Hoy la unidad de los trabajadores, de sus organizaciones gremiales, es un puntal para volver a reconstruir un gran bloque nacional, popular y democrático.
Cristina Fernández de Kirchner en encuentro con trabajadores y delegados de ATE Capital, 14 de septiembre de 2016
"En primer lugar, darles las gracias a los compañeros, a las compañeras, por esta cálida bienvenida. Hacía tiempo que el Tano y Máximo me martillaban la cabeza con esto de venir a dar una charla a los compañeros de ATE Capital.
La verdad que Tano, aunque te parezca mentira, no me acordaba que hoy hacía 6 años del Luna. Debe ser porque la cabeza de uno, por lo menos la mía, tiene mecanismos que se resguardan de los momentos que fuiste muy feliz pero que en estos momentos… Me cambió un poco la cara cuando me hiciste acordar de eso. Voy a tratar de que no me cambie el ánimo. Fue un día muy fuerte, fue el día que tenía que hablar él y que prácticamente lo obligué a que no lo hiciera, porque él quería igual, no tenía ni siquiera que haber ido a ese acto, y sin embargo fue. Bueno, listo.
Lo charlábamos recién con los compañeros de ATE de las distintas delegaciones del país y los compañeros de la Corriente Sindical que también estaban esperándome hace un rato, y yo hablaba del lenguaje y de la subjetividades que se habían creado, y la verdad que hoy quiero empezar de esta manera diferente porque un hecho claro como el que pasó hoy en Plaza de Mayo con lo que se dio en llamar el Verdurazo y que había pasado días antes también cuando los productores del Valle de Río Negro distribuyeron peras y manzanas, pusieron las cámaras de televisión, ante las lentes de los fotógrafos, lo que ha sucedido en estos 9 meses en la República Argentina.
Cristina Kirchner en ATE Capital (VIDEO)
Y entonces paralelamente en un lugar muy lindo que construimos y que es el Centro Cultural Kirchner, denominado así por Ley del Congreso de la Nación, paralelamente se desarrollaba una comida muy paqueta, en un lugar muy paquete -digo que es muy paquete porque lo hice yo pensando en que fuera disfrutado por todos los argentinos, esperemos que a ese lugar puedan llegar todos los argentinos, es la cúpula del Correo, yo soñaba que a ese lugar la gente pudiera después de un espectáculo ir a tomar o comer algo, esperemos que se pueda dar, ¿por qué no?-. Después vamos a discutir sobre adónde y cómo volver.
Quería detenerme en el tema de que durante mucho tiempo se trabajó en el lenguaje y en la subjetividad de los argentinos diciendo que nosotros, especialmente a quien le tocaba ser Presidenta de la Nación, habíamos creado una brecha en la Argentina, la famosa brecha, la división de los argentinos.
La brecha consistía básicamente en exponer los pensamientos, la idea, el proyecto de país en el que uno piensa, en el modelo de sociedad que uno quiere: una sociedad igualitaria, equitativa, solidaria, en donde no solamente nos ocupemos de nuestras cosas sino también de los demás… Y que bueno, era expuesta por distintos compañeros muchas veces vehementemente y del otro lado se nos contestaba también vehementemente, y se puso en la cabeza de muchos argentinos que la brecha era eso: que se pensara diferente, que se discutiera y se debatiera, esto era la brecha, vos no eras kirchnerista, eras antikirchnerista, no eras peronista, eras antiperonista, la brecha era esa.
Les metieron muchas veces en la cabeza como que estaba mal discutir, que no tenía que haber conflicto, que estaba mal la discusión política, que teníamos que pensar todos lo mismo.
Les metieron muchas veces en la cabeza como que estaba mal discutir, que no tenía que haber conflicto, que estaba mal la discusión política, que teníamos que pensar todos lo mismo.
Cuando uno se pone a pensar, una sociedad democrática lo primero que tiene que tener es ser heterogénea, porque si todos piensan lo mismo no estamos en una sociedad democrática, estamos en una sociedad totalitaria y subordinada al poder de turno, si todos piensan igual y todo dicen lo mismo y no se admite discusión y debate serio y el derecho a opinar… Creo que ningún argentino piense como piense o esté en las antípodas de nuestro pensamiento, puede acusar a nuestro gobierno de haberle impedido manifestar sus ideas, sus pensamientos, aún en las formas más violentas verbalmente, injuriantes y agraviantes muchas veces, y nunca se le impidió a nadie. Esa era la brecha que venían a cerrar y entonces iban a estar todos unidos y todos juntos.
Yo creo que la brecha es lo que vimos en la Plaza de Mayo, es cuando hay argentinos que no pueden comer y otros que tienen para hacer lo que se les cante, esa es la brecha.
