Arriba : La nueva bandera de la Patria.
“Los gobiernos pasan, pero la tierra queda…”, dijo Don Hugo Biolcati, el mandamás de la Mesa de Enlace y presidente de la Sociedad Rural de la Argentina… Sólo le faltó decir : Y nosotros somos la tierra… O en un estilo regio que le queda tan bien : La tierra soy yo…
Es una vieja posición de la aristocracia vacuna, hoy transmutada en sojera. Y es que Argentina es un país organizado por y para los terratenientes, que tuvo presidentes, ministros y jueces terratenientes ; los demás somos unos intrusos.
Algunos somos intrusos que ocupábamos esas tierras desde tiempos inmemoriales, desde “los orígenes”, y que fuimos expulsados y rechazados con violencia genocida y epítetos floridos como “bárbaros”, “salvajes”, “paganos”, “incultos”, “negros”, “brutos”…
Otros somos intrusos que bajamos de los barcos, porque ellos necesitaban jornaleros y peones, mucamas y mayordomos ; fuimos también calificados floridamente por diversos personajes, entre los cuales descolla Don Eugenio Cambaceres, quien describía en su clásica novela corta “En la Sangre” al inmigrante italiano como a un subhumano bruto, feo, detestable y peligroso.
Poco importa si somos “indios” o “gauchos”, “criollos” o “gringos”… No somos ellos…
Ellos son la tierra, ellos son el país, ellos son los dueños. No es por la gracia de Dios sino por la obra de campañas genocidas como la del General Roca, el del billete de más valor…
¡ Bien lo vivieron en carne y sangre propia los chacareros de la Pampa Gringa que, a comienzos del siglo XX, fundaron la Federación Agraria Argentina para defenderse de las arbitrariedades de los grandes terratenientes de la Sociedad Rural Argentina !
Ellos han estado siempre. El poder detrás del trono. Subiendo y bajando el pulgar a esos políticos “pasajeros”, que vienen y van, mientras ellos permanecen y, generalmente desde las sombras, dirigen todo.
Porque ellos son los Dueños, ellos son la Tierra, ellos son la Patria…
Ellos le hicieron la vida imposible a todos : a Yrigoyen y a Perón, a Illia y a Alfonsin, a Néstor y a Cristina… a todos los que intentaron establecer puentes de igualdad entre “dueños” e “intrusos”…
Como los viejos Césares, han decidido sobre la vida y la muerte de muchísimos procesos políticos argentinos. Dando la cara o desde las sombras siempre han estado ahí, moviendo los hilos … ayer eran la vieja aristocracia vacuna, hoy son los nuevos Barones de la Soja…
Es una vieja posición de la aristocracia vacuna, hoy transmutada en sojera. Y es que Argentina es un país organizado por y para los terratenientes, que tuvo presidentes, ministros y jueces terratenientes ; los demás somos unos intrusos.
Algunos somos intrusos que ocupábamos esas tierras desde tiempos inmemoriales, desde “los orígenes”, y que fuimos expulsados y rechazados con violencia genocida y epítetos floridos como “bárbaros”, “salvajes”, “paganos”, “incultos”, “negros”, “brutos”…
Otros somos intrusos que bajamos de los barcos, porque ellos necesitaban jornaleros y peones, mucamas y mayordomos ; fuimos también calificados floridamente por diversos personajes, entre los cuales descolla Don Eugenio Cambaceres, quien describía en su clásica novela corta “En la Sangre” al inmigrante italiano como a un subhumano bruto, feo, detestable y peligroso.
Poco importa si somos “indios” o “gauchos”, “criollos” o “gringos”… No somos ellos…
Ellos son la tierra, ellos son el país, ellos son los dueños. No es por la gracia de Dios sino por la obra de campañas genocidas como la del General Roca, el del billete de más valor…
¡ Bien lo vivieron en carne y sangre propia los chacareros de la Pampa Gringa que, a comienzos del siglo XX, fundaron la Federación Agraria Argentina para defenderse de las arbitrariedades de los grandes terratenientes de la Sociedad Rural Argentina !
Ellos han estado siempre. El poder detrás del trono. Subiendo y bajando el pulgar a esos políticos “pasajeros”, que vienen y van, mientras ellos permanecen y, generalmente desde las sombras, dirigen todo.
Porque ellos son los Dueños, ellos son la Tierra, ellos son la Patria…
Ellos le hicieron la vida imposible a todos : a Yrigoyen y a Perón, a Illia y a Alfonsin, a Néstor y a Cristina… a todos los que intentaron establecer puentes de igualdad entre “dueños” e “intrusos”…
Como los viejos Césares, han decidido sobre la vida y la muerte de muchísimos procesos políticos argentinos. Dando la cara o desde las sombras siempre han estado ahí, moviendo los hilos … ayer eran la vieja aristocracia vacuna, hoy son los nuevos Barones de la Soja…
Ellos saben de Autoritarismo ; ellos saben de Soberbia ; ellos saben de Crispación...
Ellos son los Dueños de un País…
Yo me pregunto, y le pregunto a usted que se considera como yo ciudadano de un país democrático ... le pregunto a usted que lee estas líneas…
¿Vamos a permitir que esto siga sucediendo?...
¿Vamos a permitir que estos señores sean dueños de nuestro futuro?...
Ellos son los Dueños de un País…
Yo me pregunto, y le pregunto a usted que se considera como yo ciudadano de un país democrático ... le pregunto a usted que lee estas líneas…
¿Vamos a permitir que esto siga sucediendo?...
¿Vamos a permitir que estos señores sean dueños de nuestro futuro?...
Porque nosotros tenemos el poder...
Nosotros votamos...
Adrián Corbella, 4 de agosto de 2010.
Adrián Corbella, 4 de agosto de 2010.
3 comentarios:
Ciento por ciento de acuerdo con vos Adrian, el palco de la rural con Biolcatti a la cabaza, redeado de Duhalde, De Narvaez y Micri, no deja dudas quien es quien, creo que hasta altura la cosa esta muy clarita, siempre son los mismos que hacen las mismas maldades, levando agua para su molino, o mejor campito. El que no lo quiere ver o es estupido o bien hace la del avestruz, enterrando la cabeza abajo de la tierra.
Como bien vos decis, nosotros tenemos el poder de los votos y espero que todos y cada uno de nosotros haga un acto de conciencia profunda y comprometida a la hora de poner el sobre dentro de la urna.
Ah la foto inmejorable !!!!
Pedro Izaguirre
A mí me crece soja en el techo del auto... ¿Lo tendré que lavar?...
Ni se te ocurra lavar el auto sería como hacer asado con el parket del comedor.Desde la jabonería de Guaminí.
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