Después de la elección de ayer, he tomado conciencia. Y les aseguro que me he puesto alegre, porque, al fin, están por llegar las soluciones al problema de este país.
Felicito a los jubilados y pensionados que votaron a quien va a hacer desaparecer el PAMI. Es un acto de amor patriótico. LOS JUBILADOS Y LOS PENSIONADOS SON LOS MÁS PLANEROS DE TODOS LOS PLANEROS, son una carga insoportable para el Estado y los principales generadores del déficit fiscal. Son unos parásitos.
Felicito también a la gente de sectores más carenciados y de menores recursos, que votaron a quien dice que es una atrocidad la frase “donde hay una necesidad nace un derecho”. Es un inmenso acto de amor patriótico. Ellos, puede que sufran hambre porque desaparecerán los comedores comunitarios, los planes sociales y toda esa porquería, pero estarán felices porque lo harán sabiendo que han contribuido a que tengamos una patria en libertad.
Felicito a los trabajadores que votaron a quien dice que eso de la “justicia social” es otra atrocidad. Es otro acto de amor patriótico. Los obreros, que no quieren apoyar a la casta y saben muy bien lo que significan esas dos palabras del pasado, la justicia social, han entendido que para las corporaciones extranjeras que van a venir a invertir en este país, es una carga insoportable todo eso de las indemnizaciones por despido, doble aguinaldo, vacaciones pagas, licencias por enfermedad, indemnización por accidentes de trabajo, igual remuneración por igual tarea y todo ese verso. Gracias a ellos también.
Por último agradezco a los hijos de argentinos con bajo poder adquisitivo que votaron a quien va a hacer desaparecer la educación pública. Puro Amor por la patria, sin ninguna duda. No podrán estudiar, ni ellos ni las generaciones futuras, ellos lo saben, pero están dispuestos a hacer ese renunciamiento porque el Estado no puede darse el lujo de educarte gratis, eso es también cosa del pasado.
Desapareceremos varios millones de argentinos, pero los que queden vivirán muchísimo mejor. Era hora que en este bendito país se cumpla ese dogma llamado “la supervivencia del más apto”.
Por otra parte hay otra cosa positiva que vamos a poder lograr: las leyes de la casta nos impiden la venta de órganos, me impiden a mí el derecho a decidir qué puedo hacer con mi propio cuerpo. Eso es una aberración. Yo, por ejemplo, tengo ojos celestes, se imaginan la guita que puedo sacar si vendo 1 de mis ojos, o los dos? Los ojos celestes, ya van a ver, van a cotizar en el mercado mucho más que ojos pardos!!!
Por lo tanto, soy optimista al palo. Nuestro país va a volver a ser una potencia con libertad, carajo!! … como lo era en las primeras décadas del siglo pasado, aunque yo no lo vaya a ver.
Post data: Como sé que al menos 3 de cada 10 argentinos van a pensar que hablo en serio, aviso que es una ironía.
Mario Aponosovich 14-8-23
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