Milei, Bullrich y Arroyo Salgado tienen presa desde el miércoles a Alesia Abaigar y le acaban de rechazar la excarcelación. ¿De qué la acusan? De haber puesto un pasacalle y tirado bosta en la puerta de la casa de José Luis Espert, hecho que apenas podría representar una contravención municipal.
Espert es un sabido provocador, misógino, odiador y violento. Como diputado nacional pide “cárcel o bala” para militantes kirchneristas. Hace pocos días, el libertario dijo sobre Florencia Kirchner, en una charla con miles de asistentes, la siguiente frase: “¿Cómo no vas a estar amargada si sos hija de una gran puta?”.
Espert ataca como un macho, pidiendo bala para todos los kirchneristas, pero cuando un grupo de personas reacciona con una simple protesta, va corriendo a pedir ayuda a sus amigos de la política, la policía y la justicia. Un auténtico cagón, típico mafioso.
Por la reacción de un grupo de personas que dejaron bosta en la puerta de la casa del diputado, Bullrich desplegó un operativo con Policía Federal por el que detuvo a Alesia, a su mamá de 70 años y a un amigo de ella. Durante tres días estuvieron incomunicados y sin decirles de qué delito se los acusaba.
Esta mañana, Arroyo Salgado decidió mantener la detención preventiva de Alesia, que tiene graves problemas de salud.
La utilización del aparato represivo del Estado en su máxima expresión, comandado por Bullrich y por Milei, y de la justicia federal, solamente por un poco bosta en una vereda, da cuenta del régimen de persecución política y destrucción del Estado de derecho al que estamos sometidos los argentinos y argentinas.
Esta es una prueba más del ensañamiento de Bullrich contra las militantes mujeres kirchneristas.
Libertad YA a Alesia Abaigar.
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