Los economistas y los encuestadores pueden hacer milagros con los números. Las cifras económicas se “construyen”. Lo veíamos antes. Lo vemos ahora. Siempre ha sido así. Por eso hay ciertos hechos concretos, que provienen de la experiencia cotidiana de cada uno de nosotros, que adquieren una importancia especial.
Todos conocemos gente que en estos 9 meses o ha perdido su empleo, o teme perderlo porque el nivel de actividad de su empresa es bajísimo o nulo. Todos conocemos comerciantes que señalan desesperados la caída de las ventas y el aumento de los gastos fijos inevitables (alquiler, agua, luz, gas).
Sin embargo, esta semana una experiencia personal me llamó poderosamente la atención. Hace más de diez años que paso regularmente al mediodía, dos veces por semana, por una esquina de Ramos Mejía: Laprida y Tacuarí. Allí siempre veía congregados una docena de obreros que seguramente trabajan en la PYME que está a media cuadra, sobre Tacuarí. Los muchachos (y tres chicas) siempre disfrutaban del solcito de la esquina en la hora del almuerzo. Algunos charlaban. A otros se los veía ocupados con el celular.
Hace algunos meses me empezó a parecer que el número descendía. Que la docena larga se reducía a diez, y luego a menos de diez. Hace dos semanas estacioné el auto y los conté: cinco hombres y una mujer. Esta semana paré y saqué una foto con el celular: apenas cinco…
Así está la economía de las PYMES. Despidos. Suspensiones. Ajuste. Cambiamos. Indudablemente cambiamos. O volvimos. Porque para los que éramos adultos en los noventa, esta es una historia conocida. Nos genera el dejá vu de algo que conocemos de sobra…
Eran diez indiecitos… el último que apague la luz… … …
Adrián Corbella
23 de septiembre de 2016
QUEDAN TRES INDIECITOS... ... ... (17 DE FEBRERO DE 2017):
Misma esquina, mismo día de la semana, misma hora... el último que apague la luz...
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