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miércoles, 26 de noviembre de 2025

UCRANIA Y RUSIA, COMO CAÍN Y ABEL, por Adrián Corbella

 



Los eslavos aparecen por primera vez en la historia en un área oval que se encuentra en las fronteras entre las actuales Polonia, Bielorrusia, Ucrania y Rusia . Desde allí se fueron extendiendo hacia los 4 puntos cardinales, alcanzando por el sur los Balcanes y las costas del Mar Negro, por el norte la tundra ribereña con el Ártico, por el Oeste el río Oder, y por el Este el río Volga  y los Montes Urales.

Cuando los vikingos comenzaron su expansión militar y comercial por  los ríos y mares de Europa, ingresaron a los ríos  rusos y llegaron vía Dnepr y Mar Negro a Bizancio. Como bastión de esta  ruta comercial un grupo de guerreros nórdicos fundó el Rus de Kiev, estado con aristocracia escandinava y pueblo eslavo, que alcanzó en su máxima expansión a controlar el oeste de Ucrania, Bielorrusia y buena parte de la Rusia Europea. Los reyes vikingos (“rus”) de Kiev rápidamente se eslavizaron (los “rus” nórdicos se hicieron “rusos” eslavos) y este Estado, el primer gran estado de los eslavos orientales, es visto como Estado madre tanto por Rusia como por Ucrania y Bielorrusia. Este estado adoptó el cristianismo ortodoxo y se vinculó por matrimonio con las dinastías bizantinas.

Rus de Kiev en 1054

Las invasiones mongolas del siglo XIII destruyeron el Rus de Kiev y lo dividieron en diversos estados tributarios del Imperio de Gengis, así como de sus estados sucesores (como la Horda de Oro).

Desde Polonia al Este de China se extienden por Eurasia praderas y estepas que en la Antigüedad y el Medioevo actuaron como una especie de “autopista” por la que pueblos de jinetes nómadas y seminómadas partían de Oriente y se derramaban por Europa. Pasaron por allí escitas, sármatas, hunos, ávaros, magiares, búlgaros, pechenegos, jázaros, mongoles, tártaros. Algunos se afirmaron en Europa y fundaron estados: es el caso de los magiares en Hungría, y el de los búlgaros (que en Europa se eslavizaron). Otros fueron conquistados, barridos por la siguiente invasión con la fuerza de un tsunami.

En estos años, en el territorio que en el siglo XX llamábamos Ucrania, se distinguen varias zonas: el sur y el este eran zonas de tránsito de los jinetes, hogar de Imperios transitorios, dónde sólo se consolidó el Kanato tártaro de Crimea, siempre vinculado al Imperio turco Otomano, que controlaba, además de la península Crimea, tierras y puertos del Bajo Dnepr y sobre el Mar de Azov, es decir buena parte del sur de la actual Ucrania.

Por el norte presionaban y avanzaban los estados rusos o protorusos, entre los que pronto se destacará el Gran Ducado de Moscovia, origen de la Rusia moderna.

El Oeste hasta Kiev fue zona de control de Polonia y Lituania, luego unidos en una monarquía dual.

En esa zona fronteriza entre rusos, turco-tártaros y polaco-lituanos, el recodo del Dnepr y las orillas del Don, comienza a surgir una etnia eslava por su idioma y cristina por su religión: los cosacos. Los cosacos a veces luchaban para sí y otras se enrolaban como soldados de algún rey de la zona. Para los ucranianos son el origen de su nacionalidad. Para los rusos son parte de la suya, un grupo surgido en la frontera (ese es elsignificado de Ucrania).

Al norte de esta zona fronteriza, y a partir de Moscú, comenzó en el siglo XVI un proceso de expansión y unificación protagonizado por monarcas como Iván III e Iván IV (el famoso Iván el Terrible), o Pedro el Grande o Catalina (ya en el siglo XVIII), que construyen el Estado ruso.

Iván IV conquistó los estados tártaros del Volga, como Kazàn y Astracàn, cortando de esa manera la ruta de acceso de los jinetes orientales hacia Europa. Los reyes posteriores pusieron su mirada en el sur, en esas llanuras fronterizas de posesión cambiante, y en los puertos de aguas cálidas del Mar Negro, lo que llevaba a Rusia a enfrentarse con las potencias de la zona:el Imperio Turco, el Kanato de Crimea y el reino de Polonia-Lituania.