¿Sabes por qué? Porque en la otra brecha vos podés debatir, discutir, estás, pero en esta brecha los que están del lado del hambre, del salario que no llega a fin de mes, del comercio que tuvo que cerrar porque se fundió, de la PyME que no sabe qué hacer para pagar el sueldo a los empleados y está a punto de cerrar o echar trabajadores, de los científicos que ya no pueden tener los sueldos que tenían o el sueldo no les rinde porque no llegan a fin de mes y ya no pueden dedicarse full time como lo hacían antes a sus investigaciones…
La verdadera brecha del país es la división de los argentinos a partir de que no se pueda acceder a los bienes, a los servicios, al derecho a ser feliz.
La verdadera brecha del país es la división de los argentinos a partir de que no se pueda acceder a los bienes, a los servicios, al derecho a ser feliz.
Me parece que esa es la brecha y que se está planteando desde el propio gobierno cuando se plantean recortes salariales, tarifazos, no reapertura de paritarias. Deberíamos comenzar a decir que la brecha es eso: la división entre los grupos de argentinos cada vez más reducidos que pueden darse todos los gustos y hacer lo que se les antoje y el resto de los argentinos, que tuvieron que vender el auto, que no pueden terminar de pagar la casa, que no van a poder llevar a sus hijos a la universidad, o que tuvieron que ir a la Plaza de Mayo a buscar verdura. Esa es la verdadera brecha que existe hoy en nuestro país y que generó tantas divisiones y tanta violencia en los 200 años de historia.
Es nada más ni nada menos que cómo se distribuye el ingreso en un país, si se distribuye equitativamente como hemos sostenido siempre con el fifty-fifty o la parte del león se la llevan unos pocos y el resto la ñata contra el vidrio. Esa brecha fue la que históricamente en la República Argentina generó las divisiones más terribles y más profundas de los argentinos. No dejemos más que el término brecha sea colocado en el lugar de la discusión y del debate político, eso es discusión y debate y hace a que una sociedad sea democrática.
La brecha es la que divide a los argentinos entre pobres y ricos, entre los que no van a poder acceder a los bienes y los que tienen todo, esa es la brecha que nos tiene que preocupar y esa sí es una brecha en la que tenemos que tener el compromiso militante de volver a cerrarla como sucedió en los últimos 12 años de nuestro gobierno, en el cual trabajamos a full para que cada vez hubiera menos argentinos en situación de pobreza y de vulnerabilidad.
No vamos a decir “pobreza cero”, primero porque no somos cínicos, segundo porque tampoco nos gusta mentir, y por sobre todas las cosas porque el ideal de “pobreza cero” es una suerte de cazabobos, entonces el ejercicio permanente de una sociedad debe ser el de combatir la pobreza y combatirla a partir de políticas públicas que realmente permitan una distribución más equitativa del ingreso.
Esa era la primera cosa que quería charlar con ustedes porque siento, y lo decía recién con los compañeros, que
hubo una apropiación de determinada terminología, que nosotros desde lo que podemos denominar el campo nacional, popular y democrático, o el bloque o movimiento o frente nacional -pónganle el nombre que más les guste- no supimos discutir, debatir, y de repente al que te planteaba algo le decías “gorila”, y entonces lo colocabas en el otro lado sin por ahí tener que estar del otro lado, por pertenencia, por intereses, por historia, por eso creo que estas divisiones entre nosotros, entre ustedes, delegados sindicales, cuadros políticos, es necesaria. Lo planteé cuando vine al homenaje a Hugo Chávez, la creación de estudios, no en el país sino afuera, de una suerte de apropiación de la subjetividad de cada uno de los integrantes de una sociedad, del sujeto, para que en un momento dado ese sujeto actúe en contra de sus propios intereses. Por eso creo que esta discusión que puede parecer entre militantes, entre cuadros políticos, es necesario que nos la demos para que la terminología, el sentido común que se quiere crear en una sociedad sea discutido con inteligencia, no desde la agresión sino desde la inteligencia, porque me parece que esto es clave.
La otra cuestión es a la que también hemos asistido en estos últimos 9 meses con el tema de la “pesada herencia”, que es un tema que también quería abordarlo con ustedes. Leyendo el folleto que se le ofrece a los empresarios y gerentes que han venido a la Argentina en oportunidades de negocios y para hacer inversiones se dice exactamente lo contrario al discurso cotidiano de los medios de comunicación. En la versión en castellano se suprimió una frase, una parte. Dice por ejemplo que somos el país con mayor desarrollo humano. Gracias. Se nos dice que somos el país número 1 en materia de educación. Gracias. Se nos dice además que somos el segundo país con mayor porcentaje de clase media de toda la región. Gracias. Y también se dice que tenemos el coeficiente de Gini -ustedes saben, es el que mide la brecha de desigualdad- más bajo de la región. Gracias, nuevamente. Ahora bien, se dice además que el país cuenta con una infraestructura muy importante, que somos el país donde mayor dominio del inglés hay, que contamos con recursos humanos -término muy genercial- muy importantes. Así que bueno, si uno lee lo que se le dice a los que están en estos momentos en el CCK uno piensa…
¿a quién le están mintiendo, a los extranjeros o a los argentinos? Me inclino por pensar que nos están mintiendo a nosotros como siempre, a los argentinos.
