Imagen: Sandra Cartasso
Tras la revelación de Página/12, desplazaron a un funcionario de la AFIP
Jorge Linskens fue apartado de la Subdirección de Sistemas y Telecomunicaciones del organismo recaudador luego de que saliera a la luz que familiares, amigos y allegados al presidente Mauricio Macri y funcionarios de primera línea blanquearon 132 millones de dólares. Además, el titular de la AFIP, Alberto Abad, presentó una denuncia penal por violación de secreto fiscal.
Luego de la revelación de Página/12 sobre el blanqueo de 132,5 millones de dólares hechos por familiares y allegados del presidente Mauricio Macri y de miembros de la primera línea de su gabinete, la AFIP presentó una denuncia penal para determinar cómo se filtraron esos datos y también saltó un primer el fusible dentro del organismo recaudador: el subdirector de Sistemas y Telecomunicaciones de la AFIP, Jorge Enrique Linskens, quien fue apartado de su cargo por ser el responsable del resguardo de esos datos.
La renuncia de Linskens fue oficializada ayer en el Boletín Oficial mediante la disposición 238-E/2017 y lleva la firma del titular del organismo recaudador, Alberto Abad, quien lo reemplazó por Néstor Sosa, hasta ayer subdirector de Auditoría Interna.
El propio Abad fue quien presentó la denuncia que recayó por sorteo en el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral. El argumento es que con la difusión de los datos de esas transacciones multimillonarias se habría violado el secreto fiscal. Los que quedaron al descubierto son familiares, allegados y amigos del presidente Mauricio Macri y de varios funcionarios que lo acompañan en la primera línea del Gobierno.
El domingo pasado, Horacio Verbitsky reveló en Página/12 que Gianfranco Macri, hermano del Presidente y miembro del directorio de varias empresas familiares, blanqueó 35,5 millones de dólares que tenía en el exterior y antes no había declarado. En tanto, Alejandro Jaime Peña Braun, primo del jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, concretó un blanqueo por 6,2 millones de dólares; aproximadamente 109 millones de pesos.
Fueron varios los allegados al gobierno nacional blanquearon dinero que antes no habían declarado al fisco. Esto fue posible por la ley sancionada en el Congreso votada en ese sentido y también por el decreto presidencial que habilitaba a los familiares de funcionarios a hacer esas transacciones.
Otro de los beneficiados fue Nicolás Caputo, amigo íntimo del presidente Macri y ex socio en una de las empresas del holding familiar. La fortuna que Caputo blanqueó fue de 26,5 millones de dólares, algo así como 465 millones de pesos.
El mayor beneficiado de este tándem fue Marcelo Mindlin el denominado “emprendedor” dueño de Edenor, de Pampa Energía, titular de activos de Petrobras en la Argentina y quien el mes pasado se anunció como comprador de la constructora de la familia Macri que estaba en manos de Ángelo Calcaterra y de un cuñado del secretario Legal y Técnico, Pablo Clusellas Zorraquín. Compañero de Macri del primario y amigo desde entonces, Clusellas tiene cinco hermanos. La mayor, Susana, está casada con Manuel Lucio Torino Ortíz, quien blanqueó 353 millones de pesos, equivalentes a 20,1 millones de dólares.
Mindlin blanqueó bienes por 44 millones de dólares, alrededor de 770 millones de pesos, una suma que homologa a la que se dice que le habría pagado a la constructora de los Macri.
En total, se blanquearon 132,5 millones de dólares. La suma podría parecer exigua si se la compara con los 116.000 millones de dólares que blanquearon 254.700 contribuyentes, de acuerdo con los datos oficiales. Pero adquieren otra dimensión si se recuerda que Mauricio Macrì declaró bienes por 82,6 millones de pesos, más otros 44 en el fideicomiso, en total 126,6. Es decir que su hermano blanqueó cinco veces más.
El blanqueo de capitales fue la respuesta oficial a la publicación de los Panama Papers, que revelaron la existencia de empresas del Presidente en guaridas fiscales, que no habían sido declaradas bajo juramento a las autoridades tributarias. La lucha contra esos santuarios ha sido declarada prioritaria por la OCDE. El blanqueo fue camuflado dentro de una ley ómnibus que incluía presuntas mejoras para los jubilados y ninguna restricción para que pudieran aspirar a ese perdón los familiares de funcionarios ni los contratistas de obras públicas. Se trató del blanqueo más exitoso de la historia argentina y uno de los más importantes del mundo. Pero fue diseñado a la medida de los blanqueadores, no del Estado.
Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/60013-si-blanquean-que-no-se-note
sábado, 2 de septiembre de 2017
Si blanquean, que no se note, por "Página 12" del 31-08-17
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