta nos promete terminar con nosotros para siempre, dice que no puede hablar con kirchneristas porque en la pandemia abrimos cárceles y cerramos escuelas. Porque mandamos patotas para luchar contra la inflación. Imaginemos las demás verdades de Larreta cuando tenga la suma de poder público, más el poder furtivo. Más la voracidad feroz y desatada.
Somos lindos y nos encantaría votar por nosotros mismos porque somos más kirchneristas que Massa, y con esa ilusión hay quien votará por Grabois, para dejar testimonio de todo lo que nos gusta y lo que no. Personalmente a Grabois no lo entiendo, pero si efectivamente estuviera lleno de virtudes no sé qué utilidad tiene ese voto cuando no puede ganar. Y necesitamos ganar.
Son ocho años sin hablar de política con sinceridad, sobre la práctica política, de las maneras de relacionarnos los militantes, dirigentes, líderes, ideología. Y eso se paga. Hoy lo pagamos con Massa y lo deberíamos pagar con gusto. Porque es el único y lo único que puede evitar el combo de delarruismo y dictadura que la derecha nos promete con detalle.
Despertemos, que el sueño terminó. Cristina está callada, pero dijo hace meses a sus cuadros “ahora háganse cargo ustedes” y lo que hicimos fue pedirle con clamor que se hiciera cargo ella.
Despertemos, que si antes no fue magia, hoy y mañana no habrá magia para nadie. La derecha no nos respeta, nos desprecia y nos detesta y su plan está mejorado. Volverán los jueces a los countries, volverán los policías con capucha, volverá más deuda, dolarización de tarifas, compañeros presos por ser compañeros y hambre de verdad… ¿o qué creemos que van a hacer? La derecha nunca hace sólo negocios, también ordena, también destruye y también disfruta. Muchos lo podemos contar en primera persona.
Despertemos porque la lucha en las calles y la épica emancipatoria no son de este tiempo. Y si no, recordemos las veces que cantamos “qué quilombo se va a armar” y el quilombo lo armó la jueza.
Despertemos: Aguante Massa. Seamos peronistas como Néstor y Cristina y busquemos la felicidad del pueblo. Y cuando veamos que eso no es posible, asumamos y luchemos para que el pueblo no sea sometido a la esclavitud y la humillación de quienes lo odian. Y cuidado, que pensar que evitar una enorme tragedia es apenas resignarse, es una forma de crueldad. Una fea vanidad.
por Carlos Barragán
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