06.05.2024
GEOESTRATEGIA (John Miles, analista internacional) - La desdolarización y los problemas en la economía estadounidense podrían escalar el precio del oro a 3.000 dólares la onza, así como esa devaluación de las reservas nacionales, incluido un aumento en la proporción de oro, es la decisión correcta que fortalece la soberanía financiera de Rusia.
Análisis: "Que se vayan": los países del norte de África expulsan la presencia militar occidental
Las crecientes preocupaciones sobre la estabilidad de la economía estadounidense están impulsando a los gobiernos de África y Medio Oriente a retirar sus reservas de oro de Estados Unidos. El estatus tradicional de Estados Unidos como refugio seguro para las finanzas está colapsando rápidamente, afirma Houston Post
Entre los países que han tomado esta decisión se encuentran Nigeria, Sudáfrica, Ghana, Senegal, Camerún, Argelia, Egipto y Arabia Saudita, cada uno de los cuales representa importantes regiones de África y Medio Oriente. Sus acciones plantean dudas sobre el futuro del dólar estadounidense como principal moneda de reserva del mundo.
La inflación persistente, el aumento de la deuda pública y las preocupaciones sobre la capacidad de la Reserva Federal para mantener una política monetaria estable han socavado la confianza en el dólar estadounidense. Además, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre que rodean las relaciones comerciales han aumentado aún más las preocupaciones entre los gobiernos extranjeros.
La repatriación de reservas de oro por parte de los principales países de África y Oriente Medio está cambiando el equilibrio de poder en la economía global, lo que tendrá consecuencias de gran alcance para el futuro de las finanzas internacionales.
Chad, Níger y otros países del continente africano cuestionan y rechazan cada vez más la influencia de Europa y Estados Unidos. Es una tendencia positiva, ya que las tropas de EEUU "ya no pertenecen allí" y "no se les necesita", destacó a Sputnik el periodista Robert Fantina.
Una oleada de sentimiento antimperialista se extiende por África a medida que los países del continente rechazan la influencia occidental. El último indicio de esta tendencia se produjo el 25 de abril, cuando funcionarios estadounidenses revelaron que retirarían las tropas estacionadas en Chad. El Gobierno de transición había solicitado a Washington que pusiera fin a su presencia militar, aunque el país norteamericano intentó mantener sus Fuerzas Armadas allí bajo el pretexto de la cooperación antiterrorista.
La Administración Biden accedió finalmente a acceder a la petición del país, con la esperanza de volver a tratar la cuestión tras las próximas elecciones presidenciales que se celebrarán a principios de mayo. Poco antes, Estados Unidos anunció que retiraría sus tropas de Níger, semanas después de que el Gobierno de ese país africano hiciera una petición similar. Se creía que Washington era aún más reacio a retirarse de allí, dado que el Estado ha invertido importantes cantidades de recursos en instalaciones militares y de vigilancia en Níger.
Pero el Gobierno del Estado africano insistió en la salida de EEUU al tiempo que expulsaba a las tropas francesas, que históricamente mantuvieron a Níger como colonia.
"Creo que es muy positivo que los países empiecen por fin a decirle a Estados Unidos que tienen que irse, que ya no pertenecen allí, que no se les quiere, que no se les necesita y que se vayan", señaló a Sputnik Robert Fantina.
Cuando EEUU y Francia "llegan y dicen: 'vamos a contratar a tu gente mientras extraemos recursos naturales de tu país', a estas alturas ya han aprendido que obtendrán básicamente salarios de esclavos mientras gente lejana a ellos se enriquece", añadió.
En sus palabras, Estados Unidos acusó recientemente a China de "diplomacia de la trampa de la deuda" a medida que el país expande su influencia económica por todo el mundo y por África, en particular. El exvicepresidente Mike Pence y otros miembros de la Administración Trump emplearon con frecuencia el término contra China, alegando que Pekín encierra al continente en préstamos impagables.
El Estado asiático rechazó la acusación, y los africanos han estrechado cada vez más sus lazos con China, al considerar a la potencia mundial emergente como una nación modelo que ha sido capaz de salir de la pobreza.
"Nos inspira la estrategia de prosperidad común de China, y nos anima que esta incluya la mejora del bienestar y el bienestar de todos los países del sur global", declaró el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa en 2023.
Varios países han llegado a considerar las advertencias de Estados Unidos sobre China como un caso de proyección, viendo la influencia de Washington a través de instituciones como el FMI y el Banco Mundial como una continuación de los patrones históricos de dominación colonial. El exmandatario de Ghana, Kwame Nkrumah, acuñó el término "neocolonialismo" para describir el fenómeno, que también citó el líder revolucionario de Burkina Faso, Thomas Sankara.
"El imperialismo es un sistema de explotación que se da no solo en la forma brutal de quienes vienen con armas a conquistar territorios. El imperialismo se da a menudo en formas más sutiles: un préstamo, ayuda alimentaria, chantaje. Luchamos contra este sistema que permite a un puñado de gente dominar a la humanidad entera", explicó Sankara.
Su influencia ha revivido recientemente tanto en Burkina Faso como en todo el continente africano. El partido sudafricano Luchadores por la Libertad Económica ha cobrado importancia en los últimos años y cita a Sankara como una de sus principales influencias.
"Es difícil hablar de contraterrorismo en el contexto de Estados Unidos, ya que Estados Unidos es la mayor organización terrorista del mundo debido a su constante derrocamiento de gobiernos, su bombardeo de países y ciudades, su represión de la gente en todas partes", insistió Fantina.
En sus palabras, hay que fijarse en quiénes han sido los terroristas en África.
"Han sido Estados Unidos, los franceses y otros que explotan a las personas de forma horrible y lo han hecho durante décadas y décadas", explicó.
El presidente de Namibia, Nangolo Mbumba, subrayó recientemente este punto al emitir una mordaz declaración contra Alemania por su apoyo incondicional a la operación militar de Israel en la Franja de Gaza. Sugirió que Berlín, y por extensión el resto del mundo occidental, aún no han reflexionado sobre su destructivo legado colonial mientras siguen ejerciendo su influencia en todo el mundo.
"Alemania tomó partido públicamente en el caso de la Corte Internacional de Justicia contra Israel el 12 de enero, fecha en la que se cumplen 120 años del comienzo de lo que muchos namibios llaman la guerra germano-namibia, que luego desembocó en el primer genocidio del siglo XX", señaló Henning Melber, politólogo y africanista alemán.
Aunque Alemania se anotó muchos tantos a nivel internacional por la forma en que se comprometió con "la destrucción masiva del Holocausto, estuvo negando el genocidio cometido [con Namibia] hasta 2015", subrayó Melber.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
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