Entonces
¿de qué se trata la pesada herencia? En realidad hay algo que decodificar, y
es cierto que les hemos dejado una pesada herencia, le hemos dejado una muy pesada herencia al gobierno, les dejamos convenciones colectivas libres entre trabajadores y empresarios que en estos 12 años pudieron pactar libremente sus salarios muy por encima de todos los índices de inflación, los midiera quien los midiera. En los 90 no teníamos la organización sindical porque no teníamos el número de trabajadores que tenemos ahora en las fábricas, en el sector de servicios, en el Estado mismo. El Estado era muy reducido, no tenía presencia. Un Estado como el nuestro con programas como Conectar Igualdad, con los programas de cooperativas de trabajo a lo largo y a lo ancho del país, con el desarrollo nuclear en la Comisión Nacional de Energía Atómica, con el desarrollo de ARSAT, de INVAP, obviamente había un sector estatal fuerte. Ha habido una estigmatización contra el empleado público, esa creación de un famoso cómico que es excepcional desde lo artístico pero desde lo cultural crea la sensación de que todo aquel que está en el Estado está de vago, y vagos hay en todas partes.
Dejamos un sector sindical fuerte pero en todos los sectores, en el sector público también, si creamos 19 universidades, si además agrandamos todas las universidades que ya existían, si repatriamos más de mil científicos, obviamente.
No era que el sector público estaba sobredimensionado, el Estado prestaba servicios al desarrollo, a la investigación, a la tecnología, a la salud, a la educación
No era que el sector público estaba sobredimensionado, el Estado prestaba servicios al desarrollo, a la investigación, a la tecnología, a la salud, a la educación, que nos permitió por ejemplo controlar epidemias terribles como la que nos tocó en 2009 cuando pasó lo que pasó con quien estaba de ministra y después vino otro ministro y lo pudimos solucionar, y teníamos todo un operativo sanitario en el norte. Hay un desarrollo sindical en el sector privado, el sector de servicios, no hablo ya de la producción, de la construcción que pasó de tener 50 o 70 mil cotizantes a 450 mil, el sector de metalúrgicos. Todo el sector de producción industrial y de servicios, logística.
Todos los sindicatos muy fuertes. Obviamente es una pesada herencia más allá de que algunos no se quieran hacer cargo de esa herencia en los sindicatos, yo creo que se van a tener que hacer cargo. Hoy nos acompañan los compañeros de la CGT. Todos van a ir empujando de a poquito, empujando en el buen sentido, a esa unidad. Vamos…
Hoy la unidad de los trabajadores, de sus organizaciones gremiales, es un puntal para volver a reconstruir un gran bloque nacional, popular y democrático.
Yo sé que muchas veces venimos de peleas y discusiones que crean divisiones y antagonismos. Creo que tenemos que tener la grandeza todos los compañeros y compañeras de superar todas las discusiones y divisiones que pudieran haber habido en estos años de gobierno. Lo que pasa es que muchas veces cuando están resueltas las cuestiones básicas empezamos a pelearnos, es como en las casas: cuando está todo solucionado, la heladera está llena, el auto tiene nafta, terminaste de pagar la casa y ya es tuya, te vas de vacaciones todos los años, a lo mejor ya tu señora te mira mal; y cuando te echaron del laburo y no te alcanza la guita a fin de mes, todas las otras cuestiones pasan a ser menores. Es parte de la condición humana y es parte también, tenemos que tenerlo claro, sobre donde pivotean en los momentos de prosperidad, todo esto que yo estaba diciendo de crear subjetividad para que la gente y hasta muchas veces los propios compañeros dirigentes piensen: sí, la verdad que teníamos demasiadas cosas, no podíamos seguir con estas cosas.
