jueves, 29 de junio de 2017
El discurso macrista y nuestros miedos, por Adrián Tendler (para "Revista La Barraca" del 26-06-17)
Junio 26, 2017
por Adrian Tendler
Hago un pequeño aporte para pensar la efectividad del discurso de derecha macrista. En su habilidad para enlazarse con el sentido común que nos habita.
Un aspecto del discurso macrista de derecha se afirma en temores ancestrales, propios de la condición humana. Eso está tomado tal vez de estudios sociológicos y de versiones baratas de religiones orientales que ofician de autoayuda. Al mismo tiempo la comunicación oficial ofrece respuestas rápidas que alivian la incertidumbre.
Algunos ejemplos:
El miedo a ser engañado, a ser traicionado. Respuesta: nosotros somos el gobierno de la transparencia, nosotros no te mentimos, hay que sincerarse. Carrio explota esto.
El miedo al abandono. Respuesta: vamos juntos, estamos con vos.
El miedo a no ser queridos en nuestra íntima pequeñez. Respuesta: publicidad de la cotidianeidad, el perro, la caca, la ciudad verde, disfrutemos buenos aires.
El miedo a la muerte. Vamos juntos hacia un futuro de esperanza, lo estamos logrando.
En esos miedos todos nos igualamos supuestamente, los que escuchamos y los que nos hablan.
Esos miedos en tanto se plantean como propios, como que forman parte de la vida de un ser humano, son inevitables y nos igualan. Pero aquí comienzan las diferencias. El sistema social en que vivimos genera y distribuye las posibilidades humanas de amortiguar la muerte, el dolor, la soledad, el engaño.
Lo contrario de estos temores, las soluciones anheladas serían la vida, la felicidad, la compañía, la sinceridad. Un futuro, la revolución de la alegría, vamos juntos, somos transparentes (precios transparentes), la prensa te dice la verdad. La necesidad de apaciguar la inquietud, la necesidad de alivio es una parte del problema y no su real solución.
Estos políticos de derecha buscan ubicarse en un lugar de las relaciones sociales que canalice estas necesidades, estos miedos.
Tienen que ponerse entre las personas como referencia simbólica de iluminación de las zonas oscuras del alma, de resolución afectiva y sin dudas y para siempre de nuestros miedos profundos.
Siendo la resolución meramente afectiva y emocional, logran ocultar, velar, los aspectos materiales de la lucha contra estos miedos profundos de las personas.
Se oculta además que es el propio sistema capitalista el que genera un tipo de sujetos llamados individuos que tenemos dentro este tipo de miedos. No son ancestrales, son históricos, propios de nuestro sistema de vida. Son producto del tipo de relaciones sociales que nos construyen como personas.
Si son la expresión de un sistema social, entonces hay que modificar el sistema. La distribución material de posibilidades, la forma de trabajo, el empleo del tiempo, el tipo de cosas que fabricamos y consumimos.
Quienes ganan y quienes pierden con esta organización social
La perversión consiste en que los que ocupan el lugar de salvadores son los mismos que generan y se benefician con las condiciones materiales y culturales que producen estos temores profundos y aparentemente eternos e inconscientes.
La cuestión difícil es que para desligarse de estos discursos, hay que hacerse cargo de los temores, de la precariedad de las relaciones humanas. Hay que abandonar el alivio que nos provee la dependencia de un sujeto líder, un maestro que por un lado sabe de nuestros miedos y por otro conoce el camino de la luz.
Siendo que está más que probado que los líderes son indispensables en la política. ¿Qué tipo de relación con el o la líder podríamos entablar que explicite las condiciones materiales y nos lleve a construir nuestra autonomía como sujetos?
Publicado en:
https://www.revistalabarraca.com.ar/discurso-macrista-miedos/
Etiquetas:
Adrián Tendler,
Neoliberalismo,
Notas aparecidas en otros medios,
Política
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario