“Si la victoria del neoliberalismo es la fragmentación, la fuerza del campo nacional y popular es la unidad” (Jorge Rachid)
El Movimiento Nacional y Popular, como lo concibió y construyó Perón dándole herramientas, que van desde Conducción Política a las 20 Verdades, desde la Comunidad Organizada al Modelo Argentino para un Proyecto Nacional, pasando por la Hora de los pueblos, América latina ahora o nunca, la Fuerza es el derecho de las bestias, al identificar al enemigo también señalaba especialmente, aquellos sectores como el vandorismo en su época, en su famoso Congreso “ hay que estar contra Perón para salvar a Perón”, estimulado por la dictadura de Onganía.
Por Jorge Rachid
SIN MORDAZA
27/5/17
A lo largo de la Historia, en la confrontación del fuerzas, la identificación del enemigo, su capacidad de respuesta, la estrategia que desarrolla, los objetivos mediatos e inmediatos que persigue, permiten a las fuerzas propias evaluar su propio diseño de batalla, en este caso electoral, que dirimirá la supremacía a partir de la voluntad popular, a través del voto.
Esto que sabemos lo analiza el enemigo neoliberal, intentando fragmentar las fuerzas propias para obtener una foto electoral, que no sepulte sus expectativas de profundizar su modelo, que hasta el momento, en sólo 16 meses le permitió avanzar en el campo de las realizaciones con éxitos sucesivos, con una concepción de poder acabada, direccionada a desmontar estructuralmente las conquistas sociales construidas en doce años de gobierno y además demoler la memoria colectiva de las realizaciones, estigmatizando al peronismo y sus dirigentes.
Los correctivos aplicados desde el primer día fueron enérgicos, encarcelamiento de Milagro Sala, persecución a Cristina Fernández, despliegue represivos, despidos ideológicos, instalación del miedo como control social y un claro mensaje a la sociedad, “tuvieron una fiesta que se acabó”, ahora dicen, la “normalidad” es la que establece un capitalismo salvaje, que están aplicando, de acumulación de riquezas y explotación laboral, con desocupación y baja del consumo que les garantiza reforma y flexibilización laboral.
Estos objetivos de manual aplicado de la Doctrina del Shock, de Naomí Klein tienden políticamente a justificar el ajuste y al devaluación, que sin crear ese marco convulsivo, no podrían explicar.
De ahí que “la pesada herencia”, muletilla ya gastada y esmerilada por las movilizaciones populares, han llevado al gobierno a un callejón oscuro en cuanto a objetivos, que emparenta la debilidad del gobierno argentino, con el de Brasil en su peor hora.
Las mismas metodologías y objetivos que tienen por destino disminuir recursos de la Seguridad Social, la Educación y la Salud, además de amputar los planes sociales que contienen al conjunto social argentino.
Brasil acaba de votar una ley que congela por 20 años el gasto, así llamado, social; para los peronistas lo social es una inversión, para lo cual se destinan los mayores recursos; a eso el enemigo lo llama grieta.
Entonces comienza el desafío, si el enemigo pretende crear tres o cuatro corrientes: peronistas, kirchenistas, progresistas, neoperonistas, anticristinistas, está intentando dividir el campo nacional y popular, atomizarlo, de alguna manera diluirlo, estimulando los apetitos personales del individualismo feroz, darwiniano que la cultura neoliberal intenta imponer al conjunto social argentino.
Los dirigentes lo saben, prestarse o no a ese juego, identifica dentro de las filas propias a futuro.
Sin dudas el enemigo despliega todo su arsenal, en especial mediático usando la hegemonía que le permite blindar sus saqueos y avanzar sobre las filas populares, intentando implosionar la coherencia y unidad de acción demostrada en 16 meses de confrontación con un régimen, que ha demostrado en tan poco tiempo, su perfil colonialista y cipayo, de ahí que lo llamamos enemigo y no adversario, porque es la Patria contra la Colonia.
Un único liderazgo existe en el país, en todas sus fuerzas políticas no hay liderazgos, ni siquiera el presidente, que no puede hacer actos públicos ni caminar por las calles, sólo Cristina Kirchner tiene ese valor político de capital acumulado en 12 años de gestión donde los liderazgos los construye el pueblo: No lo hacen ni las conducciones, ni las negociaciones, son los liderazgos construcciones humanas de millones que por diferentes caminos llegan a erigirlo, desde los emocionales a los ideológicos.
Entonces la pregunta es: ¿se puede construir la unidad prescindiendo de el liderazgo de Cristina?.
Sin dudas no.
Entonces si ese pilar es compartido por los que lealmente creen que el camino es la unidad y la proclaman, saben que sin ella se debilita la posibilidad de victoria, pero también se debilita esa posibilidad en la medida que se la intente condicionar a una confrontación interna, que convertirá al peronismo en la “única fuerza” en elegir candidatura por las PASO, lo cual da oportunidad al enemigo a operar por líneas interiores, y demoler mediáticamente a Cristina.
Todo negocio redondo neoliberal.
El Movimiento Nacional y Popular, como lo concibió y construyó Perón dándole herramientas, que van desde Conducción Política a las 20 Verdades, desde la Comunidad Organizada al Modelo Argentino para un Proyecto Nacional, pasando por la Hora de los pueblos, América latina ahora o nunca, la Fuerza es el derecho de las bestias, al identificar al enemigo también señalaba especialmente, aquellos sectores como el vandorismo en su época, en su famoso Congreso “ hay que estar contra Perón para salvar a Perón”, estimulado por la dictadura de Onganía.
Hoy el enemigo intenta repetir la historia, pretende limitar un liderazgo instalado por personajes “políticamente correctos” presentados como los propietarios de la racionalidad política.
Los mismos que votaron las leyes que dañaron el cuerpo social argentino.
Nuestra respuesta es todos adentro, Unidad sin exclusiones, pero sin prestarnos a las maniobras del enemigo.
por Jorge Rachid
Publicado en:
http://nacionalypopular.com/2017/05/27/su-fuerza-es-fragmentar-la-nuestra-es-unir/
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