Esto de la apropiación del otro, la de un neoliberalismo que ha mutado el capitalismo y ya no solamente necesita consumidores sino que necesita consumidos y que parece casi un ejercicio teórico, lo comprobé el otro día, y les voy a contar una anécdota que va a explicar mucho mejor lo que les quiero decir. Muchas veces cuando salgo en Calafate mucha gente me hace piquetes en la puerta para que yo salga, buenos piquetes, para saludarme. El otro día se habían juntado un montón, empezaron a aplaudir y tuve que salir. Entre ellos había un matrimonio de Lomas de Zamora y me agradecían: “Gracias a vos estuvimos acá 4 días, estábamos esperando para verte, y gracias a vos tuvimos la casa, el auto, y eso que soy electricista”. En ese momento yo estaba besando a la nena, sacándome la foto, el otro que lloraba, no reparé en lo que me había dicho, pero después a mí siempre me gusta repensar cuando estoy sola los momentos que viví, lo que me dijeron, las miradas, y digo: ¿por qué me aclaró que era electricista? Y que pese a ser electricista había podido tener casa, auto, y ahí me di cuenta que lo que había leído en teoría del neoliberalismo y la subjetividad era eso.
Él mismo se auto-disculpaba de haber podido llegar a tener auto y casa porque era un electricista. Daba por sentado que había sido un privilegiado y no me veía a mi como parte de un proyecto político sino casi como un hada buena, y yo no quiero que nadie me vea como un hada buena. Diría algún mono -después les voy a explicar la diferencia entre mono y gorila-: qué vas a ser un hada buena si sos una bruja.
Él me agradecía y lo hacía de corazón, con mucho sentimiento, con mucha emoción, porque el sentía que había sido un privilegiado siendo electricista de haber podido acceder a una casa y a un auto. Sos un laburante y laburás todo el día, ¿cómo no vas a tener derecho a tener una casa, un auto, y a poder sostener a tu familia?
Sos un laburante y laburás todo el día, ¿cómo no vas a tener derecho a tener una casa, un auto, y a poder sostener a tu familia?
Esto es crear subjetividad social. Mucha gente dice, inclusive lo deben haber escuchado ustedes: “no se podía seguir viajando, haciendo esto, lo otro, el nivel de consumo”. Eso es crear sentido común. El neoliberalismo ha creado esto, que vos te sientas deudor y empresario de vos mismo, de manera tal que si te va mal, no es por un momento económico, por la macroeconomía, es porque vos no sos un buen gestor ni un buen empresario de vos mismo, y por lo tanto vos sos el responsable de que te vaya mal. Es importante que comencemos a visualizar esto.
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Ahora voy con la diferencia entre mono y gorila para que no se queden con la intriga. Esto es en broma, no es para que nadie se sienta mal. Yo soy negra, peroncha, no me molesta. Siempre hay que bromear un poco con uno mismo.
Hay gorilas que son gorilas, tienen historia para ser gorilas, por ejemplo, con todo el cariño que le tengo, porque le tengo muchísimo respeto, Federico Pinedo. Le tengo mucho respeto a punto tal que le “propuse” que fuera presidente provisional porque lo consideraba un hombre del presidente y me parecía que tenía que estar en la línea sucesoria. Yo lo recuerdo a Federico en el conflicto con el campo, ¿ven?, ahí tenés, hasta yo apropiada con el lenguaje, con las patronales rurales, contra el campo no teníamos nada, sin embargo ahí nos instalaron “conflicto con el campo” como si nos fuéramos a pelear con los gauchitos. No, era con las patronales rurales, punto.
No hablaban de intento destituyente, subversión, se imaginan si hubiera pasado esto con las actuales autoridades del Ministerio de Seguridad, los hubieran acusado de ser miembros del ISIS a los que estaban cortando las rutas. Siguiendo con el tema, me acuerdo de Federico porque un día estaba en Olivos en medio del conflicto político más importante, que fue también un poco fundante de mucha gente que se incorporó, -acá hay una compañera que no era muy simpatizante nuestra y ahí se metió- pero me acuerdo que voy caminando por Olivos, pasando por el escritorio, y estaba prendido el televisor, y estaba Pinedo, le estaban haciendo un reportaje, además es un caballero, es educado, no agravia, es un señor educado, y dijo: “yo no sé por qué la presidenta tiene problema con la renta extraordinaria, por qué no deja disfrutar tranquila a la gente de su renta extraordinaria” y yo dije: claro, es el nieto de Federico Pinedo, este hombre tiene que pensar así, si pensara de otra manera sería un revolucionario y yo le parecería conservadora.
Ahora, hay otros que no tienen esa historia ni esa identidad, que son aspiracionales, porque identifican en el ideario al gorila como el tipo de clase alta, el tipo fino, que viene de familia, de la aristocracia, entonces de repente adhieren a un partido o a una idea porque creen que de esa manera logran el status que tienen que tener. Esos son los monos, digo yo. Son aspiracionales, porque si vos les conocés la historia a la mayoría de los monos, hicieron sus grandes fortunas como empresarios durante gobiernos populares, de mucho consumo, pero sin embargo… Esto pasó en nuestro período y le pasó al primer peronismo, esto lo explicó 20 veces mejor que yo Arturo Jauretche.