Fue Catalina la Grande la que logró en el siglo XVIII apoderarse de Crimea (Kanato habitado por tártaros, eslavos y griegos), y las costas hoy ucranianas del Mar Negro.

En 1794 la Rusia de Catalina la Grande fundó el puerto de Odessa, la joya del Mar Negro, ciudad dónde aún el ruso es la lengua predominante, pero que fue desde su origen una ciudad cosmopolita, como buena parte de la costa del Mar Negro, donde además de rusos y ucranianos abundaban los griegos, búlgaros, rumanos, turcos, tártaros, judíos, alemanes y otras etnias. De hecho Odessa fue fundada por el Almirante ruso Iosif Mijailovich Deribás, noble español nacido en Nápoles con el nombre de José Miguel de Ribas y Boyons. La Avenida principal de Odessa todavía se llama Deribasivskaya en honor a su fundador ibérico.

En los siglos XVIII y XIX tenemos a la mayorparte de Ucrania dominada por Rusia, mientras la parte occidental se encuentra bajo dominio de Polonia –y luego de Austria-.Estos ucranianos del Oeste siempre han mantenido diferencias culturales con los ucranianos del Este. De hecho muchos no son cristianos ortodoxos sino UNIATOS, miembros de una Iglesia local asociada a la católica romana.

Hoy los eslavos orientales hablan 3 idiomas (ruso, ucraniano,bielorruso) que son distintos pero están muy emparentados, son semejantes. La diferencia entre estos idiomas es parecida a la que existe entre el español y el portugués, que son idiomas inteligibles por escrito y en forma oral pueden los hablantes de ambos indiomas comunicarse si hablan despacio y tienen paciencia.

A fines del siglo XIX el gigantesco imperio ruso comenzó a verse afectado por nacionalismos secesionistas, no sólo de los ucranianos, sino también de polacos, finlandeses, estonios, letones, lituanos, etc.

En marzo de 1918, con una Rusia jaqueada por la guerra, Alemania impuso en el Tratado de Brest-Litowsk la independencia de Ucrania, y rápidamente las tropas alemanas impusieron en Kiev un gobierno títere presidido por el Hetman Skoropadsky.

La derrota alemana en la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa transformaron a Brest-Litowsk en letra muerta.

La situación de Ucrania fue particularmente confusa, por no decir caótica. Skoropadsky fue rápidamente desplazado del poder y Ucrania se hundió más aún en el caos. Por un lado fue campo de batalla entre dos ejércitos “rusos”: el Ejército Rojo (comunista) y el Ejército Blanco (anticomunista). Había al menos tres grupos ucranianos distintos, cada uno de los cuales intentó organizar su Estado: los nacionalistas de Simòn Petliura, los anarquistas de Nèstor Machno (que controlaba un par de provincias en el Este) y los ucranianos de la ex Galitzia austrìaca que organizaron un Estado de la Ucrania occidental. Grupos cosacos intentaron montar una República en torno al rìo Don, en las áreas de Rostov y el Donbass.

A todo esto debemos sumarle tropas extranjeras: los alemanes no se retiraron de inmediato; los polacos invadieron desde  el Oeste llegando hasta Kiev, reclamando territorios que habían sido suyos en el siglo XVIII; los rumanos avanzaron sobre Besarabia y Bukowina; ingleses y franceses desembarcaron en  Odessa.



Este caos se cerró en 1921 con cuatro quintos de Ucrania transformados en República soviética dentro de la URSS, y el resto bajo control de Polonia (Galitzia, Volinia, Polesia), Rumania (Besaraba, Bukowina) y Checoslovaquia (Rutenia subcarpàtica o Zakapartija). Crimea siguió siendo rusa, como siempre lo habìa sido desde el siglo XVIII, y siguió así hasta que Nikita Jruschov, premier de la URSS de origen ucraniano, la transfiriò administrativamente de Rusia a Ucrania en 1954.

Los ucranianos no la pasaron bien en tiempos de Stalin, cuya política de industrialización a marchas forzadas que transfería recursos del campo a las ciudades pegó duramente en el país, y provocó una extendida hambruna.

Por eso muchos ucranianos recibieron a los soldados de la Wehrmacht como a “libertadores”, y se encuadraron bajo el liderazgo de Stefan Bandera (hoy héroe nacional para el Régimen de Zelenski) que destinó efectivos ucranianos a los Einsatgruppen y a la división “Galizien” de las Waffen-SS. Estos ucranianos nazis lucharon codo a codo con los alemanes hasta 1945, y Stalin los trató duramente. La mayoría de los que capturó o le fueron transferidos por USA o el Reino Unidos fueron fusilados.

