ÁLBUM DE IMAGENES DE "MIRANDO HACIA ADENTRO"

Todas las imágenes originales producidas por "Mirando hacia adentro" han sido publicadas en un blog satélite llamado "Mirando hacia adentro. Álbum de imágenes".

DEUDA EXTERNA ARGENTINA ON LINE

La página norteamericana "usdebtclock.org" informa segundo a segundo la evolución de las deudas de los países. Vea online y en directo el REENDEUDAMIENTO ARGENTINO presionando AQUÍ.

Translate

lunes, 29 de septiembre de 2025

Scott Bessent asumió de manera formal el comando económico argentino, por Eduardo Aliverti (para "Página 12" del 28-09-25)



Las nuevas autoridades todavía no pusieron un dólar   

La semana más cipaya que se recuerde concluyó con el Tesoro de los Estados Unidos ordenando reimponer las retenciones, ante la presión de los farmers que vieron amenazadas sus ventas de soja. Todavía no hay cash, sino la eventualidad de aportarlo una vez que los Milei salgan decorosos de la elección de octubre. 


Por Eduardo Aliverti

28 de septiembre de 2025 


El Tesoro estadounidense asumió de manera formal el comando económico argentino. Más allá de ser una novedad que tomó desprevenidos a unos cuantos ingenuos, capaces de haber esperado el fin inminente del gobierno de Milei debido al estallido de los indicadores financieros, el hecho no despeja ninguna incógnita central. Ninguna.


Cuando hace siete días nos preguntamos aquí por qué la administración Trump le soltaría la mano ya mismo a su único aliado estratégico en la región, en lugar de darle una ¿última? oportunidad de cara a las elecciones de octubre, lo hicimos sin tener dato mínimo alguno que no fuera -dicho con toda humildad- una lectura geo-política básica.


Por esas horas, el gobierno de los hermanos atravesaba la crisis más grandiosa de toda su gestión. Venía de reventarse más de mil millones de dólares en tres jornadas consecutivas, al solo efecto de frenar la corrida. Las palizas afrontadas en el Congreso ayudaron a trazar el imaginario de una Asamblea Legislativa, con circulación de nombres presidenciales incluida, preparada para hacerse cargo de un Gobierno que no sobreviviría al lunes negro inevitable. Los loros mediáticos oficiales habían entrado en colapso. Los economistas más cercanos al ideario ultrista convocaron a conseguir plata de la manera que fuese y, de lo contrario, declarar el default.


Se acumuló entonces una serie de maniobras desesperadas, redundantes en la semana más cipayamente pornográfica que recuerden los argentinos con alguna sensibilidad histórica.


Antes de que Washington posteara que la ayuda al Gobierno estaba lista y a como diere lugar, cabe reconocerle a Caputo Toto que -siempre en su carácter de timbero estructural, llevado por algunos maledicentes al rango de estafador serial- sacó un conejo de la galera. Efímero, pero conejo al fin.


La obscenidad electoralista de sobrevivencia con que anunció retenciones cero hasta el 31 de octubre no registra antecedentes, si es por haberse revelado de inmediato como tal.


El colega Matías Longoni, especializado en la temática agropecuaria hace años e insospechado de brindar información u opinión según el volumen del sobre pertinente, fue quien advirtió de inmediato, en un hilo de X, sobre lo sucedido con la falsa eliminación de retenciones.


Indicó que se trataba de uno de los fraudes más colosales que haya visto, “mucho más grave que las cripto de Javier e, incluso, que el 3 por ciento de Karina”. Habló antes que nadie del pequeño grupo de apropiadores de unos 1500 millones de dólares, que iban a ser recaudados por el Estado argentino.


Esa cifra quedó en manos de una decena de empresas agroexportadoras y, bien señala, es el premio o la tasa de interés que cobran las multis del agro por adelantarle a Milei los 7 mil millones en divisas que necesita(ba) para que el dólar no explote. “Las cerealeras no cometieron ningún delito. Se aprovecharon de la necesidad e imbecilidad de los cráneos del Palacio de Hacienda”.


En efecto, en dos días agotaron el cupo, los productores no vieron un dólar y desde el Tesoro de Estados Unidos, ante la presión de los farmers que vieron amenazadas sus ventas de soja, se ordenó reimponer las retenciones.


Bastaba con haberles exigido a las cerealeras que sólo podía anotarse una declaración jurada si acreditaban, antes, la tenencia de los granos. De esa forma, el ritmo de declaraciones hubiera sido más lento y las grandes exportadoras deberían haber compartido su festín con los productores.


Pero eso no sucedió y, como dice Longoni, Caputo es cómplice o un boludo de novela.


Si acaso alguien tiene dudas sobre cual opción preferir, bastaría con la trascendida y nunca desmentida frase del propio Toto, ante los íntimos de su equipazo, cuando el último fin semana se le venía la noche. “Me importan tres carajos los productores. Necesito 7 mil palos verdes”. Es literal.