Es bueno que nosotros comencemos a discutir estas cosas porque si no nos pasamos discutiendo pavadas y no podemos discutir ni inteligir cómo tenemos que lograr volver a reconstruir mayorías, no a partir de cómo estaba con él respecto de tal cosa, sino respecto de intereses comunes y concretos: la economía, el bolsillo.
Ustedes se acordarán cuando
el 13 de abril, citada amablemente a comparecer ante los estrados de Comodoro Py, y los invito a que agarren un diario, ¿ustedes se acuerdan de algún dirigente político, sindical, alguien que estuviera hablando de las facturas de la luz y el gas? Nadie. El aumento había sido publicado allá por febrero si mal no recuerdo, pero recién tenía efecto a partir de mayo o fines de abril. Como no estuve 8 años sentada de prestada en la Casa Rosada yo lo había leído y entendía de qué se trataba y sabía que iba a ser mortal cuando eso llegara para la gente, por eso es día también hable del changuito.
Tres cosas mencioné: la factura de luz, de gas y el changuito. Ese changuito que se llenaba con una determinada cantidad de dinero en los grandes supermercados y que hoy no lo llena nadie. Es más, vas a las 7 y media, 6 y media, que era la hora donde los supermercados estaban llenos porque la gente salía del laburo, y están vacíos, por eso las grandes tiendas y los grandes supermercados están haciendo mercados más chiquitos, más de proximidad, porque obviamente la gente no está llegando a fin de mes. No estoy hablando de los sectores que fueron a la Plaza de Mayo a buscar verdura, no estoy hablando del sector informal que se quedó sin changas,
estoy hablando de los hogares donde hay más de un sueldo y no están llegando a fin de mes. Esta es la realidad.
Esta es una realidad muy fuerte e impacta también en muchos comerciantes que han tenido que cerrar sus comercios o han visto mermadas sus ventas, en muchas pequeñas y medianas industrias que ya no saben cómo hacer y ahora comprenden que el consumo no era consumismo sino que era demanda agregada, la vieja discusión de los economistas, si ofertismo como sostienen ahora o incentivar la demanda agregada a través de lo público y lo privado; lo privado lo hacíamos con paritarias libres por encima de la inflación y lo público con obra pública e instrumentando programas, desde la AUH, pasando por Conectar Igualdad, etc.
Entonces les habían dicho también que los precios ya tenían ese dólar blue con el cual nos volvieron locos y que por lo tanto una devaluación que fue presentada como levantamiento del cepo y en realidad no fue levantamiento del cepo, y todos los que estaban esperando el levantamiento del cepo, cuando devaluaron no pudieron comprar dólares.
No era levantamiento del cepo, se llamaba devaluación.
Sin embargo te la pusieron los diarios como levantamiento del cepo, incluso algunos compañeros decían “qué fácil salir del cepo”, y claro, si devaluás 50% dejás a todos con una mano atrás y otra adelante y nadie más vuelve a presionar sobre la moneda, cosa que hoy también tenemos. Axel Kicillof publicó un excelente artículo diciendo que hoy tenemos un dólar absolutamente subvaluado y que está sostenido por un lado con una política de LEBACS en el Banco Central y por otra parte con endeudamiento, pero con un agravante: se cayó el consumo, no tenemos mercado interno.
Y hay transferencia de ingresos a través de renunciar al ingreso genuino de los sectores más concentrados de la economía, una cosa muy rara, porque si uno tiene déficit fiscal lo primero que no debe hacer es regalar ingresos, por lo menos hasta que logre equilibrar ese desequilibro que era del 1,9% y no como es el de hoy.
En definitiva uno advierte que la pesada herencia es precisamente lo que hoy son los reclamos de gran parte de la sociedad en cuanto a por ejemplo la reapertura de paritarias. Es uno de los temas que tenemos que buscar como punto de unidad entre todos los sectores de la sociedad. Lo tienen que comprender los comerciantes, porque no les compra nadie no porque hayan decidido hacerles boicot sino porque no tienen plata para comprarles, con lo cual la reapertura de paritarias y volver a poner en vigencia el poder adquisitivo de los trabajadores no es solamente una cuestión de equidad o de justicia social, es una cuestión de necesidad de la macroeconomía, de que se vuelva a consumir en la República Argentina. Que vuelva a haber gente en los restaurantes, no en los más caros donde siempre va a ir gente con poder adquisitivo, sino en los restaurantes que veíamos llenos en Palermo, en San Telmo, en todos lados. Estas son las cosas en las cuales tenemos que empezar a buscar los puntos de unidad entre los distintos sectores, discutir estas cuestiones.