Con la desintegración de la URSS, Rusia, estado heredero de la misma, aceptó la independencia de Ucrania con dos condiciones:

*mantener una base en Crimea

*que Ucrania se mantuviera neutral

Los ucranianos cumplieron escrupulosamente estas condiciones hasta que en 2014 se produjo el Maidán, golpe blando en formato “Revolución de Colores” impulsado por los países de la OTAN.

La Ucrania de comienzos del siglo XXI tenía dos áreas bien diferenciadas: El Oeste y el centro hablaban masivamente ucraniano y votaban partidos nacionalistas pro integración a Occidente. El Este y el Sur estaban habitados mayoritariamente por  rusófonos que votaban partidos favorables a la neutralidad de Ucrania y de las buenas relaciones con Rusia. A estos sectores pertenecía Viktor Yanukovich, el presidente derrocado en el Maidan.



Arriba resultado de las elecciones de 2007. Abajo porcentaje de hablantes del ruso

Cabe señalar que Zelenski llegó al poder con amplia mayoría pero haciendo la promesa de mantener buenas relaciones con Rusia. Luego traicionó esa promesa negociando el ingreso a la OTAN, prohibiendo el idioma ruso, la iglesia ortodoxa rusa y una decena de partidos políticos, y permanece en el cargo con mandato cumplido desde mayo de 2024.

El golpe de 2014 tuvo varias consecuencias: los crimeos se rebelaron y pidieron su incorporación a Rusia; las provincias del Donbass, de abrumadora mayoría rusa, no reconocieron al nuevo gobierno y comenzaron a luchar; la OTAN comenzó una penetración en Ucrania rearmando y entrenando al ejército, construyendo fortificaciones y reconstruyendo desde la base a las fuerzas de seguridad.

En el Protocolo de Minsk de julio/septiembre de 2014 se acordó un alto el fuego y una descentralización del poder, y “arreglos provisionales de gobernación local en algunas zonas”, pero las estipulaciones no se cumplieron y la lucha continuó hasta la invasión rusa de 2022.

El 7 de diciembre de 2022, Ángela Merkel reconoció en una entrevista concedida a “Die Zeit” que el único objetivo de los acuerdos de Minsk fue dar tiempo a los ucranianos para armarse y fortificarse con ayuda occidental.

Rusia toleró esta lucha entre el ejército ucraniano y las milicias rusas de Donetz y Lugansk por ocho años (2014-2022), pero señaló con meridiana claridad que no aceptaría el ingreso de Ucrania en la OTAN.

Finalmente, a comienzos de 2022, y luego de múltiples advertencias, el ejército ruso ingresó en Ucrania. No sólo en Kiev se hablaba del ingreso a la OTAN sino que el ejército ucraniano parecía amenazar con invadir las pequeñas repúblicas rebeldes del Donbass.



El resto es historia conocida. El acuerdo de paz al que habían llegado Rusia y Ucrania en Estambul, a pocas semanas de comenzada la guerra, fue vetado por el Reino Unido y los Estados Unidos. Le prometieron a Zelenski apoyo militar y económico “hasta el último ucraniano”. Lo están cumpliendo…cada vez quedan menos ucranianos.

En los últimos años, el ejército ucraniano no para de retroceder, en  forma lenta pero continua, dejando tras de sí un reguero de cadáveres de ucranianos y mercenarios occidentales, junto a grandes masas de armamento destruido que les fue proporcionado por los países de la OTAN. Ruinas de tanques y vehículos blindados de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia, Turquía, Australia, España, y otros países decoran los campos del este de Ucrania.

El único final que parece estar cerca es un colapso militar, ya que los países europeos insisten en pretender incrementar la presencia militar occidental en Ucrania, no entendiendo que Rusia comenzó el conflicto, justamente, para evitar que Ucrania ingrese a la OTAN -organización militar que no para de expandirse desde la desaparición de la URSS y el Pacto de Varsovia-. Desde la perspectiva de Moscú, la guerra no terminará hasta que no cumpla  el principio “Ucrania fuera de la OTAN, la OTAN fuera de Ucrania”.

 

Adrián Corbella, 26 de noviembre de 2025

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