Por Daniel Mojica
Los argentinos estamos sometidos desde hace mucho tiempo, a una operación de desinformación bajo el formato de noticias. Tomo un ejemplo no muy lejano. Allá por el año 2001, medidas tomadas por el gobierno provocaron un descalabro económico de grandes proporciones. Tan grande que el Presidente Fernando De La Rúa, tuvo que irse de la casa de gobierno en helicóptero.
Una multitud de personas se agolpó a las puertas de diferentes bancos para reclamar que le devolvieran sus depósitos en moneda extranjera. Hubo una gran manifestación popular y protestas en diferentes lugares. Producto de esas protestas fueron asesinados por la policía Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. El diario de mayor venta presentó ese crimen con el siguiente título “La crisis provocó dos nuevas muertes”.
Traje a la memoria este hecho de hace casi 20 años, para dar un marco de referencia. Hace como mínimo esa cantidad de años que algunos medios periodísticos tergiversan la realidad. Como mínimo. Ese mismo medio también, mediante un juego de palabras, puso sobre aviso a la población de cual sería a partir de ese momento su política acerca de la información. Difundió desde sus pantallas una afirmación preocupante: “La realidad se puede tapar o hacer tapa”.
Bajo la premisa de que el que avisa no traiciona; desde que el entonces Presidente Néstor Kirchner no aceptó el pliego de condiciones que pretendió imponerle Claudio Escribano bajo la amenaza que si no cumplía con el mismo, su gobierno no duraría más de tres meses. El grupo Clarín, constituido hoy como una corporación dueña de medios de comunicación, decidió cumplir con aquella decisión.
Durante los 4 años de gobierno de Mauricio Macri, crecieron los intereses comunes a tal punto que se conformó una maquinaria macrista-mediático-judicial que empobreció a la mayoría de la población, saqueó las arcas del Estado, endeudó al país como nunca en la historia y creó un poder para estatal de espionaje y vandalismo sólo comparable a la dictadura genocida.
Hoy en gobierno de Alberto Fernández debe enfrentar, no sólo al Covid-19 que asola el planeta, sino la embestida de aquella maquinaria que no se resigna a vivir en democracia. Con el agravante que la ciudad más rica del país está alineada con esos intereses que hoy buscan destituir al gobierno legítimamente elegido.
La estrategia llevada a cabo por el Jefe del GCBA está en línea con aquella maquinaria. Aunque pretende disimularlo con sonrisas ante las cámaras y buenos modales. Es un personaje ladino (que actúa con astucia y disimulo para conseguir lo que se propone) y lo que se propone es ser la “nueva” cara del macrismo en las próximas elecciones. Para lograrlo construyó su propia maquinaria macrista-mediático-judicial en CABA.
No es difícil comprobar esta afirmación. No hay un sólo medio periodístico (o en todo caso casi ninguno) que cuestione sus acciones de gobierno. Para tener una mayor información sobre las políticas que lleva adelante sugiero visitar el sitio: (Observatorio del derecho a la ciudad)
allí hay un seguimiento detallado de las denuncias realizadas ante la justicia de CABA y la rutina de recusar que sigue adelante para no acatar las decisiones, por ejemplo del Juez Roberto Gallardo. También se pueden buscar las innumerables denuncias del referente de ‘La Poderosa’ Nacho Levy, quien en varias oportunidades solicitó a los medios que lo entrevistaron al comienzo de la pandemia, durante la muerte de Ramona Medina, que convoquen a los medios al Jefe de GCBA y a Diego Santilli.
En ese pedido solicitaba que les pregunten sobre los millones de dólares “que le bajó” al GCBA el Banco Mundial y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para la construcción de 46 mil viviendas para los habitantes de la Villa 31 (en total eran 270 millones de dólares) que nunca se construyeron.
Pero ningún medio se hizo eco de ese pedido. Si concurrieron a algún medio, nunca les preguntaron sobre temas de esta naturaleza. Tampoco sobre la falta de elementos de higiene y protección contra el virus en las villas. Ni por la falta de elementos que en varias oportunidades denunciaron los trabajadores de la salud de los hospitales de CABA.
A la estrategia ¿siniestra? Del Jefe de GCBA hay que sumarle las aperturas indiscriminadas en la ciudad y la falta de control sobre las medidas que deben adoptarse para llevarlas a cabo. Es un hecho denunciado en más de una oportunidad por médicos sanitaristas, que siendo el AMBA una unidad sanitaria, no se logró consensuar un tratamiento acorde a esta premisa con el gobernador de la provincia de Buenos Aires. Tal vez por eso se terminaron los anuncios tripartitos.
La desinformación es posible porque ya no existe (o no está vigente) la Ley 26.522 de Servicios de Medios de Comunicación Audiovisual. Entonces la mentira se adueña de los grandes periódicos y de los noticieros de los medios de la corporación. Por eso la realidad se tapa en lugar de ser tapa.
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