Y cómo este lenguaje se había apropiado, obviamente
los medios de comunicación han tenido un rol preponderante en esto, en instalar un sentido común, y no todos están preparados para aguantar lo que puede ser un bombardeo mediático. Ahora, los que tenemos obligación de no confundirnos y mucho menos confundir a los compañeros y a las compañeras que dependen de nosotros, porque nos han elegido, me refiero al movimiento sindical, que los han elegido para representarlos y defender sus derechos, no pueden confundirse frente a todo esto.
Reclamar esa reapertura de paritarias se convierte en una cuestión crucial en esta discusión de unidad que debemos darnos en el movimiento nacional, popular y democrático.
Y no pasa el tema de la pesada herencia por salir a defender al gobierno, a mí no me interesa, porque en definitiva no es en defensa de Fernández Cristina, no, los que se están defendiendo son ustedes. Esas paritarias, esas discusiones eran en beneficio de los trabajadores, en beneficio de un modelo que se retroalimentaba a sí mismo. Y si uno mira lo que se señalaba como problemas en realidad se vieron multiplicados y surgieron problemas que no había. Otra de las muletillas también que uno escucha, porque hay como un reseteado, en eso son mucho más efectivos que nosotros, los resetean con 3 o 4 frases: “la pesada herencia”; “en los últimos 4 años no se generaron puestos de trabajo”…
¿Cómo que en los últimos 4 años no se generaron puestos de trabajo? ¿Y cómo llegamos al tercer trimestre de 2015 con 5,9% de desocupación?
Saben y no hay que explicarlo que todos los años se incorporan por una cuestión de crecimiento de la población miles y miles a la Población Económicamente Activa, la PEA, si no hubiéramos generado durante 4 años ni un sólo puesto de trabajo hubiéramos tenido una desocupación de dos dígitos, machaza. Está claro que se generaron puestos de trabajo.
Todos somos lectores, somos militantes, queremos hablar, y tenemos un discurso muy disperso. Es una autocrítica que nos hago a nosotros mismos. Me parece que hay que comenzar a centrar el tema de la pesada herencia en qué consistía básicamente: desendeudamiento, prácticamente pleno empleo… Si no les creen vayan con el prospecto en inglés o en español (que el gobierno está dando a los empresarios en el CCK). Consíganse uno, además está en las redes.
A nosotros que nos gusta ir a un programa de televisión, debatir, discutir y demostrar que sabemos mucho, y me parece que
tenemos que enfocar nuestra atención y nuestro discurso sobre ejes básicos: en la Argentina hoy hay hambre.
Esto me lo dicen docentes de Ensenada, Florencio Varela, que volvieron a tener que comprar víveres para llevar al colegio porque los pibes van muchos sin desayunar. Hay hambre porque creció la desocupación y porque la plata no alcanza. Tenemos testimonios de gente que ha tenido que suprimir cosas de los hijos, yogures, quesos, se ha reducido el consumo de leche, entonces me parece que esas cuestiones deben comenzar a constituir un eje.
El otro eje es la reapertura de paritarias para todo el sector asalariado.
El otro eje es que las tarifas no pueden aumentar más que los salarios.
¿Cómo me vas a aumentar el salario 20-25-30 por ciento y los servicios el 300 por ciento? ¿Por qué? ¿De dónde surge esto? No se pueden pagar. No es una cuestión de que no quiero, que me parece caro, es que no se puede. Me parece que hay que centrar las discusiones en las cosas cotidianas que le pasan a la gente.
Como también el tema de la inseguridad, que fue una muletilla durante toda nuestra gestión, donde un caso era repetido mil veces, entonces había un asalto y parecía que había habido mil asaltos, ahora hay mil asaltos y no te lo dice nadie por ningún canal de televisión, y tenés a la inseguridad convertida en uno de los principales problemas que tiene la sociedad.
Inseguridad que se vuelve a repetir con esquemas como los de 2001, yo no sé si ustedes recuerdan que robaban camperas y zapatillas. Sobre todo zapatillas, porque se trata de algo aspiracional la zapatilla.
Esto es el otro tema, se ha vuelto a niveles delictivos y no con cuestiones del delito porque delincuentes siempre los hay, y no podría decirse que todos lo hacen por necesidad, porque sería ridículo.
Hay que centrarse en los problemas cotidianos, cuando uno se comienza a ocupar como dirigente de los problemas que tiene la gente comienzan a desaparecer los problemas en los dirigentes, porque los problemas de los dirigentes se producen siempre por cuestiones no respecto de la sociedad sino respecto de los posicionamientos personales de cada uno de los dirigentes, sean políticos o sindicales.
Una señal clara es cuando vemos discusiones que no le importan a nadie, a nadie. Decime si a tu vecina le importa que este es del bloque del PJ, del peronismo vuelve pero no tanto… Cuando vos escuchás sobredimensionadas esas discusiones y debates tanto en el ámbito sindical como el político pasan dos cosas: primero esos dirigentes no se están ocupando de los problemas que tiene la gente; y segundo, el sobredimensionamiento por parte de los medios de esas discusiones son para mostrar una oposición sin vocación de poder y sin vocación de volver a ser gobierno.
