24 septiembre, 2019
Un día después de su fenomenal derrota frente a Axel Kicillof, la gobernadora María Eugenia Vidal cometió el más grave de los errores políticos. Enfurecida contra Mauricio Macri, al que culpa de su derrota sin mirarse el ombligo de su muy mala gestión, llamó a los intendentes del conurbano y les dijo que “cada uno se salve como pueda, ganen con corte o sin corte de boleta”.
Claro, Vidal creyó que el corte solo sería hacia Mauricio Macri pero se equivocó. Los intendentes lo tomaron literalmente y solo hacen campaña pensando en ellos mismos y dejando afuera a Macri pero también a Vidal y a los legisladores. No solo eso, hasta abandonaron el color y la sigla de Juntos para el Cambio y cómo si fuera poco hacen propaganda para que los voten a ellos juntos a Axel y Alberto. Ya no le atienden ni el teléfono.
Quien recorra la General Paz o cualquier camino importante del conurbano se encontrará con decenas de carteles con solo los nombres de los candidatos de Juntos para el Cambio. Martiniano Molina (Quilmes), Néstor Grindetti (Lanús), Jorge Nedela (Berisso), Julio Garro (La Plata), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) Jaime Méndez (San Miguel), Nicolás Ducoté (Pilar), Dario Kubar (General Rodríguez) y Ramiro Tagliaferro (Morón), anularon definitivamente el nombre de Vidal, con lo cual corre riesgo de sacar menos votos que en la PASO.
El problema de Vidal no es Macri, sino su gestión idéntica a la del presidente: Si el gobierno nacional aumentaba las tarifas, ella también lo hacia; si aumentaba el transporte público, ella también. Lo mismo hizo con los sueldos de los docentes y su pelea feroz con Baradel. Por su parte, el Banco Provincia invertía en Leliq en vez de bajar las tasas y ayudar a las Pymes. Hoy la provincia es la que más desocupación tiene, con cierre de fábricas como nunca se vio antes. El hambre se instaló en los hogares bonaerenses y crecieron exponencialmente los comedores, mientras que la gobernadora miró para otro lado. Creyó que alcanzaba con el marketing y los mimos de los medios hegemónicos pero la realidad la cacheteo. Como dice el filosofo Darío Sztajnszrajber “el marketing tiene un límite en la heladera vacía”.
En las PASO, la fórmula de Axel Kicillof y Verónica Magario obtuvo un 52,51% contra el 34.61% de la fórmula de Vidal y Salvador. Hoy en varias mediciones la gobernadora estaría cayendo a menos del 30 puntos, con lo cual su futuro político se acerca al abismo.
En los focus groups que hacen en la Gobernación, además de la dramática situación económica que empeora día tras día, más el abandono de los intendentes con el “salvase quien pueda”, aparecen otros temas que para Vidal no tienen solución. Los jóvenes eligieron a Kicillof por varias razones, como la búsqueda de un primer trabajo y su postura a favor del aborto. La mayoría de los jóvenes hoy defienden la libertad de las mujeres para decidir qué quieren hacer con su cuerpo y Vidal fue una de las pocas mujeres que se opuso. Por ahora, a Vidal le queda el voto de los viejos, pero los mismos la pasan muy mal con una jubilación miserable y con los precios de los remedios por las nubes. El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, ya dijo públicamente que habrá remedios gratis para los abuelos, además de un aumento en las jubilaciones.
Una Vidal sola y angustiada, abandonada por la Casa Rosada y por los propios intendentes y, lo que es peor, por los bonaerenses que se cansaron de pasarla pésimo durante los últimos cuatro años.
Publicado en:
https://info135.com.ar/2019/09/24/una-vidal-derrumbada-y-en-la-soledad-mas-absoluta-ya-ni-le-atienden-el-telefono/
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