Se crió en un hogar republicano y quiso ir como voluntario a Vietnam, donde fue herido y condecorado. Más tarde, Oliver Stone haría dos películas antibélicas, Pelotón y Nacido el 4 de julio, que le valieron sendos Oscars. Realizó ficciones siempre polémicas sobre tres presidentes estadounidenses : JFK, Nixon y W. En los últimos años, desde los márgenes de la industria hollywoodense –a la que cada tanto vuelve, como con Wall Street II-, se dedicó a hacer documentales igualmente polémicos : Comandante y Looking for Fidel, ambos sobre Castro, y uno sobre el conflicto israelí-palestino. Ahora se suma Al sur de la frontera, que toma a Chávez como núcleo del movimiento independentista latinoamericano. Stone, de 63 años, habló con Veintitrés después de la premier junto al presidente venezolano en Caracas.
-¿Cuáles fueron tus impresiones en la proyección?
-El entusiasmo de la gente por el cambio político me hizo acordar a cuando era joven. Me encantó como alentaban a los buenos y abucheaban a los malos. Fue simple y hermoso. Además, después de ocho años en el poder, Chávez mantiene el carisma con la gente.
-Comandante fue criticada por complaciente con Fidel ¿Por qué adoptó un enfoque similar con Chávez?.
-La verdad es más importante que ser criticado. Hay tremendos cambios en Sudamérica, en términos de una independencia que por primera vez está funcionando. En el pasado a cada intento seguía un golpe de Estado. Pero desde 2000 una serie de acciones cambiaron ese patrón. El FMI, que era un dispositivo de control, perdió mucha credibilidad en la región. Cuando Argentina entró en default, Venezuela, Bolivia y Brasil la siguieron. Es importante salir de ese sistema. Es el principio de algo, espero.
-¿De qué?.
-No puedo predecir el futuro, pero si Latinoamérica puede retomar el control de sus recursos, su dinero y su orgullo, es el comienzo de un mundo multipolar. Eso es bueno para la paz y crea diferentes puntos de vista, algo que la película estimula.
-¿Por qué afirma en la película que Cristina tiene espíritu bolivariano?
-Porque está consciente de sus vecinos, del movimiento. Respeta a Chávez y entiende que hay mucho más en juego que un solo país. La unificación de Simón Bolívar es importante para Hugo. La belleza del concepto es que se trata de algo por lo que vale la pena soñar.
-¿Su acusación al comportamiento de los grandes medios estadounidenses es similar a la del gobierno argentino al Grupo Clarín. ¿Lo conoce?.
-Sí, porque tengo un productor argentino (Fernando Sulichin). No puedo hablar de política local, pero históricamente los medios son controlados por los intereses y las clases oligárquicas. En Estados Unidos también es muy difícil luchar contra ellos. Por eso estos presidentes son especiales : lograron traspasar esa barrera. Sería grandioso que los medios fueran más democráticos.
-¿Qué precio paga por enfrentarlos?.
-La gente me ataca, a veces muy injustamente. Pero soy grande y estuve en suficientes batallas para seguir mi camino y hacer lo que creo.
-¿Cuáles fueron tus impresiones en la proyección?
-El entusiasmo de la gente por el cambio político me hizo acordar a cuando era joven. Me encantó como alentaban a los buenos y abucheaban a los malos. Fue simple y hermoso. Además, después de ocho años en el poder, Chávez mantiene el carisma con la gente.
-Comandante fue criticada por complaciente con Fidel ¿Por qué adoptó un enfoque similar con Chávez?.
-La verdad es más importante que ser criticado. Hay tremendos cambios en Sudamérica, en términos de una independencia que por primera vez está funcionando. En el pasado a cada intento seguía un golpe de Estado. Pero desde 2000 una serie de acciones cambiaron ese patrón. El FMI, que era un dispositivo de control, perdió mucha credibilidad en la región. Cuando Argentina entró en default, Venezuela, Bolivia y Brasil la siguieron. Es importante salir de ese sistema. Es el principio de algo, espero.
-¿De qué?.
-No puedo predecir el futuro, pero si Latinoamérica puede retomar el control de sus recursos, su dinero y su orgullo, es el comienzo de un mundo multipolar. Eso es bueno para la paz y crea diferentes puntos de vista, algo que la película estimula.
-¿Por qué afirma en la película que Cristina tiene espíritu bolivariano?
-Porque está consciente de sus vecinos, del movimiento. Respeta a Chávez y entiende que hay mucho más en juego que un solo país. La unificación de Simón Bolívar es importante para Hugo. La belleza del concepto es que se trata de algo por lo que vale la pena soñar.
-¿Su acusación al comportamiento de los grandes medios estadounidenses es similar a la del gobierno argentino al Grupo Clarín. ¿Lo conoce?.
-Sí, porque tengo un productor argentino (Fernando Sulichin). No puedo hablar de política local, pero históricamente los medios son controlados por los intereses y las clases oligárquicas. En Estados Unidos también es muy difícil luchar contra ellos. Por eso estos presidentes son especiales : lograron traspasar esa barrera. Sería grandioso que los medios fueran más democráticos.
-¿Qué precio paga por enfrentarlos?.
-La gente me ataca, a veces muy injustamente. Pero soy grande y estuve en suficientes batallas para seguir mi camino y hacer lo que creo.
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