Porque me parece que todo dirigente que quiera volver a ser gobierno no tiene que seducir ni pelearse con otro dirigente. Tiene que seducir e ir por la gente. Son señales y signos que debemos desentrañar para no enroscarnos, porque todos tenemos nuestro ego, tenemos nuestras veleidades, que tampoco está mal porque somos seres humanos, no vamos a convertirnos en seres perfectos. Pero hay que tener un camino y un sendero de necesidades y de contradicciones, con perdón de la palabra, ya sé que van a calificar y adjetivar. Lo que son las preocupaciones y necesidades de la sociedad, en la que siempre nos hemos ocupado nosotros. En ese sentido, desde otros sectores tienen un libreto, una suerte de casete que como no tienen experiencia militante, y consideran que media hora de lectura por día es suficiente… entonces es muy fácil porque son cuatro o cinco cosas que deben repetir monocordemente por todos los medios de comunicación, que por supuesto, no les hacen una sola repregunta y todo anda bien.
Entonces nosotros debemos ser, desde el campo nacional, popular y democrático… Quieren ponerle progresista, pónganle progresista, el nombre que quieran, siempre y cuando esté para defender los intereses de la gente, porque si no mucho me temo que pueden suceder cosas que no queremos nadie en la Argentina.
Cosas que terminan sucediendo cuando se provocan las crisis de representación. Momentos en los que la sociedad, angustiada, con necesidad básicas insatisfechas, cada vez mayores, siente que los que los representan en todos los ámbitos, están en otra cosa, y no en defenderlos a ellos y a sus intereses. Allí se producen quiebres, y eso no es bueno. Ni para la política ni para la democracia, ni para los movimientos políticos, sociales, y mucho menos los sindicatos. Entonces mi idea hoy debería charlarla acá con los compañeros, y por eso le pedía al Tano que estuvieran los delegados. No me interesaba una mesa, una foto con cinco o seis dirigentes y punto. Yo quería que me escucharan y hablar con los compañeros de base; con los que están en un ministerio u organismo, con todos los compañeros, y tienen miedo que los despidan cuando se termine el contrato, con el que lo hacen laburar horas extra y no se las pagan porque no es planta permanente, y la gente se queda a laburar por miedo a perder el trabajo, no es que tengan vocación de explotados, no tienen vocación de desocupados.
Por eso quería charlar con todos los compañeros para hablar de las cosas concretas que tenemos que debatir, que
discutir junto a los compañeros, junto a los que no lo son también, porque también tendrán experiencia con muchos que tal vez pensaron otra cosa sobre lo que venía. Y no hay que enojarse con ellos, porque yo noto muchas veces cuando recorro las redes, que cuando uno se queja por haber votado a tal, y se trenza a discutir… no, les digo a los compañeros. Creo que no es hora de reprocharle nada a nadie, sino que es hora de juntar la mayor cantidad de voluntades posible, que tengan los mismos intereses, que tengan los mismos problemas para tener una acción común. Ustedes saben que es la mejor manera de lograr la unidad.
La unidad no se logra en ninguna mesa de rosca, la unidad se logra en la acción, en la calle y en el territorio.
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Por eso tuve una gran alegría cuando la marcha federal… cuando vi en el palco a los compañeros de la CTA, y de ATE, junto a los compañeros de la CGT. Mucha alegría tuve. Y por ahí eran compañeros que en algún momento me largaron alguna cosita y quizás lo siguen haciendo, pero saben algo? No me importa, lo que a mí me importa es que estén todos juntos tirando para el mismo lado. Si para eso algún compañero me tiene que seguir diciendo alguna cosa que me la diga, pero que estén todos juntos representando.
Miren que no hablo de pelear, hablo de representar, porque no me van a sacar la palabra “pelea”. No se trata de pelear, esto no es una riña de gallos, esto es un ámbito político, y en los ámbitos políticos sean de los movimientos sociales, de partidos, de sindicatos,
se representa o no se representa, de eso se trata: volver a representar. Y el ejercicio de la representación popular, que no tengamos miedo de decir que somos representantes del pueblo. Los que están en el Congreso son eso también, o al menos eso es lo que dice la Constitución.
No tengamos miedo a volver a representar, porque cuando volvamos a representar verán que la construcción política es mucho más fácil.
Porque la haces sobre bases concretas y puntuales, no construís pensando en la próxima elección, construís pensando en la próxima acción para lograr más cosas que las que hoy tenés para tus representados. De eso se trata, la representación y la construcción.
