Falta Fernando VII de Borbón, y estamos todos...
Aquí, la letra original del Himno nacional argentino:
Oid ¡mortales! el grito sagrado: ¡Libertad, libertad, libertad! Oid el ruido de rotas cadenas: Ved en trono a la noble Igualdad. Se levanta a la faz de la tierra Una nueva y gloriosa Nación: Coronada su sien de laureles Y a su planta rendido un León.
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
De los nuevos campeones los rostros Marte mismo parece animar; La grandeza se anida en sus pechos, A su marcha todo hacen temblar. Se conmueven del Inca las tumbas Y en sus huesos revive el ardor, Lo que ve renovando a sus hijos De la Patria el antiguo esplendor.
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
Pero sierras y muros se sienten Retumbar con horrible fragor: Todo el país se conturba con gritos de venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia Escupió su pestífera hiel Su estandarte sangriento levantan Provocando a la lid más cruel.
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
¿No los veis sobre Méjico y Quito Arrojarse con saña tenaz? ¿Y cuál lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y la Paz? ¿No los veis sobre el triste Caracas Luto y llanto y muerte esparcir? ¿No los veis devorando cual fieras todo pueblo que logran rendir?
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
A vosotros se atreve ¡Argentinos! El orgullo del vil invasor, Vuestros campos ya pisa contando Tantas glorias hollar vencedor. Mas los bravos que unidos juraron Su feliz libertad sostener. A esos tigres sedientos de sangre Fuertes pechos sabrán oponer.
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
El valiente argentino a las armas Corre ardiendo con brío y valor, El clarín de la guerra cual trueno En los campos del Sud resonó; Buenos Aires se pone a la frente De los pueblos de la ínclita Unión, Y con brazos robustos desgarran Al ibérico altivo León.
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
San José, San Lorenzo, Suipacha, Ambas Piedras, Salta y Tucumán, La Colonia y las mismas murallas Del tirano en la Banda Oriental; Son letreros eternos que dicen: "Aquí el brazo argentino triunfó." "Aquí el fiero opresor de la patria Su cerviz orgullosa dobló".
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
La victoria al guerrero argentino Con sus alas brillantes cubrió, Y azorado a su vista el tirano Con infamia a la fuga se dio; Sus banderas, sus armas se rinden Por trofeos a la Libertad. Y sobre alas de gloria alza el pueblo Trono digno a su gran majestad.
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
Desde un polo hasta el otro resuena De la fama el sonoro clarín. Y de América el nombre enseñado, Les repite ¡mortales! Oíd: ¡Ya su trono dignísimo abrieron las Provincias Unidas del Sud! Y los libres del mundo responden: ¡Al Gran Pueblo Argentino, Salud!
Sean eternos los laureles que supimos conseguir: Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
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