En diciembre de 2016 el Banco Mundial advirtió
que Argentina se estaba endeudando "peligrosamente", ya que en ese
año nuestro país había sido el país que más deuda en el mundo había contraído.
En realidad con este anuncio publicado de forma destacable por el diario
clarín, el Banco Mundial le estaba señalando a los prestadores del
inconveniente o peligro futuro de que nos sigan prestando así, y a la Argentina de no seguir
endeudándose de esa forma. Ambos, prestadores y futuros deudores, hicieron caso
omiso y cada quien siguió por igual. En este marco es que el que prestó
(sistema financiero internacional) tiene mayor responsabilidad, el prestador, porque a pesar de la advertencia del Banco
Mundial y las condiciones macro- negativas de aquel entonces.
En el caso del FMI no fue esté el que vino,
sino que por el contrario fue la
Argentina quien decidió ir a buscarlo. Pero el Fondo, para
poder prestar violó irrespetuosamente varios artículos de su carta orgánica -presionado
por Donald Trump- es decir el fondo también es responsable. Más allá de esto (que
no es poca cosa) la deuda fue concebida por un gobierno constitucional, por lo
tanto es legítima y guste o no habrá que
pagarla.
La pregunta es ¿Cómo hacerlo sin que esto
recaiga sobre el pueblo y al mismo tiempo alcanzar el desarrollo?
Una forma parece ser: posponiendo los
compromisos de pago, al menos por cinco años, yo creo que sí además no se logra
una quita no menor al 30% el acuerdo sería insuficiente y estaría corriéndose
el riesgo de que el país en ese período de gracia no lograse que creciese su
PBI el 30%. Lo único que se lograría sin esa "quita" es transferir
dicho problema a otro futuro gobierno, dentro de cuatro años, a menos que se
este pensando en llevar a cabo una reforma previsional. Como se puede apreciar
solucionar el problema de la deuda no es igual a bailar un tango en Paris.
Por:
Gabriel Leopoldo Zevallos
No hay comentarios:
Publicar un comentario