Para mí todo este culebrón de la presencialidad no es mucho más que una manera que tiene Macri de demostrar su capacidad de daño movilizando el aparato político porteño ante la postura oficial por la deuda del Correo y las revelaciones de persecución judicial durante su gobierno— Andy Tow (@andy_tow) April 18, 2021
De otra manera es muy difícil explicar el cambio total de postura de la Ciudad, expresada por ejemplo por el vicejefe de gobierno porteño, quien hace unos meses atrás advertía que en caso de aumento de contagios sería necesario suspender clases presenciales y otras actividades
— Andy Tow (@andy_tow) April 18, 2021
La oposición ha planteado todo el asunto con una notoria exageración, niños con tristeza y sin futuro y llamados a rebelión por en principio 15 días sin presencialidad luego de un año sin clases. Tanto dramatismo en realidad es ropaje de un mensaje político de Macri: no me jodan
— Andy Tow (@andy_tow) April 18, 2021
Por eso los ataques contra la Sinopharm, poniendo en duda su eficacia o incluso su seguridad, la repetición del mantra "el plan de vacunación fracasó" y la actitud irresponsable al menos en lo discursivo respecto al aumento de contagios y la saturación del sistema de salud
— Andy Tow (@andy_tow) April 18, 2021
De modo que lo que está en discusión en el fondo de esta telenovela de niños llorosos, alsinismo impostado y antivacunismo selectivo no es otra cosa que la capacidad de maniobra del oficialismo en su puja contra sectores dominantes cuyo proyecto político fracasó en las urnas
— Andy Tow (@andy_tow) April 18, 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario