En su conferencia en el BID dijo que el libro de Rothbard a favor de los monopolios le cambio la vida. Tres días después anunció que objetará la venta de Telefónica a Clarin porque crea un monopolio.
Por Luciana Glezer
25/02/2025
Javier Milei no sólo pegó una vuelta en el aire con la guerra de Ucrania. Este lunes también modificó su histórica posición en favor de los monopolios, como agentes que dinamizan la economía.
Cuando LPO levantó la noticia que publicó el diario El País confirmando la venta de la operación argentina de Telefónica al Grupo Clarín, el gobierno tuvo un ataque de furia y sacó un comunicado denunciando que se estaba creando un monopolio que concentraba el 70% del mercado de telecomunicaciones y en consecuencia se había ordenado al Enacom y la Comisión nacional de Defensa de la Competencia, que lo bloquee la operación.
Pero no se quedaron ahí. "Clarin Miente", "El monopolio de Clarin" y hasta una comparación con la división de AT&T en Estados Unidos en la década del ochenta, fueron las consignas que agitó el ejército de trolls que conduce Santiago Caputo en X. La conversión camporista de los libertarios generó hilaridad en las redes.
"Se dará intervención al Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) para evaluar si esta operación constituye la formación de un monopolio", el el contundente y contradictorio mensaje de la Oficina de la Presidencia. La decisión de usar al Estado para cruzar un acuerdo entre privados es diametralmente opuesto a lo que propone la teoría económica que defiende Milei.
Clarín se queda con Telefónica y deja en ridículo a Milei, que promete bloquear la operación
Apenas tres días antes en una conferencia en el BID en Washington, Milei había vuelto a abogar en defensa de los monopolios, mencionando incluso que esa idea fue la que lo terminó de convertir en libertario.
"Desde mi punto de vista, el análisis neoclásico está mal. Para aquellos que quieran ver esto, les sugiero leer el artículo de Murray Newton Rothbard que se llama Monopolio y competencia. Un artículo que fue muy revelador para mí porque cuando lo leí llevaba 25 años dando clases de microeconomía y equilibrio general y descubrí que los monopolios no son malos, salvo que sean armados por el Estado" afirmó el Presidente el viernes pasado durante su exposición en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Desde mi punto de vista, el análisis neoclásico está mal. Para aquellos que quieran ver esto, les sugiero leer el artículo de Murray Newton Rothbard que se llama Monopolio y competencia. Un artículo que fue muy revelador para mí porque cuando lo leí llevaba 25 años dando clases de microeconomía y equilibrio general y descubrí que los monopolios no son malos.
Las corrientes económicas neoclásicas de corte liberal consideran la formación de monopolios como una expresión de las fallas del mercado, lo que justifica la intervención estatal. Sin embargo, la tradición austriaca de la corriente liberal, se ha mantenido históricamente reticente a aceptar esta idea.
"Según la Escuela Austríaca no existe el precio de monopolio definible que pueda contrastarse con un precio competitivo, ya que en el mercado sólo existe el precio de mercado. Por lo tanto, toda la imagen neoclásica del monopolio es incoherente desde el principio", explicó a LPO un profesor de la Facultad de Económicas de la UBA.
Milei pasó de celebrar los monopolios a rechazar la venta de Telefónica a Clarín
La profundidad de la contradicción presidencial habilita todo tipo de sospechas.El argumento Presidencial para justificar la intevención estatal en un contrato entre privados es que se trata de un monopolio "creado con los beneficios del Estado". Este medio consultó a media docena de especialistas. Todos afirmaron no entender el argumento del Presidente.
Según la Escuela Austríaca no existe el precio de monopolio definible que pueda contrastarse con un precio competitivo, ya que en el mercado sólo existe el precio de mercado. Por lo tanto, toda la imagen neoclásica del monopolio es incoherente desde el principio.
"Todas las empresas argentinas recibieron concesiones, en mayor o menor medida, por parte del Sector Público. De hecho hubo empresarios cercanos al gobierno disputando la empresa española. Los beneficios del Estado siempre están de una u otra manera", expresó a LPO una fuente al tanto de la operación de venta de Telefónica.
En efecto, entre los competidores se mencionó al empresario de medios Marcelo Figoli, que compitió asociado a una telefónica francesa y contó -al menos inicialmente- con la colaboración de Rodrigo Lugones, socio de Santiago Caputo.
Publicado en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario