Al consultarle sobre la situación de creciente endeudamiento que vive nuestro país, el economista Juan Enrique expresó su preocupación “porque algún día habrá que pagar esa deuda, y es en dólares“, dado que en el estado de desregulación actual, es fácil para las multinacionales comprar dólares y llevarlos afuera a través de cuentas offshore, lo que comúnmente se llama “fuga de capitales”.
Para satisfacer la enorme demanda de dólares, el gobierno recurre a la constante emisión de nueva deuda.
Por mediados de marzo, las calificadoras de riesgo publicaron que Argentina elevaba su estatus hasta la categoría b3. Esta oportuna circunstancia abrió el apetito de los inversores y permitió colocar suficiente deuda como para posibilitar el pago en efectivo a los fondos buitres. Junto con el cambio de categoría, las calificadores de riesgo promovían la inversión en nuestro país, instalando la expectativa de que Argentina bajaría la inflación y el déficit fiscal, cosa que no sucedió.
Al respecto Enrique explicó a El Disenso: “en aquel momento los bancos tomaron los bonos por 16 mil millones de dólares y los colocaron entre sus inversores en un mercado “over the counter” o mercado informal, con una sobrecomisión de 600 millones de dólares. Argentina no bajó la inflación ni el déficit fiscal, y hoy los mismos bancos son los que están tomando el REPO de 6 mil millones de dólares la semana pasada“.
El jueves pasado, en el Boletín Oficial, se publicó el decreto 29/2017 autorizando la emisión de deuda externa por hasta 20.000 millones de dólares, firmado por el ministro de hacienda con el aval de Mauricio Macri y Marcos Peña. En dicho decreto también se observa que Argentina “renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana, exclusivamente respecto a reclamos que se pudieran producir en la jurisdicción que se prorrogue y con relación a los acuerdos que se suscriban y a las emisiones de deuda pública que se realicen con cargo al presente decreto“.
Ese mismo día el Ministro Caputo emitió un crédito REPO, caracterizado por su bajo riesgo, con plazo de recompra pactado a 18 meses a una tasa del 3 por ciento anual y con un valor de 6 mil millones de dólares.
La emisión cayó en manos de los mismos bancos extranjeros que influencian la calificación crediticia de las naciones, lo que en opinión de Enrique trae aparejada cierta conflictiva: “mientras los ministros de hacienda y finanzas representen a la banca internacional (el Deutsche, el HSBC, el Santander, etc) mucha perspectiva no le veo al asunto”.
Recordemos que el ministro Caputo defendió la emisión aduciendo que “El crédito tomado con los bancos reduce las necesidades de financiamiento de este año“. El razonamiento es brillante, en cuanto más dólares le presten menos dólares tendrá que pedir.
“Lo preocupante de la emisión de deuda es que algún día hay que pagarla y es en dólares; en el Presupuesto 2017 vamos de pagar de deuda $200.000 millones y si nos seguimos endeudando vamos a pagar en el 2018 cerca de $400.000 millones; esa cantidad es lo que recauda todo el impuesto a las ganancias“, explicó Juan Enrique.
El economista cuya opinión fue bajada de Télam describe un panorama poco alentador “en 2016 tomamos u$s 50 mil millones y teníamos u$s30 mil millones de reserva en el 2015; debería haber u$s 80 mil millones, pero el año pasado se liberó la cuenta capital y se levantó el cepo”.Frente a este panorama, el consejo de profesional es “regular la venta de dólares para evitar la fuga de capitales“. Sucede que “hubo una liberación de la cuenta capital; antes un inversor que llegaba a la argentina debía dejar el capital en plaza por el transcurso de un año y con un encaje del 30%. El ex-ministro Alfonso Prat-Gay bajó el plazo a 120 días, pero hoy se liberó esa restricción de tal modo que los inversores pueden venir a 15 o 20 días, hacerse con la tasa de interés e irse; sin encaje y sin límite“.
En un horizonte complejo, el economista que quizás haya incomodado a alguien con su opinión, nos recordó las recomendaciones que ya no pueden leerse en la Agencia Nacional de Noticias: “En esa entrevista yo recomendaba no liberar la cuenta capital, porque en la situación actual cualquier millonario de Estados Unidos viene a hacer acá la tasa de interés, pero no solamente se esta llevando el interés, se lleva también el trabajo argentino y la mano de obra argentina en ese interés que estamos tomando todos en pesos y que se va en esa tasa de interés en dólares“.
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Publicado en:
http://www.eldisenso.com/politica/por-proponer-la-vuelta-al-cepo-el-gobierno-censuro-un-economista/
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