lunes, 3 de abril de 2017
Cristina, Scioli, Randazzo: Lo que te ocultan, por Alfredo Silletta (para "info135" del 03-04-17)
3 abril, 2017
Por Alfredo Silletta. Con el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de 2015 muchos creyeron que se acababa para siempre el peronismo, especialmente lo que se denominó kirchnerismo. Una vieja historia que comenzó en 1955 y continuó durante décadas hasta hoy en día. No sólo los opositores al peronismo creyeron que era el final, sino también muchos sectores internos. Sucedió con el neoperonismo de Augusto Vandor en los sesenta, con la cúpula de Montoneros en los setenta, con el menemismo de los noventa y ahora con la derrota del Frente para la Victoria.
Algunos dirigentes creyeron que Cristina Kirchner desaparecería para siempre de la política argentina. Lo vimos por estas horas en la marcha macrista del #1A con consigna muy críticas al gobierno anterior al grito de ¿Bastas de peronistas! “O Vagos, laburen” o como dijo el presidente sin “choripán ni colectivos”.
El problema de Mauricio Macri es que la ex presidenta sigue siendo la principal referente de la oposición en este país. Con campañas de desprestigio, denuncias judiciales permanentes, su figura es la más importante en la provincia de Buenos Aires. Todas las encuestas le dan entre 35 o 40 por ciento de intención de votos, llegando al 45 y 50 en el Gran Buenos Aires.
Más allá de los medios hegemónicos, más allá de los ataques judiciales y de personajes pequeños como como Miguel Ángel Pichetto, Diego Bossio, Julián Domínguez, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa, el hombre de la ancha avenida del medio que terminó en calle angosta, sigue siendo fundamental en el armado del peronismo bonaerense.
Durante meses hemos leído epítetos del grupo Clarín que la tratan de “vieja, chorra, sola y amargada”, pero la ex mandataria continua teniendo una gran adhesión en la clase trabajadora y especialmente en los jóvenes.
Por estas horas, algunos intendentes del grupo Esmeralda –no todos-, el Movimiento Evita y algunos dirigentes del interior se juntaron para lanzar una corriente que “renueve” el peronismo junto a Florencio Randazzo. No lo dijeron en público, aunque el diario Clarín se encargó de decirlo: “Hay que jubilar a Cristina y Scioli”. Por respecto a algunos dirigentes tomaremos con pinzas esa frase de los medios hegemónicos.
El problema no es quien se “jubila” y quién no. No es función de esta nota señalar si Cristina decide participar o no del proceso eleccionario, o si Daniel Scioli ira a una interna con Florencio Randazzo. Hoy por hoy, en todas las encuestas, Cristina saca más de 40 puntos y el ex gobernador le gana a Randazzo por más 20 puntos. El problema del ex ministro del Interior es que no logra despegar del 6 o 7 por ciento de los votos. “Si quieren PASO habrá PASO” dice Alberto de Fazio, desde el sciolismo. Por estos días se lo vio al ex candidato presidencial recorriendo municipios y encontrándose con los jefes comunales de Malvinas Argentinas, de Merlo, de Ituzainzó y de Lomas de Zamora.
La polarización entre oficialismo y oposición es hoy una realidad, no hay espacio para la ancha avenida del medio. El crecimiento de la ex mandataria en los últimos meses se debe a la debacle del presidente Macri. Uno crece y el otro cae. Por su parte, Scioli mantiene los votos del 2015 pero Randazzo no aparece entre lo que la gente considera opositor. En un trabajo de la consultora Dicen se muestra que, en la provincia de Buenos Aires, Macri tiene una desaprobación del 48% al 52%, donde Randazzo sólo capta el 18%, Scioli un 28% y Cristina Kirchner un 36% de ese voto opositor.
Más allá que haya PASO o lista de unidad, más allá de los candidatos que encabecen las listas, el rol de la ex presidenta como actora principal de oposición se mantiene como figura central. Algunos creyeron que hoy estaría jubilada, en una cárcel o jugando con sus nietos, pero la realidad es otra muy diferente. Un intendente del Grupo Esmeralda, que no estuvo en Junín, le decía a este periodista que en los barrios sólo comentan: “Cuando vuelve Cristina” y va más allá de su persona, sino el contexto es cuando vuelven las políticas de creación de nuevos derechos en los más humildes. Lo hizo Juan Domingo Perón en la década del ‘40 y ahora lo hizo Néstor y Cristina. Errores, hubo muchos. El problema es que los que vienen después sólo gobierna para los ricos y en contra de los humildes. Por eso seguirá habiendo peronismo.
Publicado en:
http://info135.com.ar/2017/04/03/cristina-scioli-randazzo-lo-que-te-ocultan/
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