Por eso, para finalizar, quería… sí, por favor, miren que yo soy larguera, y los largueros tampoco sirven. Ya me di cuenta que hay que ser más breve. Uno aprende, siempre aprende. Cortito y conciso, cortito y conciso… muchachos, aprendamos a sintetizar que nos va a hacer muy bien a todos. Sobre todo en época de 140 caracteres. Porque uno advierte que quizás no se puede lograr la concentración… a ver, a quienes militamos toda la vida, que éramos capaces en la facultad de estar cinco horas discutiendo la cuadratura del círculo, pero la mayoría de la gente no es así, y no tienen por qué serlo. Entonces creo que los demás no se deben adaptar a nosotros, somos nosotros, como militantes y constructores, los que nos tenemos que adaptar a la sociedad.
Pero fíjense que estoy hablando de adaptación, no de cooptación del pensamiento y la idea.
Hablo de adaptarme a las necesidades de comunicar y qué comunicar, para poder ser eficaz, para tener resultado, y sobre todo, para poder ayudar a la gente a comprender mejor las cosas.
Porque en definitiva, mucha gente no ha tenido la oportunidad, no es que se aburra, simplemente ha tenido otras inquietudes, otra vida. Todas las vidas son diferentes, no hay ninguna igual a la otra. Las nuestras se parecen un poco más, en la vocación de militancia, y creo que hay que recuperar esto y volver a retransmitir nuevas formas de militancia y nuevas formas de convocatoria. De acá estoy viendo la cara de Milagro Sala.
Y finalmente decirles que esto de unidad, de representación, y esto de construcción, todos juntos es avanzar. Cuando darle un sentido al volver, ese volver a dónde, y cómo… volver a lo que teníamos el 9 de diciembre no, porque evidentemente nos faltaron cosas, hicimos otras malas.
Yo creo que en esa permanente carrera por hacer cosas, con el permanente hostigamiento, creo que no reparamos en que necesitábamos abordar reformas estructurales, institucionales, que consagraran derechos que no pudieran ser removidos.
Porque fíjense, que una ley como la de Medios Audiovisuales, que fue debatida a lo largo y ancho del país, no debe haber ninguna ley más representativa y discutida, por encima de lo parlamentario, en el territorio, en ONGs, con la gente, en encuentros… un decreto de necesidad y urgencia, y por tierra con ella.
Evidentemente el tema de la reforma de la Justicia es un tema pendiente, la cuestión de que queden consagrados determinados principios como el nivel de endeudamiento que puede tener un país, porque sino tendremos una eterna calesita de deuda y desendeudamiento y así…
Creo que niveles de deuda, convenciones colectivas libres, una reforma estructural que plasme las transformaciones que tuvo la sociedad en la Constitución. Porque en los momentos fundantes fueron siempre momentos en los que se plasmaron reformas estructurales, y no llegamos a eso.
Los momentos fundantes fueron siempre momentos en los que se plasmaron reformas estructurales, y no llegamos a eso.
Esto es uno de los instrumentos que tenemos que plasmar, por eso el volver no es volver a lo mismo, es volver mejores, y en una marcha de reformas… ¿y cómo? Lo peor que podría pasarnos es subordinar a una persona la realización de un proyecto, si ese proyecto solamente lo puede llevar a cabo una persona no es proyecto, y no está enraizado en la sociedad.
Necesitamos que ese electricista de Lomas de Zamora comprenda que tiene derecho a la casa y al auto, aunque sea electricista y porque es electricista.
Para eso necesitamos que el volver sea mejores a partir de todas estas cosas y de todas las otras que nos faltan discutir y debatir, y no podremos hacer en un solo encuentro. Lo dejo aquí plasmado como punta de lanza, pero
lo que hoy es fundamental: la unidad de los trabajadores, porque también deben volver a encontrarse con los estudiantes. Acaba el peronismo de ganar la federación universitaria de La Plata, mi querida FULP. La semana que viene voy a estar en La Plata, en un club muy caro para los sentimientos personales donde iremos a saludar a los compañeros que en un frente muy amplio lograron la unidad y, al cabo, de 41 años… la única vez que se ganó fue en el ’75, y luego ni de cerca. Y ahora se volvió a ganar a partir de la unidad (corte de transmisión)… eso debe ser un ejemplo.
Por eso digo que trabajadores, comerciantes, pequeños y medianos empresarios, industriales nacionales, científicos, en fin, todo lo que constituye la Nación en una gran unidad. Me parece que la unidad no se va a dar por la ideología, se va a dar por el lado más concreto de los intereses agredidos.
-Interrupción de la transmisión-
Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta de la Nación Argentina
2007-2011
2011-2015
Publicado en:
http://www.cfkargentina.com/cristina-kirchner-en-ate-capital/
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