16 septiembre 2025
Palestinos inspeccionan los escombros de un edificio tras un ataque militar israelí en la ciudad de Gaza, el domingo 14 de septiembre de 2025. [AP Photo/Yousef Al Zanoun]
Más de 200.000 palestinos en Gaza, es decir, más del 10 por ciento de la población, han sido asesinados o heridos durante la ofensiva israelí contra Gaza, según declaró la semana pasada el exjefe del ejército israelí.
Herzi Halevi, el general israelí que fungió como jefe del ejército durante los primeros 17 meses del genocidio en Gaza, dijo el martes en un foro local que “hay 2,2 millones de personas en Gaza; más del 10 por ciento fueron asesinadas o heridas”, según el medio israelí Ynet.
Esta afirmación es ampliamente consistente con el número oficial de víctimas publicado por el Ministerio de Salud de Gaza, que contabiliza 64.718 palestinos asesinados y 163.859 heridos desde el 7 de octubre de 2023.
Las declaraciones de Halevi contradicen las afirmaciones repetidas del gobierno israelí de que las cifras registradas por el Ministerio de Salud de Gaza, citadas por la ONU y otras instituciones internacionales, no son creíbles. En realidad, todo intento por parte de Israel y sus aliados imperialistas de negar la magnitud del genocidio en Gaza es un fraude de principio a fin.
Al explicar esta cifra masiva de muertes, Halevi añadió: “Nos quitamos los guantes” y “Esta no es una guerra suave”.
Explicó que la matanza en masa por parte del ejército israelí se realizó sin ningún tipo de control interno, ni siquiera por parte de los fiscales militares. “Entre un año y medio y un año y siete meses atacamos en todo Oriente Medio, mucho, en cantidades enormes. En ningún momento alguien me impuso restricciones —ni siquiera la fiscal militar, por cierto, ella no tiene autoridad para restringirme”.
Por horrible que sea la cifra oficial de 64.718 muertos, en realidad se trata de una subestimación enorme. En julio de 2024, un artículo publicado en la revista médica The Lancet estimó que, al incluir las muertes “indirectas” causadas por la destrucción de los sistemas de alimentación, salud y saneamiento en Gaza, el número real de muertes alcanzaba las 186.000. Si dichas cifras se proyectan hasta el presente, el saldo real de muertes se acercaría hoy a las 300.000. Otro artículo publicado por la revista australiana Arena en julio de 2025 estimó que el número de muertes podría ascender hasta 680.000.
Cualquier conteo real de los muertos es imposible, debido al colapso de la infraestructura médica en Gaza y al hecho de que una vasta parte de los cuerpos se encuentra bajo los escombros de edificios destruidos o fueron enterrados por familiares sin forma de notificar a las autoridades sanitarias.
Durante el fin de semana, Israel intensificó su bombardeo sobre la ciudad de Gaza, destruyendo tres bloques residenciales y asesinando al menos a 53 palestinos en el transcurso de 24 horas. En un comunicado, la oficina de medios de comunicación del gobierno de Gaza condenó el “bombardeo sistemático de torres, edificios residenciales, escuelas e instituciones civiles con el objetivo de exterminio y desplazamiento forzado”.
Agregó: “La ocupación bombardea deliberadamente y según una metodología clara escuelas, mezquitas, hospitales y centros médicos, destruye torres y edificios residenciales, destruye las tiendas de campaña de los desplazados, y lanza ataques contra las sedes de instituciones internacionales que trabajan en el ámbito humanitario”.
Mientras tanto, la hambruna fabricada deliberadamente por Israel continúa asolando Gaza, provocando la muerte por desnutrición de dos personas en 24 horas, elevando la cifra oficial de muertes por hambruna a 422.
El mes pasado, la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria, respaldada por la ONU, declaró formalmente una hambruna en Gaza. Desde entonces, han muerto 144 palestinos por inanición o desnutrición, incluidos 30 niños.
La ofensiva israelí contra la ciudad de Gaza ha forzado a cientos de miles de personas a huir hacia la ciudad de Rafah, en el sur, llenando la carretera costera principal con un mar de personas, carretas y vehículos destartalados. Desde principios de mes, 250.000 personas han huido de la ciudad de Gaza, de las 1 millón que se refugiaban allí.
Personal médico advirtió que la infraestructura sanitaria en el sur de Gaza ya está completamente colapsada y es incapaz de atender la afluencia masiva de personas enfermas y heridas que se están viendo obligadas a desplazarse hacia la zona.
La conquista de la ciudad de Gaza colocará a toda la Franja de Gaza bajo ocupación militar israelí, creando así las condiciones para lo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado como las “movidas finales” en Gaza: la ghetización de la población palestina en campos de concentración y su expulsión de su tierra ancestral.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, llegó a Israel durante el fin de semana para supervisar en persona el genocidio estadounidense-israelí. En respuesta al ataque israelí a principios de mes que intentó asesinar a negociadores de Hamás en Qatar, Rubio se encogió de hombros y dijo: “Lo que pasó, pasó”.
Rubio visitó el Muro de los Lamentos en Jerusalén, en un viaje cuyo objetivo, según el Departamento de Estado, era “reafirmar el reconocimiento de Jerusalén como capital eterna de Israel por parte de Estados Unidos”. Este es un lenguaje codificado para reafirmar el apoyo estadounidense no solo a la toma de Gaza sino también a la anexión de partes cada vez más grandes de Cisjordania.
El jueves, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció un plan para expandir los asentamientos israelíes en Cisjordania, lo que de hecho partiría en dos el territorio palestino. El plan de asentamientos, en palabras del ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, busca “enterrar la idea de un Estado palestino”.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 14 de septiembre de 2025)
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