Con pretensiones irónicas, la distopía argentina nos deja al borde de solidarizarnos con la Sociedad Rural. Toto se la fumó en pipa, para no hablar de los pequeños y medianos productores.


En algún momento y sugerido con todo respeto, esos sectores deberían replantearse, en sus cabezas y organizaciones, a dónde los conduce su eterna inquina visceral no ya y sólo frente al “populismo”, sino contra todo lo que huela a un Estado que siquiera establezca patrones elementales en la distribución de la riqueza (como acaba de apreciarse: incluyéndolos a ellos mismos, que se comieron una goleada inolvidable).


Por ahora, llegamos al punto desopilante de que Nicolás Pino, titular de la Rural y ¿ex? candidato a ministro gauchócrata, dijera que no cree que lo que hizo el Gobierno haya sido a propósito.


Entretanto: Toto, La Hermanísima, Adorno, el canciller Werthein y, claro, el hermano, llegaron a Nueva York con la vaca atada. Fueron los únicos que se sentaron en el auditorio de la ONU para escuchar la retahíla de oraciones escolares del presidente argentino. No le importa absolutamente a nadie prestar atención a lo que diga el ex rockstar de la ultraderecha mundial, convertido en el mendigo que salió de allí abrazado a Caputo tras que éste afirmara su imposibilidad de contener las lágrimas por el apoyo de Donaldo. No le importa a nadie porque, además, con suerte se le entiende la mitad de lo que dice; o bien, porque causa pavura de vergüenza ajena que un Presidente no pueda completar una frase sin trastabillar.


El respaldo político, cierto que formidable para calmar a “los mercados”, no es traducible a plata fresca. Es necesario repetirlo hasta el cansancio, ya que casi toda la información dominante traza la fantasía de estar ante el arribo de una montaña de dólares. No hay cash para Argentina, sino la eventualidad de aportarlo una vez que los libertaristas demuestren que pueden obtener un decoroso dictamen de las urnas.


En ese sentido, también cabe reiterar que todo el efectivo externo existente, hasta hoy, es el posteo en su red que Trump le regaló a Jamoncito en formato de diploma, para que el adolescente lo exhiba cual si fuese Las meninas.


Desde el amigazo Bessent, hasta los funcionarios presentes y renunciados del Fondo Monetario, se aclaró que la plata se activará a cambio de que la gestión de Milei a) revele músculo en las urnas; b) deje flotar al dólar cualquiera sea el resultado electoral, en portentoso mensaje implícito que exige una devaluación irreversible; c), arregle el desastre político que ejecuta su hermana, sentándose a dialogar y negociar con resentidos y expulsados; d) estar presto a concesiones ligadas a recursos naturales, bases militares y todo cuanto fuere imprescindible para sacarse de encima a los chinos. Esto último no ofrece ni pruebas ni dudas aunque, si es por búsqueda de las primeras, alcanza con remitirse a Peter Lamelas y Laura Richardson.


Es así que las próximas elecciones, en teoría no más que unos comicios de medio término si esto no fuese la Argentina, adquieren un carácter determinante como, tal vez, nunca se vio.


Frente a eso, vuelve a imponerse la pregunta de si el conjunto opositor, el que se pretende auténticamente como tal cosa, es sólo una herramienta de resistencia o, además y sobre todo, de construcción.


En otros términos, ¿es suficiente con sentarse a esperar que enfrente sigan equivocándose?


¿O es cuestión de armonizar discursos y acciones propositivas, encolumnándose detrás de un liderazgo renovado?


P/D. Hablando de pornografía, aunque incluso ese término se queda corto, quizás sea imposible encontrar las palabras justas para referirse al tratamiento mediático -generalizado- en el caso de las tres chicas “de Florencio Varela”. Pero es todavía más repugnante que ese tipo de abordaje comunicacional pueda darse porque hay un sector social, amplísimo, que avala las atrocidades vomitadas. Re-victimizar a las víctimas. Estimular el morbo a través del regodeo con los detalles espeluznantes de las autopsias, que viola todo código de ética y deontología profesional. Hablar de las putitas que lamentablemente tuvieron lo que el destino les marcaba, porque los negros de mierda de sus familias nunca estuvieron donde debían estar. Refrescar que esto es lo que votaron los marrones del conurbano. Atribuir la monstruosidad al dónde del hallazgo y no a sus quiénes, me temo que acaba en la obviedad de ser el espejo de lo rotos que estamos. Como hombre de medios, que trabaja en ellos hace ya demasiado y conoce de sobra los bueyes con que se ara, no dejo de sorprenderme, ni mucho menos de asquearme, por la actitud de tantos colegas u operadores del odio de clase. Pero me inquieta y desafía, muchísimo más, aquello del espejo social. Como posteó Iván Noble: las noticias horrorosas hacen que las personas inmundas sean más fosforescentes. 



Publicado en:

https://www.pagina12.com.ar/861429-las-nuevas-autoridades-todavia-no-pusieron-un-dolar

No hay comentarios: